Capitulo 4

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Desperté por el estruendoso ruido de la música. Mire por la ventana y ya era de madrugada, el sol ya se asomaba. Me sorprendió que la fiesta siguiese, habían pasado horas y aún podía oír los gritos de las chicas en el piso de abajo.

Agarré mi ropa y me vestí, mi madre me iba a matar como despierte y no me vea en mi habitación.

Salí con un dolor punzante en el estómago, con una molestia "Ahí abajo".

Bajé las escaleras rápidamente y busqué con la mirada a Merendy.

¡La muy tonta estaba borracha hasta las patas!

- Merendy - La sacudi - ¡Merendy debes llevarme a casa! ¡Por favor mi madre me matará como no me vea!

Ella seguía bailando de forma graciosa, suspire y busqué en sus bolsillos su billetera, saqué el dinero suficiente para pagar un taxi y se lo devolví.

Salí por la puerta delantera pese a que habían chicos dormidos y otros bebiendo en el suelo.

Una vez en la calle paré el taxi.

- ¡¿Han visto a la muchachita de Primero?!

Antes de subir escuché a la novia de "Gray", amigo de Natsu, preguntando por mi. Yo no tenía tiempo para hablar, tenía que llegar a casa o me llevaría el más grande regaño y castigo de mi vida.

- Gracias - Bajé del taxi rápidamente luego de pagar y en silencio entré, mi madre despertaba a las siete de la mañana y eran las seis con cuarenta minutos.

Subí con sumo cuidado hasta mi habitación y cerré, desórdene mi cama al propósito y saqué mi uniforme de repuesto. Me desnude y escondí la ropa de Merendy en el closet, fui corriendo al baño y encendí la ducha.

Me bañe muy rápido, mi mamá en unos minutos entraría con el desayuno y yo siempre la esperaba bañadita.

- ¡Lucy!

- ¡Si! - Salí con la toalla cubriendo mi cuerpo y el pelo húmedo.

- Hija - Se acercó y con otra toalla secó mi cabello que aún goteaba - ¿Te bañaste con agua fría?

- No me di cuenta - Sonreí nerviosa - Mamá, ayer yo...

- ¿Por qué no comiste la comida que te guardé? - Yo no entendí - ¿Me esperaste? Lo siento, ayer mi jefe me pidió trabajar más horas y llegué tan casada que no pase a darte el beso de las buenas noches.

- ¡No te preocupes! - Ahora había comprendido todo - Sé que tú trabajo es muy importante.

-Bueno, pequeña - Sonrió - Ahí te dejé tu desayuno, luego de desayunar bajas para que te peine.

- S-si.

Ella salió.

Me puse mi uniforme y desayuné más tranquila. Lo de ayer, lo que ocurrió entre él y yo, nunca lo olvidaría. Estaba realmente feliz, y nada iba a arruinar esa felicidad.

Bajé para despedirme de mi madre, pero entonces vi algo que me dejó sorprendida, mi papá estaba discutiendo con ella. Mi papá tenía otra familia, y no era común que viniera aquí.

- ¿Papá? - Él se giró para verme y se acercó sonriendo con emoción y me abrazó con fuerza.

- Lucy... mi pequeña... - Susurró - Como te extrañé princesa.

- ¿Papá que estás haciendo aquí? - Lo separé enojada - Por favor vete.

- Lucy, amor, tenemos que hablar - Yo miré a mi madre, ella estaba con lágrimas amargas.

- Vete - dije seria - Aquí no eres bienvenido.

- Lucy por favor, hija - Agarró mi rostro entre sus manos - Tú eres mi niña adorada, mi princesa y no quiero seguir distanciado contigo...

- Debiste pensar en eso cuando le fuiste infiel a mi mamá - Me aleje de él y fui a la puerta para abrirla - Vete por favor, déjanos a mi mamá y a mi en paz.

- Lucy...

- Te lo ruego - Él agachó la cabeza y lo hizo.

Cerré la puerta y abracé a mi mamá. Ella lloró en mi hombro ya que en el fondo nunca dejó de amar a mi papá, pero eso no significaba que lo perdonaría. Subimos a la habitación, la suya, y ahí me quedé con ella, mi mamá se ponía mal cuando ocurría algo relacionado con mi papá.

Para no descuidarla preferí no asistir a clases ese día, mi mamá me necesitaba y no la dejaría sola.

- Lucy...

- ¿Si? - Sonreí.

- Nunca te enamores - Mi sonrisa se borró - Jurame que nunca dependerás ni estarás con un hombre.

- Mamá, es que yo...

- ¡Jura que me harás caso! - Ahora estaba dolida - ¡Hija debes entender que los hombres son así! ¡Juegan contigo y luego te desechan como basura! ¡Todos son iguales!

- Mamá...

- Yo no quiero que tú, mi única y preciada hija, pase por lo que yo tuve que pasar - Se me formó un nudo en la garganta, mamá estaba realmente mal y no podía lastimarla con mi negación - Lucy, amor, por favor...

- Está bien, mamá - Sonreí abrazandola - Te prometo que nunca traeré ni viviré con un hombre...

- No lo necesitas hacer - Me alejó unos centímetros - Tú y yo sabemos que nunca estaremos separadas, y que yo jamás te descuidare como hizo tu papá.

- Te amo, mamá.

- Y yo a ti, amor - Limpié la lágrima que cayó por su mejilla derecha - Es más, ¿Qué te parece si vamos a visitar a tu hermano?

- ¿A Sting? Pero él está en España.

- Yo hablo con él, así yo, tú y tu hermano pasaremos unos buenos momentos en familia.

- ¿Y el Instituto?

- Tú no te preocupes por eso - Sonrió - Yo me encargo de todo, mejor ayúdame a hacer los equipajes.

- Está bien.

Sting era el primer hijo de mis padres, tiene 25 años y se casó el año pasado con su novia, ahora están apunto de tener a su primer hijo y después de meses, por fin los volveríamos a ver.

Yo amaba como a nadie a Sting, él siempre fue mi héroe, mi hermano era y sigue siendo mi único y mejor amigo.

- ¿Quién es? - Mi mamá me miró interrogante cuando mi móvil comenzó a sonar.

- Una amiga - Ella se acercó y me quitó el móvil.

- Ya no quiero que hables con esta chica.

- Pero tú y su mamá son amigas.

- ¡No quiero que hables con ella! ¡Esa mujer, su madre, es una mujer sin escrúpulos!

- Mamá...

- Mi hija no puede andar con malas compañías, ¿Fui clara?

- Si - Susurre bajo - Lo siento...

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Continuará***

"Cuando el peligro está en casa"  |Fanfic_FT|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora