|| Cuando el Peligro está en Casa "II°T" || 《 Fairy_Tail [Fanfic] 》

Capitulo VIII

Lucy seguía mirando el suelo con los brazos cruzados, estaba sentada en el borde del colchón y desde hace media hora que no nos habíamos vuelto a dirigir palabra alguna.

- Catalina, ¿Qué pasa, pequeña? - ella comenzó a acercarse a la cuna - ¿Qué te molesta ahora?

La niña había empezado a quejarse, supongo que se aburrió de estar acostada. Lucy la levantó sin la cobija ya que el día estaba soleado y por lo tanto la temperatura estaba "apta" para la bebé.

- ¿Tienes calor? - Me senté delante de ellas y observé a mi hija, sin duda era escandalosa como la madre - ¿Qué te pasa, Chiquita?

- Su pañal esta limpio, y no tiene hambre, ¿No estará enferma? - Lucy se preocupó, pues Catalina seguía quejándose.

- Se ve bien, más bien parece estar de mal humor.

- Porque algo la molesta, imbécil.

- ¡Para de insultarme!

- ¡Lo dice quién me llama perra malparida!

- ¡Tú...!

Tuve que tragarme mis palabras ya que Catalina comenzó a llorar con fuerza.

Heartfilia y yo nos miramos, ¿Eran nuestros gritos la causa del mal humor de la niña?

- Catalina, calma - Lucy la miró con culpa - Lamento no haberte dado un padre más...

- ¿Disculpa? - La interrumpi con la ceja levantada.

- Nada - Respondió serena.

- Dame a mi hija - Ella suspiró despacio mientras tomaba a mi niña en mis brazos - ¿A que no pudiste tener un padre más guapo?

Mi pequeña sonrió.

- Si saliste así de chula es gracias a mis genes - Sonreí de lado rozando mi nariz con la suya - Tú tienes al mejor papá, Catalina...

Oí una risa, miré a Heartfilia fijamente y ella no cambió su expresión de burla, sí que era una mujer pesada.

- Catalina - Se aproximó para admirarla - Tú no eres una cabeza dura como este tonto, y eso es gracias a mi.

- ¡Por lo menos salió guapa gracias al papá!

- ¡Eso no es mejor a que haya salido lista y útil como la mamá!

- ¡Quieres que te mate, Heartfilia!

- ¡Atrévete, Dragneel!

Ambos nos fulminamos con la mirada, mientras tanto Catalina solo se chupo la manito con inocencia.

- Ya no quiero que trabajes con Zeref.

- ¿Por qué?

- Porque no, te quiero aquí, conmigo y la niña.

- ¿Y el dinero crees que lloverá del cielo? - Yo no le vi gracia alguna a su comentario como ella - Además, te recuerdo que no puedo estar cerca de ti porque tu novia va a malpensar nuestra relación.

- Lisanna ya no es mi novia - Vi como se sorprendió un poco - Le pedí que volvamos, pero yo te prometo que no vuelvo con ella si tú renuncias a aquel trabajo.

- Es absurdo, me importa muy poco si vuelves o no con Lisanna.

- Entonces te propongo algo que sé que te interesará - Ella sonrió de lado - Renuncia y yo vuelvo realidad tu sueño de casarnos y cuidar a nuestra niña en nuestra propia casa.

- ¡¿Qué?! - Su cara de espanto lo dijo todo - ¡¿A qué viene eso ahora?!

- Piénsalo - Dejé a mi hija de nuevo con ella y me acerqué tanto hasta sentir sus labios muy cerca de los míos - Serías la señora de Dragneel, serías mi mujer ante toda la sociedad y yo sería solo tuyo... - roce nuestras bocas - Catalina tendría a sus padres juntos y no a cada uno con otra pareja...

- No uses a la niña... - Iba a alejar su rostro, pero la agarré del pelo sin hacerle daño para impedirlo - Por qué haces esto...

- Porque me has dado una hija... - bajé a la frente de mi pequeña y la besé - Y eso hizo que me interese mucho más en ti...

- ¡Pero no me amas y yo quiero empezar de cero!

- ¿Viviendo conmigo? - Reí - ¿Quieres usar a Larcade para olvidarme cuando duermes conmigo todas las noches?

- Larcade me gusta, y no sabes cuanto...

- Pero tú estás enamorada de mi, - Ella se puso seria - No me engañas, no por algo restregaste el hecho que tenemos una hija cuando Lisanna estuvo aquí.

- Natsu, estás loco.

- Casate conmigo, Heartfilia - La miré penetrante - Hazlo y te haré el amor todas las noches...

- Solo quieres mi cuerpo...

- Y tú también quieres el mío - Ella puso su mano en mi rostro y lo alejó para levantarse y dejar a Catalina en la cama, nuestra pequeña se había dormido.

- Estás celoso de Larcade, eso es obvio y por eso quieres que renuncie, ¿Me equivoco?

Me acerqué por detrás y la agarré de la cintura mientras ella ponía el mosquitero de la cuna en su lugar.

- Sueltame.

- Si, admito que estoy celoso - Susurre en su oído - Por primera vez alguien que me gusta en serio prefiere irse con otro...

- Deberías aceptarlo.

- Lo haría de no ser porque tenemos una...

- ¡Si, Tenemos una hija y qué! - Se giró molesta - ¡Ya te dije que eso no te hace el hombre de mi vida!

- Lucy... - Sonreí - Shh...

- ¡Nada de....!

La interrumpi con un beso, ella se sorprendió aún más y trató de luchar como siempre. Pero terminé domando la fiera que lleva dentro y la tumbe en la cama.

- ¿Q-qué haces....?

Me deshice de mi polerón y me puse sobre ella. Frote mi miembro contra su intimidad y ella gimió con fuerza. Continué así por unos minutos hasta lograr que se moje.

- Dragneel... no... - Quitó mi mano cuando acaricié su pecho izquierdo - Respetame...

- Ya no puedo esperar más, te quiero hacer mía ya... - Besé su mejilla - Quiero sentirte...

- Así solo logras que te deteste más... - Susurro - Y haces que quiera más a tu sobrino...

- ¿Por qué? - Paré seco.

- Él comprende cuando digo que algo no me gusta - Me separé de su cuerpo y ella se reincorporó - Es guapo, amable, respetuoso y sobre todo, me ama.

- Yo soy guapo, amable también, respetuoso quizás, y te amo, como no amarte si me la pones muy dura.

- Tal vez guapo sí lo seas, pero de amable y respetuoso estás de coña, sin contar que me vez como a un objeto sexual ya que solo me quieres abrir las piernas.

- Bueno, tú tampoco eres perfecta.

- ¿Qué?

- No eres guapa, linda sí, pero de amable no tienes nada, y de respestuosa te quedas corta, y sobre todo, no me amas.

- ¡Pero es que yo no quiero nada contigo!

- ¡Entonces qué estás haciendo en mi casa!

- ¡Si estar aquí implica que debo serte sumisa mejor me largo! ¡Y me llevo a mi niña! - Estuvo por llevarse a Catalina cuando la paré.

- A mi hija no la tocas - La aparté - Largate con Larcade si quieres, pero mi princesa se queda conmigo.

- Tú ni siquiera la querías.

- Pero ahora es mi mundo, y por ella soy capaz de renunciar a cualquier mujer, incluso a ti y a Lisanna...

- Mentiroso.

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Continuará***