"Cuando el peligro está en casa" |Fanfic_FT|

Capitulo 21

Me desperté cinco veces durante la noche para darle pecho a mi hija, y en cada una de ellas veía a Dragneel más demacrado por la falta de sueño.

Al final desperté al día siguiente por una llamada que hizo Sting al móvil de Natsu, y pues yo me lo robé ya que lo necesitaba y al parecer él ni cuenta se dio.

- Si - Respondí.

- ¿Dónde estás?

- Te mandaré la dirección, ¿Tienes donde anotar?

- Espera un segundo.

Le di la dirección de la casa de Dragneel y colgué.

Me bañé para quitarme el sueño que aún me quedaba y al no tener ropa que ponerme me volví a poner mi pijama. Ordené la cama y salí de la habitación. Como Natsu mencionó, ya habían sirvientas limpiando su mansión y al verme se quedaron sorprendidas. 

Hice lo que ese tarado me pidió y les dije a todas que era una "amiga" suya.

Me llevé bien con esas mujeres, y es que todas eran mucho más mayores que yo. Las ayudé a preparar el desayuno y ellas me comenzaron a contar las travesuras que Dragneel cometió en su niñez.

Me dijeron que una vez tuvo intenciones de volar por lo que se subió al techo, pero solo logró terminar postrado en una cama de hospital por un mes.

- Alguien la busca - Una de ellas me interrumpió - Es un chico que se llama Sting, pregunta por usted.

- Que pase - Dije de inmediato - Chicas por favor dejenme a solas con él.

Ellas obedecieron y fueron a hacer sus deberes en otras partes de esa gran casa.

Como sabía que mi hermano y cuñada vendrían ordené que preparen cuatro desayunos del mismo tipo.

- Sting - Sonreí cuando lo vi entrar y lo abracé con necesidad al igual que a su esposa, y de paso a mi sobrinito.

- ¿Por qué estás aquí? - Mi hermano observó la mansión -  ¿Qué pasó?

- Vengan, les contaré - Los invité a tomar asiento - Es algo difícil de decir, pero es lo mejor.

- Bueno, soy todo oídos - Sting ni siquiera probó su café - Habla ya.

- Tuve una hija hace dos meses y...

Bastó con eso para que él se ponga pálido como la nieve.

- ¡Dime que oí mal!

- Todo lo contrario, oíste muy bien - Él miró a su esposa, Yukino asintió y ahora sí, él se levantó de golpe de la mesa gritando groserías sobre quién era el padre.

- ¡Habla ya o yo mismo busco al infeliz para acabar con él!

- El papá de mi hija está con ella en el piso de arriba, ¡Sting, deja que termine! - Lo agarré enojada cuando estuvo por subir las escaleras - ¡Aún hay muchas cosas que tienes que saber!

- Pero después me dejarás golpearlo.

- Solo una vez.

- Trato hecho.

- Lo peor vino cuando mamá se enteró - Él se volvió a sentar en la mesa al lado de su esposa - Me dio la paliza de mi vida, y me encerró para luego vigilarme más de lo que ya hacía.

- ¿Te pegó?

- Tú la conoces - Él se sintió mal, lo sabía - Todo estaba "Bien", ella dijo que no me echaría a la calle si daba a mi bebé en adopción.

- A todo esto, ¿Qué hizo el infeliz que te embarazó?

- No quiso responder, pero me dará una respuesta definitiva ahora.

- ¡A ese infeliz lo mato ahora mismo!

- ¡Sting! - Volví a frenarlo.

- ¡Dos golpes!

- ¡Como quieras!

- Sigue contando - Volvió a la mesa.

- Cuando mamá supo que tendría una niña, ella cambió su decisión por otra peor - Él no entendió - Me dijo que adoptaría a mi hija, que desde ese momento sería suya y no mía, que ahora mi bebé sería mi hermana... ¡Y obviamente me negué!

- ¡¿Mamá hizo eso?! 

- ¡Y cumplió su palabra! - Grité enojada - ¡En cuanto tuve a mi hija me la arrebató! ¡No dejó que me acercase a ella si no era para darle de comer!

Sting oía absorto al igual que su esposa.

- Un compañero fue a buscarme a la casa, se dio cuenta de las agresiones que recibía por parte de mamá y me propuso irme con él - Recordé con pena -  Yo acepté y mamá se enojó mucho, enloqueció y trató de matarlo, lo hirió con un cuchillo.

- ¿Q-que?

- Ella dijo cosas horribles, dijo que iba a cortarme las piernas y los brazos para así evitar que me fuera de su lado - Otra vez sentí esa cantidad de miedo que me recorrió ayer - C-casi nos mata a mi hija y a mi con un hacha....

- Por dios, Lucy - Yukino se acercó y me abrazó con cariño - Lucy, debió ser muy duro...

- ¿Ella hizo eso? - Sting se acercó y yo asentí - ¿Te hizo daño?

- Por suerte el padre de mi hija y sus amigos llegaron a tiempo para impedirlo.... - Susurre.

- Lucy... yo...

- Por eso mamá será procesada y luego la llevarán a una prisión.

- Lucy, pequeña - Me abrazó con fuerza - Hermanita, no sabes como me siento al no haber estado ahí para protegerte...

- Tuve mucho miedo...

- Ahora no volverás a temer - Me separó y besó mi frente - Toma a tu hija, nosotros nos iremos ahora mismo a España.

- Sobre eso...

- ¿Qué pasa?

- Hice un trato con el padre de mi hija - Él apretó los dientes - Si me demuestra que quiere a la niña, yo me tendré que quedar con él...

- Lucy, no - Mi hermano me miró con celos, reí - ¿Para qué? Conmigo estarás mejor.

- Debo pensar en mi hija primero - Él quería insistir.

Pero entonces se quedó mirando algo detrás mío, me giré y ahí estaba bajando Dragneel por las escaleras, de seguro mi hija seguía dormida.

- ¿Es él? - Preguntó Sting.

- ¿Y esta gente que hace en mi casa, Lucy? - Dragneel estaba sin ningún brillo - Y quienes se creen para sentarse en mi mesa.

- Mejor dime que nombre elegiste para tu hija.

- ¿De qué nombre hablas? ¿Ibas en serio con esa tontería?

Desgraciado, eso era, un infeliz hijo de la gran perra.

- No cabe duda que eres un egoísta.

- Egoísta no, soy justo. El dinero que te ofrecí para que te largues con tu hija aún sigue dispo...

Antes que acabe mi hermano lo golpeó en la cara, una vez Dragneel en el suelo continuó con una patada en el estómago.

Yo también había hecho un trato con Sting, así que no lo detuve ni reclamé, después de todo yo también quería golpear a Natsu.

- ¡Yo te enseñaré a respetar a las mujeres! ¡En especial a mi hermana, imbécil!

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Continuará***

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CristalSArcos