Capitulo 18

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No podía creer lo que mis ojos veían, era horrible, era como ver una película de asesinos en serie.

- ¡¿Mamá, qué hiciste?! - Mi amigo ahora estaba tirado en el suelo desangrándose.

Mi madre se giró para verme, y entonces se acercó con el filo del cuchillo apuntándome.

- Si tengo que cortarte las piernas para que no te vayas de mi lado, lo haré Lucy - Yo estaba traumada - Si tengo que matar, no dudaré. Si tengo que...

No la terminé de oír, me dirigí a la escalera corriendo ya que ella había enloquecido y por su mirada, pensaba cumplir cada idea atroz que decía.

- ¡Lucy, sabes que no me gusta que corras en la casa! - La oí seguirme.

Cuando llegué arriba pensé rápido y me dirigí a su habitación, ella tenía mi móvil y me urgía llamar a una ambulancia para que ayuden a Larcade.

Logré cerrar la puerta antes que ella entrase, cerré con seguro y luego dejé a mi hija en la cama para poder mover el pequeño mueble que yacía al lado y ponerlo en la puerta, de esa forma me aseguraría que mi madre no entre pese a todo el esfuerzo que haga para derribar la puerta.

- ¡Abre, hija! - Ella golpeaba la puerta con fuerza - ¡Abre o también te cortaré las manos! ¡Abre malcriada!

Con las piernas y manos temblando de miedo abrí los cajones del ropero de mi madre y  busqué mi móvil ya que ella siempre guardaba mis cosas ahí.

Pero no, no estaba ahí.

Empecé a buscar en otros lados, pero nada, ¡No encontraba nada!

¡Mi madre había perdido la cabeza y quería mutilarme!

Empecé a llorar como una niña aterrada, cargué a mi hija y me encogí en un rincón de la habitación llena de temor, solo imaginaba lo peor.

Para mi y para mi hija.

- ¡Lucy!

Ella al no oír respuesta mía que no sean sollozos y un llanto descontrolado, se fue y volvió unos minutos después.

Mi hija empezó a llorar luego de verme a mi hacerlo cada vez más desesperada, ahora las dos llorabamos mientras yo suplicaba que alguien nos ayude.

Que mi padre venga y me proteja como hacía conmigo y mi hermano cuando mi madre nos "Corregía" de niños.

- ¡Has sido una niña muy mala, Lucy! - Grité con terror cuando la puerta fue víctima de un hachazo.

¡Iba a entrar!

- ¡No! ¡No me hagas daño, soy tu hija! - Le supliqué.

Pero ella seguía rompiendo la puerta con esa herramienta peligrosa.

No tenía escapatoria, mi madre me mataría, y conociéndola no se detendría aunque le suplique clemencia, compasión o perdón.

Ella no perdonaba dos veces, ni siquiera conocía el perdón con otras personas. 

- ¡Mamá, basta! - Ya había hecho un hueco en la puerta, podía ver parte de su rostro desfigurado por la ira - ¡Mamá, lo siento!

Abracé a mi hija protegiéndola, no quería que mi vida terminara así. Quería ver a mi niña crecer y tener todo lo que yo no pude, quería verla cumplir sus metas como graduarse.

- ¡No! ¡Mamá, no! - Grité con pánico cuando logró agrandar aquel hueco.

Hizo a un lado el mueble pequeño y metió la mano por la abertura para quitarle el seguro a la puerta. Entró y comenzó a acercarse a mi con aquel hacha en la mano derecha.

- Si hago esto es porque no puedo vivir sin ti, sin las dos  - Me habló como si estuviera haciendo lo correcto - Es la única forma para que no las alejen de mi, para que no me dejen sola...

- N-no... - Negué una y otra vez - N-no nos lastimes...

- Es lo mejor - Se iba agachar para llevarse a mi hija y hacer lo que tenía en mente conmigo.

Cerré mis ojos con fuerza apretando más a mi niña contra mi, no quería dársela, solo muerta me la quitaría, pero no iba a entregarla para que luego le haga lo mismo que a mi.

Y es que ella era capaz de eso y de cosas aun peores, dentro de mi siempre lo supe.

Todos lo sabíamos.

Por eso mi padre no soportó un día más con ella y la dejó para ser feliz con alguien que sí lo ame de verdad...

- P-papá... - Dije en un susurro audible.

- ¡Lucy!

Mis parpados se abrieron al instante y vi como mi madre fue levantada a la fuerza por Fullbuster y Fernández.

- ¡¿Estás bien?! - Sentí una mano en mi hombro, era Dragneel.

No tenía palabras que expresen lo que sentía, estaba en shock.

- ¡¿Qué hacemos con esta tía?! - Reaccioné en cuanto se refirieron a mi madre - ¡Argh!

Mi mamá mordió a Gray tan fuerte en la oreja que este la terminó soltando. Jellal quiso detenerla, pero fue imposible ya que mi madre le dio un cabezaso en la nariz liberándose también de él.

- ¡Se escapa!

- ¡Déjenla! - Dragneel los detuvo cuando quisieron ir tras ella - No tiene salida.

Yo vi como unos oficiales atraparon a mi madre antes que ella baje las escaleras. Se la llevarían, se llevarían a mi madre, y pese a toda la mierda que había echo, me dolía.

- Lucy - Dragneel me ayudó a levantarme - ¿Estás bien? ¿Logró hacerte algo?

- Se llevan a mi madre - No le hice caso, fui tras los oficiales para no dejarla sola.

Tal vez era una locura, pero yo la amaba, y no podía dejarla sola.

- ¡Mamá! - Salí de casa justo cuando la metieron a una patrulla - ¡Mamá, lo siento! - Lloré mientras la veía a través de la ventana - ¡Mamá! - Golpeé el vidrio, quería que me viera, pero ella no lo hizo.

Seguía luchando para que esos tipos la suelten, y es que los oficiales eran todos hombres y ella no soportaba estar cerca de uno, menos cuando se sentía atacada.

- ¡Mamá! - Grité con una presión en el pecho cuando se la llevaron - M-mamá... perdóname...

Ese día fue uno muy duro para mi, lo único que alivió un poco mi culpa fue que atendieron a Larcade para luego llevárselo al hospital.

Natsu me dijo que él los llamó mientras mi madre forzaba la puerta para atraparme, que con las pocas fuerzas que le quedaban le pidió a él que me salve de ser asesinada por mi propia madre.

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Continuará***

"Cuando el peligro está en casa"  |Fanfic_FT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora