08

4.5K 418 263
                                    

08. pero es grave lo que le hiciste a mi amor.

Ni bien salimos del boliche, noté como la mano del morocho se separaba de la mía y se adelantaba un poco para no tener ningún tipo de contacto conmigo, cosa que me puso mal y me hizo sentir mas culpable por lo que había hecho.

El viento chocó contra mi pecho y cara y no tardó en darme un escalofrío que hizo que se me pusieran los pelos de punta, como de costumbre y cada vez que salía de joda nunca me traía campera y era algo malo porque siempre me entraba frio y me enfermaba cuando salía del boliche.
Inconscientemente, me abrace a mi misma y empece a sobarme los brazos para transmitirme un poco de calor, mientras seguía los pasos apurados de Daniel.

En una de esas el morocho se dio la vuelta, ya que estaba tardando mas de lo normal y como vio que no estaba en las mejores condiciones, se acercó sacándose el buzo que llevaba puesto para dármelo, el cual era el más lindo y el favorito de todas, el amarillo.

—Gra...

—Vamos—me interrumpió, y noté como mi corazón sé estrujaba un poco al escuchar el tono duro que había utilizado.

Cabizbaja seguí los pasos de Daniel a duras penas, tener que cargar también con esa actitud de el en estos momentos era lo que menos quería, pero lo entendía, según mi hermano había preguntado por mi y verme con un pibe no le hizo mucha gracia por lo que se ve, a mi tampoco me la hizo cuando vi a Maxi con aquella piba.

Hablando del rey de Roma, por la puerta se asoma.

Maxi: a donde te fuiste al baño vos?
Maxi: hace como media hora te estoy esperando Mora, por lo menos avisame si te vas con alguien o volves con tus hermanas y tus amigos, asi no me quedo como un pelotudo esperándote

No le contesté.

No tenía ganas de hablar con él después de todo lo que había pasado, y menos estando con Daniel ahora.

Al ver que no le contesté y lo dejé en visto, mi celular empezó a vibrar indicándome que me estaban llamando y sabía que era el.

Lo atendí porque sabía que no iba a parar hasta que no hablara con el.

—¿Por que me dejaste en visto? ¿Donde estas Mora?—preguntó gritando y noté como de a poco se iba alejando del ruido, haciéndome saber que se había ido a la zona de afuera.

—Porque no tengo ganas de hablar con vos, me estoy yendo a mi casa—contesté de mala forma y segundos mas tardé, vi como Daniel se giraba y me miraba con el ceño fruncido—Y eso de que me estabas esperando hace media hora no te la crees ni vos, hace media hora estabas comiéndote a una piba y te chupe un huevo. Ahora seguro que la piba se fue y necesitas que Mora te saque las ganas...

¿Que decis enferma? No hables pavadas, decime donde estas, es impor...

De un momento a otro, sentí como me arrebataban el celular de las manos, y tragué en seco al ver que era Daniel, quien estaba con el ceño bastante fruncido y un semblante serio.

—Esta conmigo, no rompas las bolas—soltó el morocho con un tono de voz mas duro de lo normal, a kilómetros de distancia se notaba que estaba enojadisimo—¿Qué parte de no quiere hablar con vos no entendes, encima le venís a hacer planteos después de haberte comido a una piba delante de ella? Sos cualquiera flaco, cuando aprendas a valorar a alguien como Mora. Ahí, hablamos mientras tanto no rompas las pelotas.

Cortó y me devolvió el celular.

Actuó como si no hubiera pasado nada, y como si lo que hubiera dicho fue lo mas normal del mundo.

Y una vez mas, me sentí mal.
Por el hecho de que Daniel había visto la misma escena que yo, solamente que yo me estaba comiendo a un pibe y el de todas formas, me había prestado su campera, me había defendido del idiota de Máximo y ahora me estaba acompañando a mi casa.

Las lágrimas no tardaron en empañarme la vista y mucho menos en caer por mis mejillas, estaba haciendo todo lo posible para no sollozar y llorar en silencio mientras seguía a Daniel, pero me fue imposible cuando el morocho se volvió a girar para mirarme e inevitablemente me pase una de las mangas del buzo por la cara para eliminar las lágrimas que recorrían mis cachetes.
Este se quedó parado en el sitio esperando a que yo me pusiera a la par, y a duras penas camine hasta el intentando no derramar alguna que otra lagrima.

Cuando estuve a su lado, me miró un par de segundos analizándome hasta llegar a mis ojos y dejar la vista fija ahí.

—¿Por que lloras?—cuestionó después de un rato. Su tono seguía siendo duro pero no era el mismo que había utilizado cuando habló con mi Máximo.

Lo miré a los ojos apenas, los cuales no me transmitían nada, estaban mas negros que de costumbre y tenía una mirada neutra, dándome me entender que solo me había hecho esa pregunta por compromiso.

Intenté abrir la boca para formular una respuesta, pero en vez de eso salió un sollozo y las lágrimas volvieron a caer de manera desenfrenada por mi cara, haciendo que el semblante de Daniel se relaje y cambie a uno preocupado y confundido.
El morocho sin dudarlo dos veces, tironeo de mi brazo y me pego contra su pecho para abrazarme.
Cerré los ojos con fuerzas mientras las lágrimas seguían saliendo, y noté como las manos de Daniel subían y bajaban por mi espalda, reconfortándome y haciéndome sentir un poco mejor de lo que estaba. Aún así, me separé un poco de el para mirarlo, y acto seguido me pasé un paso por la cara para sacar mis lágrimas, seguro estaba horrible y toda hinchada pero tenía que decirlo.

—Y-yo, lo sien...—intenté decir, de tanto llorar se me había contracturado el pecho y parecía que tenía hipo por la forma en la que hablaba.

Antes de que pudiera terminar o mas bien arrancar de nuevo para darle una explicación, el se volvió a acercar para abrazarme fuerte.

—Ya está Mora, después hablamos de eso—murmuró despacio, y sentí como sus manos viajaban a mi pelo para hacerme caricias—Quédate tranquila, y no llores mas.

Tragué en seco y me aferré a Daniel, cerré mis ojos nuevamente mientras las lágrimas seguían deslizándose completamente por mi cara y mojaban la remera de el, a pesar de tener la nariz taponada todavía era capaz de oler el rico perfume que tenía.

—Te quiero mucho Mora.

Y esas palabras me bastaron para sentirme mas culpable de lo que ya me sentía y mas feliz por saber que el me quería.











• • •

Aapaa faceta desconocida del enano

El se hace el duro pero es un solcitoooo

distinto ; daniel ribbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora