Capitulo 20

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Me terminé los fideos y luego me lavé los dientes, era sorprendente como hasta para los huéspedes tenían cepillos nuevos y sin sacar de sus envolturas.

Sin duda, Dragneel tenía la gran vida.

- Heartfilia - Oí su voz antes de meterme a la cama - Quiero hablar contigo unos minutos antes de que te duermas.

- ¿No puede ser mañana? - Por su expresión parece que no - Está bien.

Salí de la habitación para hablar con él afuera, de esa forma no despertaría a mi hija.

- ¿Qué quie...? - Sentí sus labios sobre los míos, puse mis manos en su pecho en un intento de alejarlo, pero solo logré que me levante como si fuera una pluma.

Luché, él estaba aprovechándose de la situación y eso no me daba ninguna gracia. Sentí aquella erección suya y mis mejillas ardieron, ¿Qué pensaba este idiota? ¿Qué cedería a sus caricias porque sí?

Solo podía quejarme, exigirle con empujones que me bajase porque estaba cometiendo un error, yo no quería hacerlo con él, no después de todo lo que viví hoy.

En cambio él no se rindió, me giró mirando contra la pared y en menos de lo que pensé subió mi pijama de una pieza hasta mi cintura y bajó de un tirón mi braga.

Traté de empujar sus caderas con mis manos, pero no sirvió de nada porque me tenía bien sujeta y su altura en comparación con la mía no ayudaba.

Todo fue muy rapido, me acarició "ahí" con la mano de forma descarada y yo gemi inevitablemente a pesar de que le pedí que pare porque no era momento para semejante acto vulgar.

- Siente... - Ahogue un sollozo cuando sentí su miembro ingresar por un lugar aún virgen en mi - Mira como me pongo por ti...

- Estás...loco.. - Logré decir a duras penas - N-no... me duele...

- Tú me deseas, Heartfilia... - Mordió mi oreja - Y yo no puedo esperar más...

Él empezó a empujar una vez que metió la mayor parte de su miembro.

Yo no podía hablar siquiera, él me masturbaba al mismo tiempo que me penetraba por detrás.  

El tiempo pasó sin darme cuenta hasta que se vino.

Me dejó tranquila y entré molesta a la habitación para ir al baño y limpiarme los fluidos que sinceramente no me hubiera gustado sentir, y todo porque no quería tener sexo, y menos con él después de como se ha portado conmigo.

- Cambia esa cara - Rio cuando me vio salir del baño - Admite que te gustó tanto como a mi.

Yo lo ignoré, no tenía deseos de soportar más sus estupideces.

- Bien, te dejo sola porque al parecer quieres matarme - Sonrió y se dirigió a la puerta.

- No piensas conocer a tu hija - Lo detuve, él se giró levantando una ceja - Eso mismo, creo que deberías siquiera cargarla una vez.

- Yo quería un niño.

¿Era una broma? ¿Quería decir que rechaza a mi hija porque no fue del sexo que esperaba?

- Es tu hija sin importar qué - Me aproxime a él hasta que nuestras caras quedaron muy juntas - Es tu sangre, y que haya sido niña no va a cambiar eso.

- Ya la vi.

- ¿De qué color son sus ojos? - Él guardó silencio - ¿Sabes a quién se parece más?

- Lucy, que te haya ofrecido techo no quiere decir que vaya a hacerme cargo directamente de la niña, ya les di protección, creo que eso es suficiente.

- Pues crees mal - Él se tensó - Quiero que tomes a tu hija y le digas que la amas.

- ¿Me estás dando órdenes?

- Sí - Dije seria, él dejó de sonreír como estúpido - Y aunque mi hermano vuelva por mi, vas a reconocer a tu hija y le darás tu apellido.

- Lucy, no me provoques.

En ese momento mi hija comenzó a llorar fuertemente como ya era habitual.

- Vamos, aprovecha que despertó y callala - Lo agarré del brazo y lo empujé para que diera un paso en dirección a la niña, él quedó sorprendido - Es tuya también, ella te reconocerá porque eres su padre.

Él me quedó mirando unos segundos como tonto, de seguro no sabía ni como hacerlo. Me acerqué a mi niña y la levanté con cuidado para dársela a él.

- Así, cuidado con la cabezita - Él me miró extraño y luego le dirigió la misma mirada a mi bebé - Ahora dile cosas lindas, que se acostumbre a tu voz.

Dragneel seguía shokeado ahí con la niña en sus brazos, parecía una de esas momias de Egipto.

Mi hija empezó a callarse en cuanto él la movió con temor en sus brazos.

¡Y dicen que los milagros no existen!

- ¿Cómo se llama? - Preguntó de la nada.

- Catalina.

- ¿Catalina? - Se burló - ¿De todos los nombres le pusiste el más feo?

- Si te parece tan feo porque no vas pensando en otro para cambiarselo - Otra vez volvió a quedarse tieso - Tienes hasta mañana para pensar en uno, porque siendo sincera a mi tampoco me agrada el nombre que le puso mi madre.

- ¿Quieres que yo le ponga el nombre? - No se lo creía - Debes estar jugando - Rio.

- Hablo muy en serio - Me senté en el colchón - Y piensa en uno que represente algo bonito, de eso va depender tu relación con la niña.

- ¿De qué hablas? - Frunció el ceño.

- Si escoges un nombre que represente algo hermoso, yo me quedo contigo aunque mi hermano me pida que me vaya con él, así tú tendrás cerca a nuestra hija - Expliqué ante su mirada ingenua - Por el contrario, si eliges un nombre feo u ofensivo, te juro que nunca más nos volverás a ver en tu vida.

- ¿Serías capaz de desaparecer?

- La decisión es tuya - Dije fría - Tú eliges.

- ¿Aceptarás cual sea mi decisión?

- Solo te diré una cosa.

- Qué.

- Cuando digo que nunca más nos volverás a ver, me refiero a que te haré firmar un contrato donde renuncias a tus derechos de padre, y que incluso prohíba tu acercamiento por cualquier medio a ella.

- Bien, no será tan difícil.

- Y para que lo pienses mejor - Me metí en las sábanas - Hoy dormirás con ella en tu habitación.

- ¡Te has vuelto realmente loca! ¡No podré pegar ojo si comienza a llorar! 

- Yo iré a alimentarla cada vez que eso suceda, pero luego me devolveré aquí, ahora no tienes porqué quejarte.

- Perra.

- Cuidado, te estás refiriendo a la mujer que te dio una hija.

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Continuará***

  

"Cuando el peligro está en casa"  |Fanfic_FT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora