Desperté por el estruendoso ruido de la música. Mire por la ventana y ya era de madrugada, el sol ya se asomaba. Me sorprendió que la fiesta siguiese, habían pasado horas y aún podía oír los gritos de las chicas en el piso de abajo.
Agarré mi ropa y me vestí, mi madre me iba a matar como despierte y no me vea en mi habitación.
Salí con un dolor punzante en el estómago, con una molestia "Ahí abajo".
Bajé las escaleras rápidamente y busqué con la mirada a Merendy.
¡La muy tonta estaba borracha hasta las patas!
- Merendy - La sacudi - ¡Merendy debes llevarme a casa! ¡Por favor mi madre me matará como no me vea!
Ella seguía bailando de forma graciosa, suspire y busqué en sus bolsillos su billetera, saqué el dinero suficiente para pagar un taxi y se lo devolví.
Salí por la puerta delantera pese a que habían chicos dormidos y otros bebiendo en el suelo.
Una vez en la calle paré el taxi.
- ¡¿Han visto a la muchachita de Primero?!
Antes de subir escuché a la novia de "Gray", amigo de Natsu, preguntando por mi. Yo no tenía tiempo para hablar, tenía que llegar a casa o me llevaría el más grande regaño y castigo de mi vida.
- Gracias - Bajé del taxi rápidamente luego de pagar y en silencio entré, mi madre despertaba a las siete de la mañana y eran las seis con cuarenta minutos.
Subí con sumo cuidado hasta mi habitación y cerré, desórdene mi cama al propósito y saqué mi uniforme de repuesto. Me desnude y escondí la ropa de Merendy en el closet, fui corriendo al baño y encendí la ducha.
Me bañe muy rápido, mi mamá en unos minutos entraría con el desayuno y yo siempre la esperaba bañadita.
- ¡Lucy!
- ¡Si! - Salí con la toalla cubriendo mi cuerpo y el pelo húmedo.
- Hija - Se acercó y con otra toalla secó mi cabello que aún goteaba - ¿Te bañaste con agua fría?
- No me di cuenta - Sonreí nerviosa - Mamá, ayer yo...
- ¿Por qué no comiste la comida que te guardé? - Yo no entendí - ¿Me esperaste? Lo siento, ayer mi jefe me pidió trabajar más horas y llegué tan casada que no pase a darte el beso de las buenas noches.
- ¡No te preocupes! - Ahora había comprendido todo - Sé que tú trabajo es muy importante.
-Bueno, pequeña - Sonrió - Ahí te dejé tu desayuno, luego de desayunar bajas para que te peine.
- S-si.
Ella salió.
Me puse mi uniforme y desayuné más tranquila. Lo de ayer, lo que ocurrió entre él y yo, nunca lo olvidaría. Estaba realmente feliz, y nada iba a arruinar esa felicidad.
Bajé para despedirme de mi madre, pero entonces vi algo que me dejó sorprendida, mi papá estaba discutiendo con ella. Mi papá tenía otra familia, y no era común que viniera aquí.
- ¿Papá? - Él se giró para verme y se acercó sonriendo con emoción y me abrazó con fuerza.
- Lucy... mi pequeña... - Susurró - Como te extrañé princesa.
- ¿Papá que estás haciendo aquí? - Lo separé enojada - Por favor vete.
- Lucy, amor, tenemos que hablar - Yo miré a mi madre, ella estaba con lágrimas amargas.
- Vete - dije seria - Aquí no eres bienvenido.
- Lucy por favor, hija - Agarró mi rostro entre sus manos - Tú eres mi niña adorada, mi princesa y no quiero seguir distanciado contigo...
- Debiste pensar en eso cuando le fuiste infiel a mi mamá - Me aleje de él y fui a la puerta para abrirla - Vete por favor, déjanos a mi mamá y a mi en paz.
- Lucy...
- Te lo ruego - Él agachó la cabeza y lo hizo.
Cerré la puerta y abracé a mi mamá. Ella lloró en mi hombro ya que en el fondo nunca dejó de amar a mi papá, pero eso no significaba que lo perdonaría. Subimos a la habitación, la suya, y ahí me quedé con ella, mi mamá se ponía mal cuando ocurría algo relacionado con mi papá.
Para no descuidarla preferí no asistir a clases ese día, mi mamá me necesitaba y no la dejaría sola.
- Lucy...
- ¿Si? - Sonreí.
- Nunca te enamores - Mi sonrisa se borró - Jurame que nunca dependerás ni estarás con un hombre.
- Mamá, es que yo...
- ¡Jura que me harás caso! - Ahora estaba dolida - ¡Hija debes entender que los hombres son así! ¡Juegan contigo y luego te desechan como basura! ¡Todos son iguales!
- Mamá...
- Yo no quiero que tú, mi única y preciada hija, pase por lo que yo tuve que pasar - Se me formó un nudo en la garganta, mamá estaba realmente mal y no podía lastimarla con mi negación - Lucy, amor, por favor...
- Está bien, mamá - Sonreí abrazandola - Te prometo que nunca traeré ni viviré con un hombre...
- No lo necesitas hacer - Me alejó unos centímetros - Tú y yo sabemos que nunca estaremos separadas, y que yo jamás te descuidare como hizo tu papá.
- Te amo, mamá.
- Y yo a ti, amor - Limpié la lágrima que cayó por su mejilla derecha - Es más, ¿Qué te parece si vamos a visitar a tu hermano?
- ¿A Sting? Pero él está en España.
- Yo hablo con él, así yo, tú y tu hermano pasaremos unos buenos momentos en familia.
- ¿Y el Instituto?
- Tú no te preocupes por eso - Sonrió - Yo me encargo de todo, mejor ayúdame a hacer los equipajes.
- Está bien.
Sting era el primer hijo de mis padres, tiene 25 años y se casó el año pasado con su novia, ahora están apunto de tener a su primer hijo y después de meses, por fin los volveríamos a ver.
Yo amaba como a nadie a Sting, él siempre fue mi héroe, mi hermano era y sigue siendo mi único y mejor amigo.
- ¿Quién es? - Mi mamá me miró interrogante cuando mi móvil comenzó a sonar.
- Una amiga - Ella se acercó y me quitó el móvil.
- Ya no quiero que hables con esta chica.
- Pero tú y su mamá son amigas.
- ¡No quiero que hables con ella! ¡Esa mujer, su madre, es una mujer sin escrúpulos!
- Mamá...
- Mi hija no puede andar con malas compañías, ¿Fui clara?
- Si - Susurre bajo - Lo siento...
.
.
.Continuará***
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"Cuando el peligro está en casa" |Fanfic_FT|
Fiksi PenggemarLucy es una "niña" que sueña con ser una chica grande, de esa forma cree que podrá estar con el chico que le gusta, un joven que está por entrar a la Universidad y que ha sido por mucho tiempo su amor platónico.