Capítulo 13. Encuentro

121 25 1
                                    

             Are you gonna be my girl - Vintage swing jet cover ft Addie Hamilton


Nueva Orleans 2011

La canción escogida pero Asuma la había tocado infinidad de veces en el bar de Kakashi claro, esa debía de ser la única razón por la cual no estaba cometiendo errores de principiante al tocarla, sus dedos lograban recordar su posición y agradecía que fuera así porque en ese momento no podía apartar la vista de Hinata.

Luz de luna, el nombre de la canción le quedaba a la perfección a la hermosa joven, no importaba si era en Vermont porque su belleza no se vería opacada en ningún lugar. La mirada de Naruto se deslizo por su cuerpo, no era un santo, había esperado ver de nuevo algo de su hermosa piel lechosa expuesta, pero no fue así, a pesar que traía un pantalón ajustado, la inmensa chamarra que llevaba le llegaba casi a los muslos y aunque la tela ocultaba todo bien, la imaginación de Naruto comenzaba a idear todo lo que no podía ver...

Pero entonces escucho algo distinto a los acordes comunes de la famosa canción, no la cambiaban pero resaltaba su melodía, poso entonces su vista y su atención en los dedos blancos que tocaban el piano y en el hermoso rostro de ángel de Hinata con los ojos cerrados, perdida en absoluto por la música que estaban haciendo juntos.

Una emoción intensa le recorrió el cuerpo, le erizo la piel. Ella tenía una fuerza y un espíritu poderoso en el escenario, algo irresistible, indómito e indomable y mucho más atractivo que su físico se dio cuenta.

La canción termino y ella le sonrió. Supo que estaba en graves problemas y lo cierto es que le importó un carajo.

- Maravillosa versión - La esposa de Asuma se limpió unas cuantas lágrimas.

- Hacen un buen dúo chicos - Los halagó Asuma, lo que logro avergonzarlos a ambos – Oye Naruto al final no dijiste que te trajo a nuestro bar.

El rubio se quedó como estatua un instante recordando que Kakashi seguramente lo mataría si no regresaba en ese instante por arte de magia. El tipo no tenía sentido de la puntualidad pero la exigía ¡Maldición!

- Bourbon – Se llevó una mano al rostro, completamente frustrado. Había encontrado a la chica y tenía que marcharse otra vez – El pedido de Kakashi llegara mañana y no tiene ni una gota para hoy, quería saber si podías vendernos al menos una caja.

- Eso sí es mala suerte, sin Bourbon en estas fechas – Asuma se rasco pensativo la barba - Bien pero no la vendo, mañana mismo me la reponen cuando el pedido de Kakashi llegue - lo señalo en advertencia y se fue a buscar la caja a la bodega.

Naruto se giró de nuevo hacia la hermosa chica para verla aun sentada en el piano pero observándolo a él. Cuando la descubrió Hinata se ruborizo, un gesto que hizo sonreír a Naruto por y para ella.

- Espero que nos estemos viendo – Se acercó nervioso y sin saber cómo actuar con ella. Se agacho a su altura para mirar de nuevo esos maravillosos ojos grises – Me encantaría que fueras a verme tocar, estaré hoy y mañana en el bar de Kakashi.

- Tal vez... - Respondió Hinata desviando ligeramente la mirada

Kurenai observaba la escena enternecida, pero se decidió a intervenir. Su ahijada necesitaba algo de normalidad en su vida.

- Oh linda ve, nunca te diviertes – Viendo la inseguridad de Hinata agrego – Ya eres mayor de edad, Kakashi no te venderá nada de alcohol pero estoy segura que no habrá problema porque te quedes a ver el espectáculo.

- ¡Aquí está la caja! – Anuncio Asuma.

El tiempo se había acabado y tenía que marcharse rápidamente, recibió la caja pero espero un par de segundos mirando a Hinata. Un asentimiento, eso era suficiente, ella había aceptado.

Ahora debía marcharse, pero no todo eran malas noticias ya que volvería a verla y también importante era mayor de edad, un bonus para restregarles a los idiotas de sus amigos. Le dio una última mirada en despedida y se encontró pensando que hubiera ido tras ella mayor de edad o no.

Houston 2006

- Lo siento – Hinata se sentía terrible e injustificadamente culpable.

¿Había otra cosa que pudiera decirle?

Toneri. No era su intención hacerle ninguna clase de daño, pero no había otra solución más que ser sincera.

- Si es por Ino...- Hinata cortó lo que fuera decir con un gesto de su mano.

- No es por ella, es por mí - Estaba tan cansada, dar explicaciones sin que ella hubiese hecho nada provocaba una chispa de ira en ella – Yo no tengo esa clase de sentimientos por ti y siento que tú los hayas desarrollado por mí – Su rostro se trasformó en una mueca herida y Hinata se preguntó si había sido muy fría con él.

- Nunca le di ilusiones a la rubia esa - El tono frio y tan despectivo que uso no le gusto en lo más mínimo. Era su mejor amiga y Toneri la estaba tratando como si fuera un mosquito de esos que te persiguen hasta sacar tus instintos asesinos.

- Y yo jamás te di a entender nada a ti, nada que fuera más que una amistad – La pizca de ira había crecido aunque un poco de miedo había aparecido al ver la expresión trasformada de odio y algo perturbador en su mirada, algo obsesivo y aterrador.

- Bien, como quieras. – La miro de arriba abajo con desprecio – Después de todo te vas para no volver - Su expresión cada vez más dura y oscura – No puedo creer todo el tiempo perdido en ti y en esa estúpida rubia.

Sin más salió como alma que lleva el diablo, la fuerza con la que cerró la puerta fue tan desmedida que se volvió a abrir, dejando a Hinata atónita y aterrada. Toneri siempre había sido amable y nunca lo había visto perder los estribos, sabía que tenía mal genio pero nunca imagino que pudiera llegar a tanto.

Soltó los puños que había formado con las manos cuando él había hablado mal de Ino, observo sus manos temblar y el leve enrojecimiento en las palmas de sus manos, si hubiese tenido uñas se habría hecho daño.

¿Esa era la manera en la que actuaban los chicos de su edad? ¿Furia desmedida al no obtener lo que desean y no se les ha ofrecido nunca?

Tuvo que admitir en un suspiro que la reacción de Toneri, su mirada, su desprecio y su ira la había afectado. La había atemorizado mucho más de lo que la enfermedad de la que por fin estaba saliendo nunca lo había hecho.

- ¿Estas lista? Tenemos que irnos – Ino se asomó por la puerta entreabierta y cuando Hinata no respondió entro por completo y cerró la puerta - ¿Estas bien?

- Si, vamos quiero irme de este horrible hospital lo más rápido posible - Habló con la misma rapidez que recogió las ultimas cosas en la habitación.

- Hinata - suspiró, Ino la conocía bien.

- Estaré mejor al salir de aquí – Su amiga la ayudo con su vieja mochila.

- Si no quieres hablar está bien – Hinata la miro sorprendida - Sólo por esta vez, ni te emociones.

Le sonrió en agradecimiento y salió del hospital con si fiel compañera y respiro, no era aire limpio en absoluto, era Houston por Dios pero en ese instante olía a libertad.

Gracias al Jazz [NaruHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora