DÍA VEINTE: AL FINAL

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Habían pasado ya 5 meses y una semana desde la boda, todo en el Hotel era tan normal, Alastor seguía ayudando a Charlie como se podía, mientras la misma a veces cabeceaba en la oficina, ese día en especial Alastor preparaba el desayuno, también se veía cansado y agotado, tanto así que casi le pone sal en vez de azúcar al café que Charlie le había pedido, cuando de pronto el llanto de un bebé le hizo sobre saltarse, en cuestión de segundos estaba en dicha habitación.

- ¿Que pasa mi nena? -

Dijo el pelirrojo tomando a la pequeña criatura con mucho cuidado, Charlie también iba a llegar, pero al ver a Alastor allí se desconcentro y termino en el piso, Alastor se alarmó al escuchar aquel estruendo, saliendo con la pequeña entre sus brazos.

-Charlie, ¿cariño te encuentras bien?

Preguntó el joven al ver a su queridísima rubia sobre el suelo.

- ¿Claro Al no te preocupes, que quería nuestra pequeña Alison? -

Dice Charlie observando que el pelirrojo le daba el biberón.

-Oh tenía hambre-

Acto seguido Alastor se acuerda del desayuno, le deja la niña a su esposa y sale corriendo a atender la cocina no sin antes rodar por las escaleras, Charlie solo cerro los ojos al escuchar como el mismo demonio de la radio torpemente rodaba, mientras la pequeña tomaba tranquila del biberón, paso el desayuno, y la niña anduvo tanto en los brazos de su padre como en los de su madre, ya que la misma no parecía aceptar la cuna, ya que comenzaba a llorar con fuerza, o peor aun cuando no estaban sus padres cerca, hasta el momento solo con Niffty y Husk, parecía que la nena les había agarrado algo de afecto, ahorita la nena se encontraba en los brazos de su padre, para Alastor ahora esa pequeña criatura molesta, era lo más importante de su no vida, ese día sin esperarlo llegó la visita de Mimzy y Rosie quienes querían conocer a la nena de Alastor.

-Vaya que hermosa-

Dice Rosie observando a la niña la cual parecía estar feliz de estar con su padre.

-Vaya, Al nuestros hijos hubiesen sido hermosos-

Dice Mimzy haciendo que Alastor se sobresaltarse al mitad ciervo, llorar a la pequeña y poner levemente celosa a Charlie.

-Ejem, si, bueno ya vez que es hermosa nuestra hija, mía y de Charlie. -

El mismo no sabía ni cómo reaccionar, tenía miedo decir algo erróneo y enojar a Charlie.

-En efecto Mimzy, pero creo que yo me lo llevé-

Dice Charlie, se notaba el ligero cambio en la atmosfera, mientras Alastor hacía que la nena se calmara.

Ooh miren si ahí está la nena-

Decía Angel acercándose, el albino no la tocaba, le encantaba la idea pero sabía que la niña lloraría, paso la tarde y trayendo así una visita inesperada, Lilith había llegado de visita con su amado esposo solo para conocer a su linda nietecilla, la cual se rumoraba era la combinación de lo mejor de ambos padres, Lucifer no quería acercarse a la niña, no por temor ni mucho menos, es solo que no quería acercarse a Alastor, aun no podían convivir como suegro y yerno, ambos se esquivaban y evitaban el contacto a los más posible, mientras Lilith no paraba de elogiarlo.

-Buen trabajo querido, se nota que la hicieron con mucho amor de sobra, para la próxima quiero un niño así de guapo como el padre, ahora si me lo permites te la robaré unos minutos para que conozca a su atractivo abuelo-

Al no pudo ni reaccionar, solo vio cómo su suegra se llevaba a la nena entre sus brazos, acercándola a aquel infame padre de Charlie, aun no sabía cómo una mujer como Charlie había salido de aquella cosa a la que llamaba suegro.

-mira Alison, este hombre tan guapo es tu abuelito, mira nada más es un encanto ¿verdad? -

Por primera vez la nena no lloraba al no estar con ninguno de sus padres, tal vez sentía un aura similar a la de Charlie o incluso a la de Alastor, la niña los había cautivado con su tierna mirada.

-Me recuerda mucho a Charlotte cuando era una bebé, no puedo decir lo mismo de Alastor, está muy linda la niña hasta pareciera que no es tuya-

Dijo con desdén, era obvio que aún estaba resentido por lo que había pasado entre ese demonio y su hija.

- ¿Será hija única cierto? -

Al decir esto, amos se miran entre sí, es decir Alastor y Charlie.

-Emm papá en realidad no, sé que Ali está muy pequeñita para decirlo, pero ella va a necesitar un compañero o compañera de juegos, por lo que no puedo decir que vaya a cerrar ahorita la fábrica-

Dijo además de pensar en lo que se divertiría en los intentos, o en la procreación del hermanito o hermanita de Alison.

-Ya veo, supongo que no hay mucho que pueda hacer yo para impedirlo, ¿cierto? -

Dijo Lucifer ganándose una mala cara de parte de Charlie y Lilith, pues el pelirrojo estaba cabeceando.

-Veo que no ha sido fácil el cuidar de esta criatura -

Esta vez fue Lilith notando que no solo su hija y Alastor se veían cansados si no el staff del Hotel, los chicos habían estado turnándose para darles descansos a los padres de vez en cuando, cuando cayó la noche después de una cena en la que la bebé también estuvo presente, los reyes se fueron a una de las tantas habitaciones, mientras Charlie y Alastor también fueron a la suya, la nena ahora dormía plácidamente, mientras se escuchaban besos en aquella habitación, luego de mucho pensarlo, decidieron comenzar con el proceso para darle a Alison un nuevo hermano o hermana y aprovechando el momento que se les daba Alastor besaba a su esposa, comenzando a quitarle el feo pijama que traía puesto, generalmente le agradaba pero en especial ese día lo odiaba, deseaba desaparecerlo, cuando estuvo completamente desnuda se adentró en ella sin más, Charlie también lo deseaba, sabían que no contaban con mucho tiempo antes de que la nena volviese a despertar, mientras los movimientos del mitad ciervo, se intensifican y aumentaban la frecuencia y velocidad, los espasmos en Charlie comenzaban a hacerla gemir, un poco menos fuerte de lo normal, era algo que no podía evitar, cuando se llegó al punto del climax, ambos se besaron y la rubia aprovecho para clavar sus uñas en la espalda del pelirrojo, amaba hacerlo, mientras este le brindaba besos en el cuello y le llenaba con su esencia, ya las veces no eran tan frecuentes ni seguidas, una niña se llevaba todo su tiempo, por lo que ambos al final se rindieron a los brazos de Morfeo por lo menos hasta que la nena volviese a despertarlos con su llanto.

Fin

Espero que lo disfrutaran

La apariencia de la nena la dejo a vuestra imaginación queridos

STRAWBERRY DADDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora