Capitulo VII

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Busqué a Lisanna por todas partes, la busqué con la mirada mientras conducía porque ella cuando se ponía triste prefería caminar sola por las calles.

La encontré cerca de una heladería y bajé, al verme ella quiso huir, pero la alcancé justo a tiempo y la hice verme a los ojos.

- Tú sabes que te amo - Ella sollozo - Lisanna, me gustas desde que soy un niño, no pienso perderte.

- ¡Y Lucy!

- Admito que me siento atraído por Lucy, pero no es alguien con quién me gustaría pasar las 24 horas del día - Expliqué.

- Por qué dormiste con ella...

- No hubo nada de sexo - Ella no me creyó - Mis padres me obligaron a compartir todo lo mío con ella, por eso estamos juntos, pero no hay nada de romance...

- Tuvieron una hija... ¿S-Sabes como siento yo con eso?

- Es cierto - Asentí - Tenemos una hija, Catalina es la única unión que tenemos. Si Lucy vive conmigo es justamente por mi hija, yo quiero verla crecer.

- ¡Heartfilia te ama! - Gritó enojada - ¡Y te dio una hija! ¡Yo jamás podré competir contra eso!

- ¡Lisanna, Lucy es solo la madre de mi hija! ¡No es mi amante ni mucho menos mi novia!

- ¡Pues mientras ella siga bajo el mismo techo que tú no me vuelvas a hablar! - logró safarse de mi agarre - ¡Terminamos!

- ¡Lisanna, espera!

Ella se marchó, yo volví a mi carro y partí rumbo a la mansión otra vez. Ahí busqué a Lucy, pero las criadas me dijeron que se fue a trabajar.

- ¿Con la niña?

- Solo vimos que se la llevó, el Señor Zeref fue con ellas.

Mi cabeza fue un caos y me dirigí cuanto antes al restaurante de mi hermano.

¿Cómo se supone que Lucy trabajaría si está al pendiente de la niña? Mejor dicho... ¿Cómo mierda Lucy cuidaría a mi chiquita si está al pendiente de su trabajo?

Muchas preguntas retumbaron en mi cabeza, tanto que por poco exploto.

Cuando llegué a mi destino me importó un comino que me haya mal estacionado, solo recogería a mi hija y me iría.

- ¿Natsu? - Lucy se quedó asombrada cuando me vio entrar - ¿Qué haces aquí?

- ¿Y Catalina?

- ¿Vienes por ella?

- Si.

- Está en el piso de arriba, todavía no hay muchos clientes por lo que la dejé ahí ya que no había nadie - Yo quedé perplejo - Está bien, tranquilo.

- Iré por ella.

- Claro - Respondió y siguió con su trabajo.

Subí las escaleras hasta llegar al segundo piso, y como dijo, no había ningún cliente, excepto...

- ¡Mira quién decidió aparecer!

Ver a mi hija en sus brazos de cierto modo me molestó, me acerqué y la levanté para separarla de él.

- ¿Qué se supone que estás haciendo aquí?

- Bueno, mi papá acaba de darme trabajo aquí, empezaba hoy pero no había quién cuidase a esa lindura - Se refirió a mi hija.

- Puedes largarte a trabajar - Dije serio - Ya llegó el papá de esta lindura, ya no te necesita.

- Bueno, nos vemos entonces - Sonrió sabiendo que eso me molestaba, odiaba como nunca que otro hombre cargue a mi hija - Adios, Myriam.

- Espera, ¿Cómo que Myriam? - lo detuve antes que baje las escaleras.

- Bueno, Lucy me dijo que seré el padrino y que puedo elegir el nombre - Yo oía incrédulo - Le dije que Myriam me parecía lindo para ella, y bueno, a Lucy le encantó y ese es su nombre de ahora en adelante.

- Su nombre es Catalina, no Myriam - Dije serio mientras lo tomaba del cuello de su camisa con una mano, pues en mi otro brazo cargaba a mi hija - Te lo advierto, Larcade. Qué seas mi sobrino no me detendrá cuando te rompa los dientes si es que sigues buscando a Lucy.

- Pero si ustedes no sienten otra cosa más que desprecio por el otro, ¿O dónde quedó el Natsu que decía que Heartfilia era una perra malparida? - Yo presione mis dientes con rabia - El Natsu que la buscó por todos lados para pedirle que se deshaga de la niña que ahora cargas en tus brazos.

- ¡Cállate, infeliz!

- ¡Acepta que Lucy y Myriam están mejor conmigo! - no soporté una palabra más suya y lo golpe en el rostro haciendo que se estrelle contra una de las mesas.

- ¡Su nombre es Catalina! ¡Lucy es mía y mi hija también! - Fui y le propine una patada en el estómago - ¡Son mías! ¡No te quiero ver cerca de ellas!

- ¡Natsu! - Me separé de Larcade en cuanto oí a Zeref - ¡Hijo! ¡Natsu, que has hecho! - de no ser porque tenía a mi hija conmigo, él me habría aventado por la ventana.

- Dile a tu hijo que mida sus palabras - No me arrepentí de nada y bajé al piso principal.

- ¡Ay, me lastimas!

- ¡Nos vamos!

- ¡Estoy trabajando!

- ¡Pues renuncias ahora mismo! - abrí la puerta del carro y la metí, dejé que cargue a Catalina y cerré con fuerza.

Entré al volante y acelere.

Lucy seguía confundida, ni siquiera se atrevió a hablar luego de ver que mi sangre hervía en cólera.

Cuando llegamos a la mansión la bajé y entramos, en la habitación dejó a Catalina en su cuna y se volteó para oír respuestas.

- Qué fue eso - Preguntó preocupada - ¿Qué paso entre Larcade y tu? Oí un ruido fuerte... ¿Acaso se pelearon?

- Si - ella quedó petrificada - Pero tranquila que a nuestra hija no le pasó nada.

- ¡Por qué se pelearon! ¡¿Él está bien?! ¡Qué hiciste! - Preguntó muchas cosas con desesperación - ¡Natsu, no debiste hacerlo! ¡Larcade es....!

- ¡No quiero oír ese nombre aquí! - Ella cerró la boca - Catalina será el nombre de la niña y punto. Tú vives conmigo y por nuestra hija me deberías ser sincera.

- ¿Sincera en qué?

- Me amas a mi o al imbécil de mi sobrino - Ella no respondió, seguía callada, pero me miró confundida, extrañada - ¡Habla! - La sacudi por los hombros.

- ¡No amo a ninguno! - Respondió con un quejido.

- ¡No mientas! ¡Dime la verdad!

- ¡No amo a ninguno, pero me gusta Larcade! - La solté y ella me miró con una mueca de dolor - ¡¿Eso querías oír?! ¡Ya lo oíste!

- ¡Tú vives aquí! ¡Eres la madre de mi hija así que eres mi mujer!

- ¡Prefiero mil veces tirarme desde un precipicio a ser tuya!

- ¡Si quieres te tiro por la ventana!

- ¡Hazlo, me harías un gran favor!

- ¡Te detesto!

- ¡No más que yo!

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Continuará***

|| Cuando el Peligro está en Casa "II°T" || 《 Fairy_Tail [Fanfic] 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora