1- El clan Shan.

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 Tres años habían pasado desde que se anunció el fin de las guerras en el mundo de la cultivación. 

A todos nos sorprendió la repentina muerte de Jin GuangYao, hay algunos rumores que decían que su muerte había sido por venganza de Nie Huaisang, pero aquello solo afectaba a las grandes ciudades. 

Nosotros, el clan Shan siempre habíamos vivido tranquilamente. Eramos un pequeño pueblo situado frente al mar. Y como este quedaba lejos de todos los grandes clanes siempre habíamos vivido en tranquilidad incluso cuando el Clan QishanWen desató la locura de muerte. ¿Quién iba a preocuparse por a penas 40 cultivadores de los cuales 20 eran ancianos, 10 eran pescadores y los otros 10 eramos jóvenes sin futuro, obligados a seguir las tradiciones de nuestro clan. Pescar y sobrevivir. 

Aunque, ese no era mi estilo. No era la primera vez que intentaba escapar de ese pueblo. Siempre solía imaginar como serían las grandes ciudades como Yiling, o incluso como serían las aburridas clases del clan GusuLan. 

Y sin embargo, ahí estaba junto a mi primo, intentando cazar cangrejos. 

-A tu derecha Shan Xia! Corre! -Me gritó mi primo, el cual tenía a penas 14 años tratando de atrapar la pobre vida del animal. 

Intenté atrapar con mis manos el cangrejo, pero su velocidad me superaba en creces así que se escapó de mis manos y aún tratando de cogerlo, escuché como una voz gritaba por mi ayuda. 

-¡Shan Xia! Te necesitamos! Corre, otra vez el anciano Pihan! 

Y aunque la aldea era algo aburrida me podía sentir de utilidad. Como era la hija directa del clan, había heredado poderes de cultivación. Y por lo tanto, tenía la capacidad de poder transferir la energía espiritual del agua, aunque algo diferente. Algo como curar en cierto modo. 

Me acerqué hacia el anciano pudiendo ver como de nuevo entraba en pánico, era un hombre de alta edad que parecía estar demente. Solía ponerse agresivo sin razón. Según mi madre...''Le faltaban dos telediarios para irse hacia una vida mejor''. 

Como ya había hecho otras veces, tomé algo de agua en un pequeño vaso y puse mi mano tapando el líquido. Este empezó a brillar de forma azul celeste. 

-Listo, esto le tranquilizará, aunque...es la tercera vez esta semana.... -Dije tendiendo el vaso hacia la hija del señor Pihan, y es que cada vez el anciano estaba teniendo más y más ataques. 

Tras ello, caminé nuevamente por la playa, solía pasar la gran mayoría de tiempo por allí. Esperando a que él regresase. 

Mi padre, había sido escogido en una gran expedición en busca de tierras lejanas. Hace cosa de 18 años, llegaron exploradores diciendo que estaban buscando al jefe de mi clan, quizás esa fue la única vez que nos prestaron algo de atención. Como solíamos ir en barca a pescar, teníamos conocimientos de como navegar. Y a causa de ello, mi padre tuvo que irse con ellos. 

Bueno, siendo claros lo tomaron por la fuerza, o sino iban a quemar nuestro pueblo. Así que simplemente se sacrificó por nosotros.

Y ya iban casi 18 años desde ello. 

Tratando de no volver a caer en el mismo pozo de cada día pensando si podría volver a verle una vez más, me dirigí a dormir. 

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El ruido de la noche me despertó junto al olor a cenizas. Presa del pánico, salí de mi cama pudiendo ver ante mis ojos lo último que hubiera podido imaginar. El pueblo Shan estaba completamente ardiendo. 

Intenté ocultarme tras la ventana al ver pasar a un hombre, no llevaba ropas conocidas de ningún clan, iban simplemente de negro con un velo que les ocultaba el rostro. 

''Mamá!'' -Pensé mientras empezaba a escabullirme entre los restos de las casas quemadas hasta poder ver como un hombre degollaba a mi madre sin piedad. 

En ese instante, quise hacer un grito de agonía, sin embargo, una mano me tapó la boca al instante. 

-Shan Xia, no grites. Soy yo....-Dijo una voz. La podía recordar perfectamente, era mi padre. Me abrazó tan fuerte como pudo y me llevó hacia dentro de una de las casas.

-¿Dónde has estado? ¿Quienes son estos hombres? Ma...mamá! Han matado a mam....-Nuevamente me tapó la boca con su mano.

-No hay tiempo cariño... durante todo este tiempo he intentado volver. Pero el mundo de allí fuera es mucho más peligroso de lo que imaginamos. - De su pecho sacó un objeto envuelto en un pañuelo. - Esos hombres buscan esto. Pero si ellos lo tienen podrían acabar con el...

Los ruidos y golpes podían escucharse cada vez más cerca. 

-No hay tiempo...tienes que coger esto y huir. Busca a los grandes clanes y avisales. Hay un gran mal acercándose. - Puso ese objeto entre mis manos a pesar de mis constantes quejas. No podía entender nada. 

Podríamos huir juntos, sin embargo, un empujón me sacó por la puerta trasera de esa casa.

-Siento no haber estado estos años querida hija.- Pude escuchar antes de que valientemente se dirigiese hacia esos hombres llamando su atención para evitar que me viesen. 

No tenía otra opción. Así que aún con ese objeto entre mis manos, empecé a correr mientras las lágrimas se resbalaban de mis mejillas. 

Era el fin, aquello era el fin de mi tranquila vida. 


Mis pies tenían heridas, mis piernas a penas podían dar unos pasos. Quizás había estado andando tres días y no me había cruzado ni con una sola alma. 

A penas había comido un par de frutas que había encontrado por el camino. Y por suerte, durante la noche había dormido en lo alto de un árbol para evitar que monstruos y otros seres rencorosos pudiesen acabar conmigo.

Era quizás la madrugada del cuarto día cuando una voz me levantó. Era la primera voz en mucho tiempo que escuchaba. Casi sentía ganas de llorar. 

-JingLing te he dicho que no es por ahí....-Susurró una voz joven. 

-¡Te quieres callar! Fairy sigue caminando en esta dirección así que algo vamos a encontrar! -Contestó al otra voz. 

El sonido de un perro llamó mi atención. Aunque a penas podía moverme de esa incómoda rama de árbol donde había dormido. Mi energía casi podía desaparecer en cualquier momento. 

-A....y..u...da....-Dije con voz seca y casi inaudible, pues no había bebido agua desde que había cruzado ese río el segundo día. 

Por suerte, aquel perro,  si llegó a escucharme empezando a ladrar hacia mi. 

-¿Qué has encontrando Fairy? ¿eh...? Espera...

-¡Ten cuidado! 

Y quizás, al saber que pronto iban a encontrarme, dejé mis últimas fuerzas notando como mi consciencia se desvanecía cayendo del árbol. 

-¿Qué hacemos ahora Shizui? ¿Está muerta? 

-¿No ves que está respirando? ¡Vayamos al Cloud Recesses, es lo que queda más cerca! 

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Pues hasta aquí el primer episodio de esta novela~ 

Espero que no os toméis a mal que cambie algunos aspectos de la serie/novela/anime. Tan solo es un propósito como fan! ♥ 

Melting your heart. { Jiang Cheng & You } TERMINADA!Where stories live. Discover now