07 | No vas a entender cuando me veas llorar

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Jefe🐰:

Buenas noches, Taehyung.
Lamento escribirte a esta hora pero enserio tengo ganas de hablar contigo de algo realmente importante.
¿Puedo llamarte?

Tú:

Lo lamento, pero no, jefe. Estoy algo ocupado ahora en Gangnam y no creo poder recibir una llamada, ya que hay mucho ruido. Si quiere, y es muy importante lo que tiene que decirme, podemos hablar por mensaje.
¿Necesita que le aparte alguna cita con algún inversionista o algo por el estilo?

Jefe🐰:

No, Taehyung. Esto es un poco más personal... Pero, antes de decirte, me gustaría que supieses que esto no lo hago con ninguna mala intención, ni que estoy buscando verme de una manera poco profesional. Las cosas se salieron de mis manos y llegaron hasta estos extremos tan poco convencionales.

Tú:

Mmm, no entiendo... ¿Qué es lo que trata de decirme?

Jefe🐰:

Me gustaría que me ayudes con una situación algo extraña, que estoy pasando con mi familia. Para ti esto puede sonar algo tonto, pero necesito que te hagas pasar por mi novio, por una noche.

Tú:

¿Qué? ¿A qué se refiere?

Jefe🐰:

Mis padres y mi hermana creen que ambos somos pareja, por ello, necesito que finjamos en una cena que lo somos. Eso me ahorraría muchos inconvenientes con ellos, y yo, sinceramente, estaría enormemente agradecido contigo.

❤️

Jungkook tenía la cabeza hecha un lío, sus manos sudaban, su cuerpo temblaba.

El lindo secretario no le había respondido la noche anterior sobre la propuesta, y su corazón bombeaba nervioso, gracias a que aún estando nuevamente juntos en la oficina, al saludarse esa mañana, el muchacho no había hablado sobre ello y había eludido la conversación cuando empezó a tomar ese rumbo.

Jungkook estaba preocupado. No sólo porque Taehyung no le hablase, lo cual podría considerarse para él una tortura, sabiendo que estaba completamente flechado por el bello castaño... Lo estaba también porque era demasiado orgulloso como para admitirle a sus padres, y sobretodo a la tonta de su hermana, que todo había sido una mentira.

Aunque... La idea de ser pareja con el tierno secretario tampoco le parecía tan descabellada.

Taehyung era dulce. Era tierno, amable, leal, humilde, y sobretodo, muy hermoso.

Taehyung irradiaba luz cuando sonreía, cuando hablaba, cuando comía, cuando escribía, cuando respiraba, incluso cuando existía simplemente. Era algo tan excepcional a sus ojos que no parecía real, no parecía lógico.

Sus ojos eran dos lindas perlas relucientes, su cabello era suave, brillante, tan vivo como su mera personalidad, su voz era suave y clara, como una nota musical... Y sus labios... Sus labios color cereza eran simplemente preciosos y, a su ojo, completamente suaves.

Todo en él gritaba perfección.
Sus manos, sus mejillas, su sonrisa. Todo.

Jungkook despertó de sus ensoñaciones luego de chocar su vista con los ojos color avellana de Taehyung. El empresario se acomodó en su asiento, estirando un poco su cabello hacia atrás, aún cuando este ya estaba perfectamente peinado.

— J-Jefe, ¿está todo bien?

— Taehyung... — El pelinegro parpadeó dos veces, en un repentino despertar de ideas. — ¿Llevas mucho tiempo allí de pie? Lo siento.

Boss | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora