Prólogo

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Esa mañana había invitado a mis amigos a jugar un nuevo Videojuego que trajo mi hermano mayor Zeref. Él me quería como si aún fuera el enano que le pateaba las bolas al propósito cuando me hacía enfadar.

- ¿Sabes algo de Mavis?

- Te detesta, dijo que te mueras, que si te llega a ver nuevamente cerca de ella o de sus hijos, te matará.

Yo no quité la vista de la pantalla.

- ¡Imbécil! ¡Yo te ayudé y tú me matas! - Gray se quejó cuando lo eliminé del jugo.

- Creo que deberías reconciliarte con ella - Lisanna entró con unas bebidas, de seguro estaba oyendo detrás de la puerta - Mavis aún te ama, pero mientras sigas con esa tonta idea de mandar a August a la militarizada solo deseará tu muerte.

- Ayer fui a verla, la maldita cambió el seguro y llave de la puerta - Zeref se acostó en mi cama como un muerto - ¿Qué es esto?

- Parece un calcetín de bebé.

- ¿Natsu, de dónde sacaste esto?

- ¿Qué cosa? - Yo continué apretando los botones de mi consola - ¡Sí! ¡Eso cabrón, muérete!

- ¡Eso es trampa, idiota! - Jellal dejó su consola luego de morir en el juego y se me lanzó encima.

- ¡Ustedes dos, basta! - Lisanna gritaba como loca.

Zeref y Gray no tardaron en separarnos, pero yo insistía en devolverle a Jellal cada golpe que me dio.

- Mierda... - Me toque el labio inferior para ver si estaba sangrando, pero no, por lo menos.

- Aquí huele raro - Interrumpió otra vez Lisanna - ¿Natsu, cambiaste de perfume?

- No - Conteste mientras Zeref me soltaba - ¿Por qué lo dices?

- Tienes razón, Lisanna - Jellal comenzó a oler el aire - Huele a colonia de bebé.

- No sabía que tenías estos gustos - Gray sacó de mi mueble la colonia de la cual hablaban - ¿Desde cuando usas estas cosas?

- No lo uso - fui y se lo quité de mal humor - Me equivoqué a la hora de perfumarme y terminé echándome esta porquería.

- Eso explica porque hueles tan rico - Lisanna comenzó a reír con el resto - ¿Cómo pudiste confundir un perfume de hombre con una colonia de niña?

- Aquí la pregunta es.. ¿Por qué tienes una colonia de bebé? - Zeref me miró divertido - ¿Acaso ibas a ir a un baby shower?

- Nada de eso - Gray me volvió a quitar la colonia - Lo que pasa es que Natsu de seguro durmió con su hija, ¿Verdad, amigo?

- ¡¿Es eso cierto?! - Lisanna se exaltó - ¡Responde, Natsu! ¡¿Acaso trajiste a Heartfilia a tu casa?!

- Fue por una noche - Expliqué antes de que ella arme una escena de celos - Ella no tenía a donde ir cuando se llevaron detenida a su madre.

- ¡Pero no debiste traerla aquí! - Ella estaba enojada - ¡La hubieras dejado en la calle! ¡Ese es su lugar!

- Lisanna, no digas tonterías - Mi hermano se molestó con ella - La pobre niña no tenía donde dormir con su hija, y estamos hablando de una bebé.

- Una bebé que tiene tu sangre - Gray puso su mano en mi hombro - Dime, ¿Te gustó verla?

- Claro que no - Lo aparté - No fue nada lindo tenerlas aquí. Lucy me obligó a dormir con ella y no pude pegar ojo durante toda la puta noche porque Catalina lloraba todo el tiempo.

- ¿Catalina? - Él sonrió de lado - ¿La llamaron así?

- Lucy la llamó así, creo.

- Natsu, te recomiendo que tires todo lo que tenga que ver con esa niña - Zeref miró mi cuarto - Te conozco y con lo perezoso que eres sé que hay más cosas de esa niña aquí, y que escondiste todo en un lugar como si se tratase de basura.

- Sí, tal vez lo haga mañana.

- Mañana no - Me regañó - Nuestros padres entrarán en cualquier momento, y como sepan que trajiste a esa niña a la mansión, te matarán.

- Está bien, ahora recogeré - Dije molesto - Pero necesito que se larguen, así no podré hacerlo.

- Bajaré y hablaré algo con mi suegra, te espero abajo - Lisanna me besó en la mejilla - No te demores.

- Sí.

Ella y el resto de los chicos salieron de mi habitación y yo con fastidio agarré una maleta para meter cada cosa que Heartfilia compró hace unos días para la niña.

Luego salí y fui abajo para seguir hablando con mis amigos y planear lo que haríamos en estas vacaciones.

Las sirvientas nos llamaron para cenar y fuimos al comedor, ahí comimos cada platillo delicioso que prepararon. Mis padres también se sentaron con nosotros y mencionaron lo que no me hubiera gustado oír nunca.

"Matrimonio"

- ¿Y cuando piensan casarse? - Le preguntó mi mamá a Lisanna haciendo que ella se sonroje.

- S-señora nosotros aún....

- No estamos listos para dar ese gran paso - Respondí de inmediato - Primero lo primero, tengo que disfrutar cada segundo de mi juventud para luego morir al lado de mi novia como un desperdicio.

- Yo pienso que ya estás en edad de casarte, Natsu - Mi padre sacó una servilleta - Quiero niños en esta casa. Zeref tiene a sus hijos pero estos ya están grandes.

- Por no decir que prefirieren estar con la madre - se burlaron mis amigos.

- Yo no me siento listo - Dije sin humor, mis padres se pusieron serios ante eso - Si me disculpan, se me quitó el apetito.

Dejé la mesa y me dirigí a las escaleras, llegué a mi habitación y me acosté en mi cama boca abajo.

Hoy no era mi día.

- ¿Cómo se llama?

- Catalina.

- ¡Ahh! - me levanté rascándome la cabeza - ¡Deja de pensar en eso!

Volví a acostarme y me cubrí la cabeza con la almohada, no quería saber nada más de ellas.

- Es increíble como por preservar estos lujos vayas a renunciar a la cosa más hermosa que te dio la vida.

- ¡Lucy, sal de mi cabeza!

- Que haya sido niña no quiere decir que dejó de ser tu hija.

- ¡Ya basta! - Tiré la almohada y busqué en mis cajones unas pastillas para dormir - Quiero descansar por hoy, quiero empezar de cero.

Me tomé el vaso con agua más las pastillas y luego me volví a poner boca abajo en las sábanas.

Luego de cambiar tantas veces de posición, me cansé y dormí como un niño.

Al día siguiente desperté por un ruido en particular, era mi móvil, lo tomé y sin levantarme de la cama, contesté.

- Su vuelo es a las ocho, es tu última oportunidad para enmendar tus errores.

- ¿Quién habla?

- Piensa en Catalina, piensa en ella por un segundo y deja de ser tan egocéntrico.

- ¡Quién habla! - La llamada se cortó.

Me volví a acomodar en la cama y cerré los ojos, ahí me quedaría hasta que anochezca, no pondría un pie fuera de la cama aunque se manifieste un mega maremoto.

- Vas a ser papá.

Apreté mis puños con fuerza y golpeé el colchón con rabia, con impotencia, con ganas de tirar todo por la borda y suicidarme.

No sabía por qué, pero había una sensación extraña y dolorosa que me empezó a recorrer por todo el cuerpo.

- ¿Cómo se llama?

- Catalina.

- ¡Natsu, qué te pasa! ¡A dónde vas con tanta prisa!

- Su vuelo es a las ocho.

- ¡Natsu! ¡Esas son las llaves de mi moto! ¡Natsu!

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Pronto ¤| Cuando el Peligro está en Casa "II" |






|| Cuando el Peligro está en Casa "II°T" || 《 Fairy_Tail [Fanfic] 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora