Y otra vez vuelvo a revisar nuestras antiguas conversaciones, vuelven a caer lágrimas de mis ojos al recordar aquellos días tan increíbles, inolvidables. Tengo una rotura irreparable en el corazón que dejaste tras tu partida, un vacío en el pecho que parece incapaz de llenarse. Pero sigo esperando a que vuelvas, te sigo escribiendo con la esperanza de una simple respuesta. Aunque me esté rompiendo, aunque me esté ahogando, sigo aquí.
