"Cuando el peligro está en casa" |Fanfic_FT|

Capitulo 6

Mi hermano estaba muy feliz luego de conocer a su primogénito. Ya me confesó que su anhelado sueño era tener primero un varón y luego dos niñas, y por lo visto la vida lo consintió.

- Mamá es así, no hay nada de que preocuparse - Él terminó de hacer mis maletas.

Solo pudimos estar con ellos una semana más ya que mi madre ya quería volver. Al igual que Sting, sospecho que su decisión se debe a mi sobrino. Mi mamá no lo quería, solo lo cargó una vez y luego se alejó de él lo que más pudo.

A mi hermano lo amaba por ser su hijo, y por lo visto, por más que intentaba hacer lo mismo con Yamil, ella no era capaz de darle afecto.

- Sting - Él dejó a su hijo junto a Yukino, su esposa dormía ya que durante la noche el pequeño no la dejó pegar ojo.

- ¿Sí?

- Puedo contar contigo si mamá sobrepasa la raya - Él frunció el ceño - Está muy sobreprotectora, me hizo jurar que nunca me acercaría a un hombre.

- ¿Tienes novio?

- No, pero sí un amigo - Él comprendió - Ahora ya no quiere que me acerque a Merendy y con ella compartía mis gustos, sino es con ella, lo hago con Larcade, ¿Lo recuerdas?

- ¿Larcade? - Se puso a pensar - ¿Larcade Vermilion?

- Ese mismo - Sonreí - Es un buen amigo y con mamá pegada a mi no podré hablar con él.

- Lucy - Me abrazó - Cualquier cosa me puedes llamar, si te sientes ahogada con las reglas de mamá, dímelo.

- No sabes lo tranquila que me quedo ahora que sé que puedo tener el apoyo de mi hermano...

- Yo te quiero mucho, Lucy - Se separó unos centímetros - No lo dudes, por ti soy capaz de todo, incluso de traerte conmigo si mamá sobrepasa su autoridad.

- Amo a mamá, pero su carácter fuerte y frío me llega a dar miedo, siento que no estoy segura con ella.

- Cualquier cosa comunícate conmigo.

- Sí, te lo prometo.

...

El viaje de regreso a casa fue muy tenso, ella no quiso intercambiar palabras conmigo, seguía enojada por la "Ocurrencia" que propuse en medio del parto de Yukino.

Al llegar a nuestro apartamento de dos pisos, el cual pagaba mi papá, pues no había de otra, me dirigí callada a mi habitación y traté de olvidar los problemas.

- Hija - Ella entró - Yo sé que ahora estás un poco enfadada conmigo, pero tú sabes que todo lo hago por tu bien.

- ¿Me podrías devolver mi móvil? - Pedí, ella lo pensó - Necesito ponerme al corriente con las materias.

- Entonces usa el teléfono de la casa.

- Necesito comunicarme por mis redes sociales.

- Lucy, esas cosas son malas - Dijo seria - Tú no sabes la cantidad se pervertidos que van tras niñas inocentes y lindas como tú.

- Mamá, yo no hablo con personas que no conozco.

- ¡Pero de todas formas la gente es mala! ¡En especial los hombres!

- Mamá...

- No habrá móvil, solo la computadora y la usarás bajo mi supervisión.

No tuve de otra más que encogerme de hombros y conformarme. Mi madre cuando decía no, era no simplemente, y nada la hacía cambiar de opinión.

- Ahora baja que debemos hacer la cena.

- ¿Podemos ordenar pizza?

- Yo te hago una mañana si quieres, pero nada de pedidos.

- Está bien - Salí detrás de ella.

Esa noche ella preparó una cazuela sencilla y yo ayudé a poner la mesa. Ella odia muchos temas, por eso decidí mejor contarle como me estaba llendo en el instituto.

Luego ella se puso a lavar los trastes en lo que me daba un baño y un lavado de dientes. Al salir con mi pijama de dos piezas ella entró, me dio un beso en la frente y luego me dejó dormir tranquila. 

Al día siguiente me levantó a la antigua al echarme un vaso de agua en la cara, y pues me quedé dormida y ahora se me haría tarde para entrar a mi primera hora de clases.

Cuando llegamos al instituto ella tuvo que hablar con la directora para que me dejen entrar ya que los inspectores no me dejaron por el enorme restraso.

Mi madre convenció a la directora Mavis y luego se despidió de mi. 

En el salón todo estuvo muy normal, solo Larcade se emocionó con mi llegada y con mucho gusto me pasó y explicó toda la materia que me perdí.

- ¿Quieres un helado de fresa?

- No tengo dinero para pagarlo, pero ve a comprarte uno si quieres, mi mamá me preparó pizza.

- Yo te compro uno.

- Larcade no es necesario.

- ¡Entonces yo tampoco comeré uno!

Comencé a reír por lo gracioso que era. Sin embargo mi sonrisa desapareció al visualizar a Dragneel en una de las mesas del comedor.  Tal vez mi dolor no hubiera sido tan grande si no lo hubiese visto muy sonriente con una de sus compañeras.

Lisanna, una de sus ex-novias.

- ¿Te pasa algo? - Larcade tocó mi hombro.

Yo continué con mi mirada en ellos, ¿Acaso Dragneel y Strauus habían vuelto? ¿O por qué Dragneel la besó de pronto delante de todos sus amigos?

Muchas preguntas retumbaron en mi mente.

- ¡Lucy! - Casi se me sale el alma al escuchar el grito de Larcade - ¿Estás bien? ¿Quieres que vayamos a la enfermería?

- N-no - Sonreí nerviosa - Mejor vamos a otro lado.

- Si tu gustas - Se levantó y comenzó a guardar los comics graciosos que me trajo - Es un buen momento para comentarte que fuiste seleccionada para participar en el campeonato de geometría.

- ¡¿Qué?!

Me tape la boca al instante ya que mi grito se escuchó por todo el comedor.

- Eso - Larcade sonrió - El premio es una computadora último modelo y una beca que cubre el 50% de la carrera que eligas en la Universidad.

- ¡Entonces no perdamos tiempo! - Estaba muy emocionada - ¡Iré a estudiar cuanto antes! ¡Debo ganar ese premio cueste lo que cueste!

- Sabía que la noticia te haría muy feliz.

- ¡Lucy! - Oí la voz de Merendy, ella estaba con los populares y se acercó a mi para darme un abrazo - ¡¿Dónde estabas?! ¡Te llamé y llamé pero nada!

- ¿Para qué me llamaste?

- Necesito que vayamos a un lugar más privado para decirte - Miró a Larcade.

- Bueno, te veo en el salón - Mi amigo sonrió y se dirigió a la salida.

- Solo dilo - Miré a Merendy - Creo que ya sabrás que nuestras mamás se enojaron con la otra, y por lo menos la mía me ha prohibido acercarme a ti.

- ¡Es problema de ellas!

- Merendy, lo siento pero mi mamá me matará como siga conversando contigo - Ella borró aquella sonrisa - Es capaz de cambiarme de instituto y no quiero, lo siento.

Ella se quedó ahí parada, yo con una presión en mi pecho me alejé de ella y fui tras mi amigo.

.
.
.

Continuará***