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19. fuertes declaraciones.

Saqué la pava del fogón y la coloque arriba de un trapo que estaba encima de la mesa para que no dejara la marca.
Me di la vuelta para agarrar de un armarito un paquete de chocolinas y ahora si me senté, mientras Daniel preparaba el mate.

—Bueno, empeza—declaré abriendo el paquete de galletitas para sacar una y darle un mordisco.

Terminó de tomarse el mate mientras cebaba otro y esta vez me lo entregó a mi.

—Estaba confundido.

¿Confundido? ¿Qué?

Lo quedé mirando con el ceño fruncido mientras chupaba de la bombilla sin entender a lo que se refería.

—¿Confundido con qué?—cuestioné, entregándole el mate para que se sirviera el y aproveché para agarrar otra masita.

Se pasó una mano por el pelo, soltó todo el aire de sus pulmones mientras rodaba los ojos y de una vez por todas me miro.

—Estoy confundido con vos, Mora.

Alcé una ceja y me quedé mirándolo más confundida de lo que estaba porque Daniel me tiraba la información a medias, además de que nunca le había dado motivos para que estuviera confundido conmigo, desde el primer momento le había aclarado lo que yo quería a Daniel y el siguió para adelante.

Y antes de que preguntarle por qué, el se adelantó:

—Es complicado pero...

Me pasé la lengua por los labios y conté hasta diez para tenerle la paciencia que se merecía porque sino me iba a estresar e iba a parecer una histérica.

—Contame—pedí, el hizo una mueca y estiró su mano para agarrar la mía y entrelazarla.

Esa acción me dejó un poco descolocada, y el pareció darse cuenta porque vio mi reacción y quiso sacar la mano, pero antes de que lo hiciera le apreté la mano para que no la separara de la mía.

—Estaba confundido porque me asustó el hecho de sentir mucho en tan poco tiempo, Mora—empezó el peliblanco, y sentí como un nudo se me formaba en la garganta por el nerviosismo que cargaba encima. Se volvió a tocar el pelo y siguió:—Con Sol fue todo re distinto, ella me cagó y lo que me dolió fue que le transmití la suficiente confianza para que conociera a toda mi familia.

A medida que me iba contando, sentía pena y bronca por todo lo que me decía.
Pena, porque Daniel le había abierto su corazón y bronca porque ella no había sabido valorarlo.

—Sé que no te importa eso, pero yo tenía miedo a que pasara lo mismo la vez que fuiste a casa. No fue planeado pero no quería que pasara lo mismo que con Sol, además de que a mi mamá y a mi hermana les caiste re bien y siempre que pueden me preguntan por vos—informó e instintivamente empecé a hacer caricias en el dorso interior de su mano con mi pulgar—Fui un pelotudo, porque me fije en mí y no tuve empatía con vos, en el sentido de que vos también estabas mal porque no hablábamos o eso quiero creer...

No sabía que decir.
Era cierto de que estaba mal porque no hablaba con Daniel, pero lo manejaba mejor que la primera vez que lo hizo.
Me dolía sí, pero medio que tenía aceptado que íbamos a volver a hablar o por lo menos iba a recibir una explicación por parte de Daniel de por qué no me había estado hablando.

—Y perdón por todo el daño que te hice todo estos días, sobretodo hoy que me presente re tarde, pero es que hoy te vi con el pibito ese y me ganaron los celos y quería saber...

—Agustín es un amigo que me tiene ganas sí, pero a mi me gustas vos Daniel—intervine por primera vez en la noche, y vi como los ojos del anterior morocho se ponían brillosos, cosa que me hizo sonreír un poco—Y realmente no sería tan forra como tu ex y menos cagarme en la confianza de tu familia y en la tuya.

El se levantó de su sitio para acercarse hasta mi y tironeó de mi brazo para que me levantara y de un momento al otro agarró mi cara y note como sus ojos estaban cristalizados.

—Me siento un maricón, pero posta me importas Mora.

Sonreí sin mostrar los dientes y sentí como las lágrimas se empezaban a formar en mis ojos. Puse mis manos sobre su carita y me acerqué a besarlo, él tenía sus manos en mi cintura mientras dejaba leves caricias y rápidamente pasé mis manos por su cuello.

—Te extrañé—habló mientras me daba pausados besos haciéndome sonreír como tonta y el volvió a hablar:—Sos hermosa.

Se separó un poco, vi que tenia los ojos aguosos y como las lágrimas se deslizaban por sus cachetes, además de que su nariz se había empezado a poner roja.

—Me muero que lloras—solté con ternura y el se paso la manga del buzo por la cara para sacarse las lágrimas, después de eso, lo agarré de la carita para que me mirara—Ay mi amor.

Me acerqué para darle un dulce beso, el cual se mezclo con sus lágrimas saladas y él aprovechó para encerrarme en un abrazo y apretarme lo más que podía a su cuerpo.

Ver que el amor de Daniel, era correspondido me ponía feliz y más por el hecho de ya nos habíamos reconciliado y estaba todo mas que bien.
Además de que lo menos iba a imaginar es que el peliblanco fuera tan sensible y ahora entendía muchas cosas acerca de su comportamiento.

—¿Queda muy virgo si te pregunto si querés ser mi novia?—interrogó después de separarse un poco de mi y se llevó la mano a la nuca para rascársela en símbolo de nerviosismo.




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se imaginan a daniel llorando? Ayy cositaaa
Son muy chulos no podia hacer que estuvieran peleados mucho tiempo.

Vayan preparando pañuelos porque el siguiente es el último.

Otra cosa que quería decirles pipis es que seguramente entre hoy/mañana publique una novela nueva, y por último feliz año espero que lo hayan pasado hermoso, vamos por mass chiques✨💗!!

distinto ; daniel ribbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora