STRAWBERRY DADDY

DÍA SIETE.UNO: ¿UNA NOCHE ROMÁNTICA?

Al llegar al hotel, se notaba a Charlie un poco cansada por lo que decidieron ambos subir a la habitación además que al pelirrojo le funcionaba que ella descansara, cuando entraron, se toparon de frente con Cherry y Vaggie, ambos pelirrojos se miraron con complicidad, algo se traían entre manos algo que no dirían a ninguna de sus parejas lo que tenían planeado para ellas, Vaggie había notado esa mirada, tenía miedo tanto de que Alastor dañara a Charlie como de que para colmo de males también le robara a su 2da pareja, cuando llegaron a la habitación Charlie se dejó caer rendida en la cama, Alastor procedió a despojarle de los zapatos y a arroparla.

-Ven papi si no; no me dormiré-

El pelirrojo suspiró y se acomodó en la cama cayendo también en brazos de Morfeo, pasaron 3 horas y el pelirrojo despertó sobresaltado, se había quedado dormido y tenía muuuucho que hacer, salió a toda prisa de la habitación topándose con una Cherry Bomb algo molesta.

-Sabes no tenemos mucho tiempo debemos sacar a estos pecadores del comedor para realizar la cena rápido para despejarlos-

Si ya lo sabía, se apresuró rápidamente a hacer los respectivos platillos para dejar el comedor aislado, la razón por la que ellos se veían con complicidad era que habían quedado el día anterior en hacer algo lindo para sus parejas y que mejor que una cena romántica.

//Flash back//

Alastor bajaba para tomar un poco de agua cuando se encontró con Cherry Bomb.

-Hola, este Alastor ¿cierto? -

La pelirroja sabía lo que se rumoreaba sobre el demonio radio, pero pensó en que por esta vez tomaría todo lo que se decía y lo mandaría al carajo ya que lo necesitaba para impresionar a Vaggie, quería que ella dejara de sentirse culpable por cambiar a Charlie tan rápido, es decir a la otra ni parecía importarle por caminar entre las nubes de las manos del demonio radio.

-Sí, un gusto señorita-

Se mostraba confiado y cortes, definitivamente ella no comprendía el dejar a Vaggie por eso, pero no estaba ahí para juzgar los gustos de la rubia.

-Mira, necesito tu ayuda y en parte también te beneficiaría, quiero impresionar a Vaggie y sé que se teda muy bien cocinar y quiero que me enseñes-

Alastor arqueaba una ceja sin entender, la verdad la idea de hacer una cena romántica para Charlie ya le había estado dando vueltas por la cabeza, además que, porque no asegurarse que no entre otro "ex" en la relación ya tenía suficiente con el presuntuoso de Seviathan, así que porque no ayudar a la pelirroja a conquistar a una posible rival, mataría dos pájaros con un solo tiro.

-Bien, será una cita doble, te enseñare a cocinar, pero tendrás que seguir cada uno de los pasos, si considero que no eres apta para aprender, simplemente daré por terminada la "clase" y me retirare sin más-

Cherry estaba decidida a lo que fuese por Vaggie.

-Ok, lo acepto-

No preguntaría quién le fue con el chisme ya que apostaba todo a que fue Angel, al terminar la clase se pusieron de acuerdo con algunos detalles como el favor que le pediría a Rosie sobre la vestimenta que pediría para Charlie.

//Fin del Flash back//

Luego de que todos los demonios terminaran de cenar, Niffty quién vio a Alastor y a Cherry limpiar decidió ayudarles para que terminaran rápido, lo que no contaban era con cierta cotilla que se encontraba viendo como el demonio y la pelirroja terminaban una cena para 4 personas únicamente.

-Veamos qué tal les va cuando les haga nula su privacidad-

Sonríe la entrometida, mientras sale de allí a toda prisa, de un pronto a otro Al y Cherry se dan cuenta de que hay demasiadas parejas de demonios en el aquel salón nuevamente, ambos pensaron que el que corro la voz fue Angel, pero luego lo descartaron ya que no habían dicho a nadie más sobre aquello, a menos que alguno de los dos hubiese hablado de más o que fueron escuchados por algún entrometido, claramente la segunda sonaba más, Cherry se sentía frustrada, pero el pelirrojo lo tomó de la mejor forma, atendió igual y termino con un chasquido de alistarse y de arreglar la apariencia de Cherry, la cual ahora al igual que el vestía un esmoquin, la entrometida se encontraba justo allí al lado de su muy molesto hermano, con sus ojos bien puestos sobre el demonio rojo, decidió ponerse de pie y acercarse a él contoneándose.