QUIEN ES EL
La mañana siguiente desperté claramente abrumada. Mi cabeza dolía desmedidamente y tenía una angustia emergiendo de mi pecho, a la cual no le podía encontrar razón. Decidí tomarme una pastilla, tal vez eso calmaría el dolor, pero no la angustia que llevaba dentro. Y lo más frustrante era que no entendía por qué me sentía así, tan... vacía.
Cuando salí al comedor, Carol y Louis estaban desayunando, un desayuno que parecía el fin del mundo. Al menos departe de Louis, Carol nunca probaba más de un sorbo de leche y un bocado de comida. Los saludé de la forma habitual, mientras me sentaba y me servía café con leche de la tetera. Tomé de mi bolso una pastilla para el dolor de cabeza y la ingerí con un trago de café.
– ¿Estás bien? – Preguntó Louis al ver mi reciente acción. Asentí.
– Si, sólo tengo un poco de molestia en la cabeza... – Dije algo frustrada. Había algo, algo que mi cabeza había olvidado. Pero no sabía qué. Intentaba hurgar en los recovecos de mi mente. Sólo recordaba haber estado investigando sobre las cicatrices de Harry y luego, negro. Sentía que algo había pasado y eso era el origen de mi angustia. Tal vez sólo era idea mía y de otra forma sólo estaba pasando por un mal día. Lo único que tenía planeado hacer hoy era rogar para que el profesor de Arte acceda a tomarme el examen y encontrar de alguna manera a Harry para hablar con él. Sólo eso limpiaría mi mente de dudas y si no quería hablar conmigo, tendría que hacerlo de todos modos. Si él iba a cuidarme, necesitaba que sea honesto conmigo y para poder confiar en él. Y para ello necesitaba, primero, saber que escondía.
Llegamos los tres a la Universidad, algunos minutos antes de que la primera clase empezara. Louis se fue hacia el área de Literatura, Carol a sus clases de Psicología, y yo me dirigí completamente abrumada hacia Arte. El profesor me vio entrar y suspiró. Me encaminé tratando de repasar la interminable mentira que le había preparado, si funcionaba debía ganarme un Oscar.
– Williams... – Susurró mientras acomodaba algunas hojas en su lugar sobre su muy desacomodado escritorio. Tragué con fuerza dando paso a mi discurso.
– Profesor, la razón por la que no vine ayer al examen fue porque....
– ¡Oh! ¡No te preocupes, tu hermano vino ayer a mi clase y me dijo lo que había pasado con tu padre, todo está bien! Siéntate en el primer pupitre, te daré el examen – Señaló el pupitre donde tenía que sentarme y tomé la hoja llena de preguntas.
Me quedé pensando, punto uno, no tenía hermano, punto dos, nada había pasado con mi padre y punto tres, sí que tenía suerte. Trataba de resolver los dos enigmas frente a mí, el examen y el relato anterior del profesor. La única forma de que me lo volviera a tomar era justificando con algo realmente grave, pero se notaba que mi "hermano" había sido un buen mentiroso. Decidí despejar mi cabeza, con insistencia tan sólo por unos minutos hasta que acabara de responder las preguntas, luego podría pensar en que había pasado desde que descubrí aquella reveladora información en mi cuarto la noche anterior.
Cuando por fin las horas en la Universidad volaron decidí la loca y no muy lógica idea de ir a buscar a Harry ¿Dónde? No sabía. Lo único que recordaba de camino a su casa era que primero habíamos pasado por “Angel´Soul” y luego de ahí había ocurrido ese extraño sucedo con el hombre llamado Víctor. Al amanecer había despertado en su casa y cuando Will me llevó de regreso a mi apartamento fui la suficientemente tonta como para no mirar el camino de regreso. Así que mi primer lugar de destino era Angel´Soul. Aunque era peligroso y estaba sola, tal vez alguien en todo ese lugar podía llegar a ser amable amable y me podía indicar como llegar a la casa de Harry.