Capitulo 17

657 49 3
                                    

DESPEDIDA

Harry volvió casi media hora después, con la camisa rota y una herida en el abdomen, que poco a poco al acercarse a nosotros, fue curándose con rapidez. Me acerqué a él, Louis entró segundos después, con la camisa empapada en sangre.

–  ¿Qué sucedió? – Preguntó Will viendo la apariencia de los dos chicos frente a nosotros. Carol corrió a Louis.

–  Víctor tenía la Daga Sagrada, no sé cómo la consiguió, él tenía que dársela a Luci – Contestó Louis.

–  ¿Por qué a mí? – Pregunté confundida.

–  Necesitas la Daga Sagrada y el Libro Sagrado para poder cumplir la profecía – Contestó Harry sentado en el sofá frente a mí, tenía el ceño fruncido y miraba al suelo.

–  No voy a cumplirla, no mataré a los Vampiros – Dije firmemente.

–  Es una Profecía Luci, tarde o temprano todo en ella se cumplirá, si no es ahora, será en un par de años, pero eso no falla – Contestó Louis con molestia.

– ¿Están enojados conmigo? Yo no pedí esto – Dije refiriéndome a Louis y Carol, ellos negaron con la cabeza.

–  No estamos enojados, los Vampiros sabemos que ese día llegará, nosotros no deberíamos estar aquí, por eso tenemos que extinguirnos, no estamos enojados contigo, entendemos que tiene que pasar, pero hay otros que no lo entienden Luci, otros que creen que se extinguirán por tú culpa, no por la de la Profecía – Carol habló haciéndome razonar, la miré y ella me dedicó una pequeña sonrisa.

– ¿Por qué él tenía la Daga? No lo entiendo, eso no debería estar en manos de otra persona, y sobre todo en las de Víctor  – Murmuró Harry caminando hacia una de las habitaciones.  Miré a los chicos, y noté que las valijas que yo había ido a buscar a casa de Carol hace un par de días estaban allí.

–  ¿Cómo encontraron las valijas? – Pregunté sorprendida.

–  Cuando Harry no contestaba mis llamadas, fuimos a su casa, y vimos tus cosas a mitad del bosque, ahí fue cuando los Vampiros que te tenían atrapada, y a Harry, los secuestraron, tus cosas quedaron ahí, y las subí al auto de Harry, luego de ver a tu madre, llamé a Lina para irlos a buscar – Explicó Will.

–  ¿Hablaste con mi madre?

–  Sí, no sabíamos dónde rayos estaban, así que lo último que me quedaba era hablar con ella, me dijo lo que había sucedido, y tuve que cortar varias cabezas para llegar a ustedes – Terminó diciendo Will.

–  Wow… Gracias – Solté con una pequeña sonrisa.

–  Iré a buscar las cosas que faltan al auto, ahora regreso – Will seguido de Lina salieron por la puerta, Carol y Louis estaban sentados en el sofá, comencé a arrastrar mi valija hacia la habitación donde Harry se había metido, cuando entré él estaba acostado con las manos en la cabeza. Dejé las cosas en la entrada de la habitación y me recosté a su lado.

–  ¿Qué tienes? – Pregunté mientras los dos mirábamos el techo.

–  Toma – Harry me tendió una Daga de color blanca, era bastante larga, y tenía una funda de metal en el cuchillo.

–  Harry… –  Murmuré por lo bajo – No lo haré, no acabaré con los Vampiros – Dije firmemente, el cerró los ojos.

–  No te obligaré a hacer nada cielo, pero tal vez la necesites luego – Comentó acariciando mi mejilla, yo fruncí el ceño.

– No se usarla.

– Sólo la clavas en las cicatrices y luego todo acabó ¿Sí? – Dijo besando repetidas veces mi cuello.

El Ángel Caído: La Profecía de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora