LA PROFESIA DE SANGRE
|Inglaterra, Londres, 1° de Febrero de 1870|
Balthazar, el padre verdadero de Luci, estaba en las puertas del Palacio LordKing, esperando recibir información acerca de su próxima misión. En las siguientes horas, se desataría una guerra entre Vampiros y Ángeles Caídos, y la humanidad caería también bajo sus peleas y masacres.
La misión del Guerrero Vampiro, Balthazar, era proteger el Libro Sagrado, este contenía Escrituras Sagradas de los Vampiros y Profecías, y también encontrar la Daga Sagrada, la única arma hecha para matar Ángeles Caídos, esta daga fue hecha por manos de Vampiros, los Caídos la hurtaron hace siglos atrás para que ningún Vampiro pueda matarlos e ir contra ellos.
Balthazar debía realizar la misión encomendada a él urgentemente, antes de que la guerra comenzase y el Libro Sagrado y la Daga Sagrada estuviera en manos incorrectas. Uno de los Arcángeles que cuidaban las puertas del cielo había caído ese día, hacía sólo un par de horas, Harry Black, él debía encontrarlo, ya que Black tenía en su poder la Daga Sagrada.
Blooddreaver, el lugar donde debía encontrar a Black estaba atestado de basura y suciedad, los Caídos merodeaban de aquí para allá, en busca de Vampiros, es por eso que Balthazar tuvo que tener extremo cuidado en su accionar esa noche. Cuando llegó a la mitad de la calle, vio un letrero iluminado que decía “Goes to´Hell", allí se encontraba Black, podía sentirlo de a quilómetros. Balthazar se adentró al bar mugroso y se encontró con el dueño, Dimitri, muerto a sus pies. Dimitri tenía una profunda herida en las cicatrices de sus alas, de un color azul oscuro, lo que quería decir es que la herida había sido hecha con la Daga Sagrada que él estaba tratando de encontrar, miró hacia los costados, en busca del arma, pero no la halló.
Una figura alta, fornida e intimidante salió de las penumbras, sosteniendo en su mano, la Daga. Balthazar miró al sujeto con furia, pero este sólo sonrió y negó con la cabeza. Black se acercó a él con paso lento, pero decidido.
– Sé lo que buscas – Murmuró el Caído por lo bajo. Balthazar alzó su vista a la Daga y luego a los oscuros verdes ojos de Black que parecían ser negros.
– ¿Black? – Preguntó Balthazar confirmando la identidad del ex -Arcángel, Black asintió y se paró a sólo dos metros de él.
– ¿La quieres? – Preguntó Harry divertido, Balthazar asintió sin más – Conozco la Profecía, sé que necesitas tener esta Daga y el Libro Sagrado que llevas bajo la chaqueta a salvo de cualquier Ángel Caído, la Profecía de Sangre, la conozco – Comentó Black con aires de superioridad.
–Verter dos gotas de sangre humana, y dos gotas de sangre vampirica en la fuente del Palacio LordKing, así los Vampiros llegarán a su fin – Dijo Balthazar dando a conocer la Profecía de Sangre, Black asintió.
– Tú no quieres que los Vampiros se extingan, yo tampoco, como cuidador del cielo, debo proteger a todas las especies que habitan en la tierra, me agraden o no, los humanos no son mis favoritos, tampoco los Vampiros, pero es mi deber – Dijo Black.
– ¿Pero no eres un Caído ahora? – Dijo notando que Black no tenía sus alas.
– Lo soy, pero no deja de correr por mis venas el deber al que se me fue asignado – Black le tendió la Daga Sagrada a Balthazar.
– ¿Me la darás así? ¿Sin ninguna condición? – Preguntó el Vampiro sorprendido.
– Te la daré, si juras que yo sea el que mate al elegido de cumplir la Profecía de Sangre, sólo yo, debo asegurarme de que me estás diciendo la verdad y que esto no es un engaño sólo para volver a recuperar la Daga – Dijo Black con el ceño fruncido, Balthazar asintió.
– Juro que nadie además de ti podrá matar al elegido – Balthazar juró por su raza que Harry Black sería el único que podría matar al elegido de cumplir la Profecía de Sangre.
–¿Cada cuantos años nace un posible elegido? – Preguntó Black antes de que Balthazar salga por la puerta trasera.
– Cada 124 años, luego de que ponga el Libro Sagrado y la Daga Sagrada en la fuente del Palacio de LordKing comenzará la cuenta regresiva – Balthazar agradeció a Black, pero este antes de que se fuera lo frenó diciendo:
–Otra cosa, pídele a tu líder que no mande a los Vampiros, no habrá guerra, yo me encargaré de los Caídos, tú cumple tu parte, o hablaré a cualquier Ángel o humano sobre la Profecía y tu raza estará en peligro en manos de cualquiera – Advirtió Black. Balthazar abrió los ojos en sorpresa.
– ¿Cómo pretendes que pare a todo un ejército de Vampiros? – Dijo con algo de diversión en su voz.
–Lo harás, si no, hablaré – Amenazó Black con una ceja levantada.
– De acuerdo – Balthazar salió por la puerta trasera, Black miró a Dimitri aún lado en el suelo. Salió a las calles y cumplió su parte del plan, ningún Ángel Caído atacaría a ningún Vampiro, no habría guerra.
Balthazar se encargó de también cumplir su parte del trato, escribió junto a la Profecía que sólo Harry Black podía matar al elegido. Y también hizo parar al ejercito de Vampiros.
Se preguntarán porque Black era tan bondadoso con Balthazar, pues no era sólo porque le preocupaban las razas sobre la tierra, sino que él creía que si tal vez paraba una gran Guerra entre Caídos y Vampiros y si mataba el elegido, los guardianes del cielo lo dejarían volver en recompensa. Black no era ninguna alma caritativa, y odiaba a los Vampiros, pero ahora era un Caído, los poderes que tenía como Arcángel se les habían sido arrebatados, y su punto final siempre fue volver al cielo. Black comenzó a contar los días, tenía que esperar 124 años para que un elegido aparezca y él pudiese matarlo, ese sería el fin de su plan.
Balthazar escondió los objetos en el Palacio, bajo llaves, junto a la fuente divina. El día en que el elegido llegase, ese candado sería abierto por el mismo elegido y allí se cortaría con la Daga Sagrada, leería las palabras Sagradas del Libro y juraría la paz.
La profecía de Sangre no era para cualquier persona, esta tenía que llegar a su madurez, y llevar en su sangre parte Humana y parte Vampira, verter en la fuente dos gotas de cada una y así los Vampiros, excepto el elegido serían extintos de la faz de la tierra.
Lo que Balthazar no sabía era que el elegido iba a ser el fruto de su amor y el amor de una Humana. Años después Lucila Stephen nació accidentalmente. Meredith, la mujer por la que Balthazar vivía, dio a luz a su hija Luci. Balthazar supo que su hija iba a ser una posible elegida, ya que contenía su sangre y la de la Humana Meredith. Balthazar huyó lejos de las dos mujeres, dejándolas solas. Nadie debía saber que la niña era un Híbrida, y que era la elegida, sólo él y su esposa lo sabían.
Harry esperó el momento de matar al elegido por años. Luci vivió una vida Humana común y corriente. Pero Black nunca hubiera pedido ser el que matara al elegido si hubiera sabido que era el amor de su vida. Luci Stephen.
Ahora Harry debería elegir entre su propia salvación, que era volver al cielo, y la salvación de Luci, era condenarse eternamente a la vida en la tierra.