01 | A veces, me entran las ganas de decirte lo mucho que me gustas

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— Buenos días, jefe. — Taehyung se acercó a la oficina de Jungkook con su típica sonrisa rectangular. Tenía en sus manos un envase de café de starbucks y sus ojitos estaban brillando cuales estrellas. En su otra mano tenía unos folios que le habían dejado la tarde anterior en su escritorio de cristal y en su boca tenía un regaliz rojo, mordisqueándolo un poco. — ¿Qué tal ha amanecido hoy? ¡Mire! Antes de que se me olvide, Seokjin, el secretario de Min Yoongi, me ha dejado ayer por la tarde estos documentos. Ninguno de los dos estaba así que me fijé en las cámaras de seguridad que no los hubiese tocado nadie o algo por el estilo. Tiene que firmarlos y ver que no haya nada fuera de lo común. Por favor, como siempre le digo, lea bien las pautas y fíjese de que no haya ningún error en las copias... Min Yoongi es su amigo, y lo entiendo, claro, pero nunca se sabe qué puede pasar o qué-

— Taehyung, Taehyung. — El pelinegro se levantó y tomó entre sus manos los folios que el menor tenía y los revisó bajo la atenta mirada del castaño. Le regaló una sonrisa y se sentó en su escritorio a leer todos los papeles. Taehyung recordó que aún tenía el café ajeno entre sus manos y caminó por la extensa oficina hasta dejarlo frente a Jungkook. — Gracias... Por cierto, ¿tengo alguna reunión programada para hoy? Al parecer debo acompañar a Moonbyul al ginecólogo y... ¿Podrías apartarme una cita para un ginecólogo?

Taehyung palideció.
¿Quién rayos era Moonbyul y por qué tenía que llevarla a un ginecólogo?

¿Será que Jungkook estaba en un noviazgo con alguien y había quedado embarazada la chica? De solo pensarlo su corazoncito se hizo trizas. Llevaba varios meses con el corazoncito acelerado por su jefe y no sentía que fuese justo para él y sus sentimientos seguir sufriendo por algo que no era recíproco.
Tomó entre sus dedos el regaliz y con cuidado que no manchar su libretita, escribió eso para no olvidarlo.

— ¿Algo más, jefe?

— No, solo eso. También, agenda una próxima reunión con Seokjin y Yoongi. Quiero que hablemos un poco más sobre los beneficios que establecería para mí el firmar un contrato con ellos. — Taehyung asintió mientras se metía en la boca el resto del regaliz y anotaba con rapidez en su agenda. — ... Y Taehyung... Deja de comer dulces tan temprano en la mañana. Puedes enfermarte.

El menor le sonrió con sus ojos brillando. Sus dos luceritos estaban felices y llenos de ilusión. Su rostro era tan hermoso...

Jungkook observó con cuidado sus facciones, y cuando un silencio para nada incómodo se formó entre ellos, regresó su mirada a los folios, tratando de ocultar como el calor subía a sus mejillas. Taehyung soltó una risita y salió del despacho con un suspiro guardado en el pecho.
Su emoción le carcomía por dentro y se borró cuando miró en sus pendientes y se encontró con la nota del ginecólogo.

Una horrible sensación se formó en su pecho y...

Ugh.

❤️

Taehyung había recogido su cabello en una pequeña colita para que no le estorbara. Debía llenar unos 30 certificados lo más rápido posible para poder irse a descansar un poco.
Antes de empezar llamó a Jungkook a avisarle sobre la cita, antes de que se le olvide, como todo.

El azabache le contestó a los dos tonos.

— ¿Taehyung?

— Sip, hola... Jefe, he hablado con Seokjinie y la cita quedó programada para la otra semana, el miércoles. No se ha podido antes, porque en toda esta semana nosotros tenemos conferencias con los empresarios y con los abogados de Hoseok. Minho también está programado para esta semana, el jueves en la mañana... Eh... ¿Qué era lo otro? — Jungkook sonrió. ¿Cómo era posible que fuese tan lindo? — Si, si... He llamado a una ginecóloga, para que fuese más fácil para la muchacha y un poco más cómodo. Me ha dicho que la cita es hoy a las 4 de la tarde, también me comentó que su novia debe llevar la fecha de su último período menstrual, no sé porqué, jeje.

— No es mi-

— Jefe, yo... Quería comentarle que... — Taehyung bajó la voz, así como también bajó la cabeza. — Hoy, hoy teníamos que quedarnos hasta la noche para organizar los papeles, al igual que en el resto de la semana. Sé que no es lo mejor del mundo quedarse a aguantarme por muchas horas y ajá pero... No lo sé, jaja.

— Taehyung, ¿qué es lo que tratas de decirme?

— Yo... Tengo miedo de quedarme solo en este sitio.

Jungkook le miró trató de mirar por la puerta de cristal que les separaba en esos momentos. Taehyung estaba jugando con su lapicero mientras escondía su rostro de todo y todos. Jeon sonrió, porque coño, enserio era tan lindo...

— Tengo que ir a acompañar a mi hermana a una consulta porque dice que sus cólicos menstruales son muy fuertes. — Taehyung enterró su cabeza en la mesa. No recordaba el nombre de la hermana de su jefe, y la había confundido con una novia. Su estupidez no podía llegar a un punto más alto. Aquella horrible sensación que sentía en su pecho seguía atormentado sus pensamientos... ¿Eran celos o miedo? Nunca había sentido celos, porque nunca había tenido un novio, mucho menos había experimentado una baja autoestima tan grande como para no creerse suficiente para alguien; los miedos que tenía todo el tiempo no se comparaban con aquella "extraña sensación". No era igual a un miedo a las alturas, o a su miedo a estar solo en cualquier lugar... Era algo diferente, porque eso era lo que Jungkook parecía crear en él. Emociones diferentes. Y era tan fuerte que a veces solo deseaba lanzarse en sus brazos y decirle lo mucho que le quería desde hacía varios meses. — ... ¿Me escuchas?

— Lo lamento, estaba pensando en los nuevos documentos que me llegaron y-

— Taehyung, voy a quedarme contigo esta noche. No voy a dejarte aquí solo, cuando todo ese trabajo soy yo quien te lo pone... Te llevaré a casa.

Jungkook le colgó el teléfono antes de que Taehyung le pudiese decir algo más. Estaba nervioso. Decir eso la primera vez fue un martirio, y tener que repetirlo para que el castaño le escuchase de nuevo fue peor. Su rostro, que la mayor parte del tiempo estaba serio, tenía una sonrisa estúpida. Su rostro estaba caliente, y solo por él.
Por el bonito secretario que se había conseguido, y que no quería perder por ahora.

Boss | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora