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14. se parece mucho al cielo y yo luciendo como infierno.

Daniel

Como pude salí del boliche con Mora, como era de esperarse a la rastra, ya que el pedo que cargaba la ojiverde era descomunal y apenas se podía mantener en pie y lo que menos quería era que caminara sola, porque era capaz de hacerse un esguince y era lo que faltaba para completar la noche.
Mas allá de eso le había avisado a Valentín para que me acompañara a llevarla hasta el auto y como era de esperarse el se aceptó sin problema.

Después de estar cinco minutos caminando, entramos hasta el parking donde habíamos dejado el auto.

—Mora, agárrate de Valen un momento—le pedí a la rubia, ella un poco atontada me hizo caso y eso hizo que me diera tiempo para sacar las llaves del bolsillo de mi pantalón y abrir el auto—Tráela para acá.

Mi amigo acato las ordenes y la puso en el asiento del copiloto para después atarle el cinturón y cerrarle la puerta con cuidado.

—Cuidala y cualquier cosa me avisas a mi o Lola, ¿Dale?—soltó el castaño, simplemente asentí y me acerque a saludarlo con el típico abrazo de hombres.

Hasta que no vi a Valentín desaparecer de mi campo de visión no me di la vuelta para ingresar en el auto.
Ni bien abrí la puerta del piloto y me senté, vi como Mora tenía apoyada su cara sobre su mano con los ojos cerrados.

Arranqué el auto y no dude en bajarle la ventana para que le diera aire y que se le bajara un poco el pedo que aún tenía encima.

—Gracias—murmuró y le dí una mirada rápida y vi que seguía con los ojos cerrados disfrutando del aire que le entraba.

Salí del parking para empezar a emprender camino hasta mi casa, la cual estaba a veinte minutos en auto y en el transcurso del trayecto no quise poner música porque supuse que Mora que tenía la cabeza hecha un bombo y no quería que le doliera mas de lo que le dolía.

—Gorda—acoté sin querer y me quise morir al instante por haber soltado ese apodo en forma de cariño, ella ni se inmutó y supe que no le había dado mucho bola y todo porque estaba en pedo, aun así proseguí—¿Querés parar en el mc para comer algo?

—No, tengo sueño y frío—largó después de un par de segundos y se abrazo mas a si misma, bajé la vista hasta sus piernas y vi que tenía la piel de gallina.

Instintivamente llevé mi mano ahí para empezar a frotarla contra su pierna para crear fricción y que no le diera mas frío, de todas formas, eso no duro mucho porque me gire para buscar una manta en la parte de atrás, porque siempre traía una por si acaso.
La agarré y se la puse por encima para que se le pasara el frío.

—Gracias.

Luego de eso, seguimos con el trayecto hasta mi casa que se paso mas rápido de lo normal y ni bien llegamos, abrí el garage para meter el auto adentro y una vez aparqué, salí y di la vuelta para abrirle la puerta a Mora despacio y sin hacer ruido, ya que estaba dormida.

Parecía un bebé.

—Mora—susurré y la moví un poco para que se despertarse pero ni se inmutó.

Me mordí el labio, y la destapé para poder sacarle el cinturón despacio, y luego la volvi a tapar para finalmente llevarla en brazos hasta el sillón, donde la deje para ir hasta la cocina y prepararle un cafe y algo para comer.

No tarde mucho en hacerlo y cuando volví al living, vi que estaba en el sillón, mirando a un punto fijo tapada hasta la cabeza y esa fue una imagen que me causo gracia, y fue mi risa la que hizo que saliera de su ensoñación para mirarme con una pequeña sonrisa.

Estaba pálida y tenía las ojeras por el piso, pero ella aún me parecía la mas hermosa de todas.

Me acerqué hasta el sillón y me senté al lado suyo después de dejar el cafe y el sándwich arriba de la mesita ratona.

—Gracias, sos un tierno—soltó con la voz carrasposa, y se aceró hasta la mesita para empezar a tomar el café y comer de a poco el sándwich. En lo que ella iba a comiendo, prendí la tele para mirar algo y hacer mas ameno esto, después de unos minutos terminó y la mire con una sonrisa al ver que estaba un poco mejor—Gracias posta.

Se acercó a mi para pasar sus manos por detrás de mi cuello para poder abrazarme fuertemente e instintivamente lleve mis manos a su cintura y la apreté contra mí.
Al separarnos del abrazo la cercanía era bastante y literalmente sentía la respiración de Mora sobre mis labios y como si fuera por instinto, subí mis ojos hasta conectarlos con los de ella y vi como se le dibujaba una pequeña una sonrisa en la cara, hasta que sus ojos volvieron a bajar hasta mis labios y los contemplo por un par de segundos, cosa que me hizo reír pero no tarde mucho en ponerme serio.

Porque yo también quería, quería besarla.
La tensión que se había creado de un momento para otro me encantaba y mucho mas porque era con Mora.

Pero aunque las ganas me consumían, no iba a dar el paso y como si hubieran escuchado mis plegarias, ella fue la que se acercó para pegar sus labios con los mios, formando un dulce, suave y delicado beso.

—Gracias por cuidarme—acotó para después darme otro beso, y añadió:—Te quiero.

Y nada mas con ese acto, Mora ya me había alegrado toda la noche.



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el momento que todas estaban esperando (?)

espero que les guste pipis, nv en el proximo!💗

distinto ; daniel ribbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora