10. tu ausencia a mi me hace mal.
Me repasé por tercera vez el pinta labios color mate y me mire en el espejo, hoy iban a hacer una juntada en la plaza y nos habían invitado prácticamente a todos y la mayoría de los presentes en el grupo habían confirmado con que iban menos Daniel.
Hacía mas de cinco días que no sabía nada de el, había desaparecido del mapa prácticamente, pero lo que más confundida me dejaba era que vistaba los mensajes del grupo y que hace dos días le había mandado un par de mensajes, de los cuales todavía no recibí ninguna respuesta.
Agarré el celular y entre en su chat, estaba en línea y sin pensármelo mas junte los dedos para escribirle algo.
Mora💜: esta todo bien? Ya te mande otros mensajes y no me los respondiste. Te paso algo?
El mensaje no tardó en ser leído y espere unos minutos que me parecieron años y vi que se desconectó.
Alcé una ceja incrédula por esa acción.
Junte los dedos otra vez y escribí un mensaje nuevo.
Mora💜: estoy preocupada, contestame
Se conectó nuevamente pero solo estuvo un par de segundos y volvió a salir de WhatsApp.
Hice una mueca al ver esa reacción y guardé el celular en el bolsillo de mi jean para luego salir de la pieza e ir al living, donde me esperaban mis dos hermanas listas.
Al levantar la cabeza me gané una cara confundida por parte de Agustina, pero aun así no acoto nada, fue Nala la que se acercó y apoyo su mano sobre mi hombro derecho.
—¿Te sentís bien Mori?—cuestionó la mayor con preocupación, asentí apenas e intente sonreír pero me salió una mueca—¿Segura?
No.
—Sí, vamos.
Agarramos todo y salimos por fin de mi casa, mi papa iba a ser quien nos iba a acercar hasta la plaza. Esta vez tuve que ir de copiloto porque Nala le estaba explicando algo acerca de una sesión de fotos que tenia pendiente con unas amigas de mi gemela y ella.
Todo el trayecto fui en silencio, lo único que se escuchaban era la música y la voz de mi hermana mayor.Alrededor de media hora mas tarde ya estábamos en el lugar donde habíamos acordado con los chicos, dos puertas del auto se abrieron—una de ellas, la mia—aunque mi papa me hizo una seña para que cerrara y bajó su cristal.
—Nenas vayan yendo que yo tengo que hablar de algo con Mora, disfruten—acotó el mayor, ambas asintieron y miraron por encima de los hombros de mi papa para conectar sus ojos con los mios para luego alzarme los dedos pulgares en símbolo de si estaba bien, entonces mi papa añadió:—Vayan tranquilas.
Estas asintieron otra vez y empezaron a caminar hacia el centro de la plaza y hasta que no desaparecieron de nuestro campo de visión, mi papá no se giro para poder hablar conmigo. Una vez desaparecieron, instintivamente mi progenitor giró la cabeza y me miro con una ceja alzada.
—¿Que paso chiquita de papa?—cuestionó para levantar la mano y pasar los mechones rebeldes por detrás de mi oreja, negué varias veces sacándole importancia—Dale Morita, te conozco y sé que te paso algo hija.
Desde siempre había tenido más relación con mi papá que con mi mamá, con Agustina eramos la locura de el y todo porque siempre había querido tener gemelos o mellizos. Con Nala era con la que mas contacto y apego tenia, por el simple hecho de que era su primera hija y porque tuvo una adolescencia bastante dura, aunque la misma no le daba mucha pelota ahora porque mi papa a veces se pasaba de cargoso.
De todas formas, eramos las luces de sus ojos.
—No tengo ganas de hablarlo ahora, capaz en otro momento—explique mirándolo a los ojos, los amaba y me hubiera gustado sacar sus ojos, por el simple hecho de que en uno de sus ojos verdes tenía una parte azul y eso era un plus. Su semblante no cambio, entonces añadí;—En serio pa, quiero ir y pasarla bien y olvidarme un toque.
—Bueno, sabes de sobra que podes confiar en mi Mora, yo siempre voy a intentar ayudarte con lo que sea hija ¿bueno?—informó, asentí regalándole una sonrisa sin mostrar los dientes. Tanteó su pantalón y sacó de su billetera un par de billetes—Para las tres, cualquier cosa llamame, te amo.
—Yo mas.
Asentí y me acerqué para besar su mejilla y de una vez por todas abrir la puerta y dirigirme a la plaza.
Me abroché la campera ni bien el viento impacto en mi cara y en mi pecho dándome en un escalofrío por todo el cuerpo, puse las manos en los bolsillos de mi campera ey las tuve que sacar cuando mi papa tocó la pita en forma de despedida.
Me acerqué hasta la rondita que vi desde lejos y supe que eran ellos porque Mauro estaba haciendo el tarado como siempre.
Ni bien estuve ahi, empece a saludar a cada uno con un beso y de vez en cuando depende de quien fuera con un abrazo, hasta que me faltaba uno.Daniel.
Había venido a pesar de no confirmarlo por el grupo, aunque estaba segurísima de que lo habían obligado porque su cara daba la impresión de que quería irse a la mierda y seguramente Valentín lo había amenazado.
Pero... ¿por que no quería venir?
Restándole importancia a eso, me acerqué hasta el. Era el que mas apartado estaba y parecía no tener ningún problema con eso, es mas parecía "gustarle" estar solo en una esquina como un antisocial.
Me puse de cuclillas y me intenté acercar a el para plantar un beso en su cachete, pero alzo la vista y su mirada fue neutra.
—Ni te gastes en saludarme Giovanetti Carutti—soltó de forma seca y con un tono duro, el mismo que había utilizado el mismo día que nos habíamos conocido—No quiero saber nada mas con vos.
Y me dolió, me dolió mas que otra cosa en este mundo.
• • •
se dan cuenta de que hay bardo aca y en sinag jjsakakakaja lpm

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distinto ; daniel ribba
Fanfiction❝ que entre tanta gente en el mundo contigo me quedo ❞