Entramos a la habitación, yo miré el espacio que tenía y me preocupe, ¿En serio no le podían dar otra a ella?
- Sabes, hay muchas cosas que comprar - Lucy dejó a Catalina en la cama - Por ejemplo: los pañales, la cuna, el biberón, la carriola, los juguetes...
- ¿Es necesario todo eso? - Ella se giró y levantó una ceja - Digo, sería mejor comprar solo lo justo.
- Todo lo que mencioné es necesario, y faltan más cosas - ya podía verme en la quiebra - Pero recuerdo haber comprado algunas cosas la noche que dormí aquí, ¿Dónde están?
¡Sí, era cierto!
Me dirigí al mueble y saqué la maleta, la abrí y ahí estaban algunas prendas de Catalina.
- Bueno, creo que le pondré esto - Sacó un vestido sencillo - Será mejor comprar cuanto antes la cuna y todo lo que haga falta para que ella se sienta cómoda.
- ¿Cuando?
- Ahora mismo.
- ¿Vas a demorar?
- Tú vendrás conmigo - La miré incrédulo - Aquí los dos somos los padres de la niña, tienes que aprender y saber cuales son los gustos de tu hija.
- ¡Pero tengo un entrenamiento en tres horas!
- ¡¿Acaso eso es más importante que la niña?! - Se enfadó - Date prisa, bañate mientras yo cambio a Catalina.
Igual que un niño regañado me dirigí al baño y comencé a quitarme la ropa para estar unos buenos minutos bajo la regadera. Al salir Lucy ya estaba lista, y pues no hizo otra cosa más que retocarse el maquillaje porque se arregló en la mañana para su supuesto Viaje.
- ¿Qué haces? - Me miró interrogadora cuando estaba por quitarme la toalla de la cintura - ¡No ves que estoy aquí!
- Pues no mires y punto.
Ella levantó a mi hija y salió cerrando la puerta con fuerza. Me comencé a vestir y busqué dinero, al parecer empezaría a agotar mis ahorros para comprar cada una de las cosas que Lucy tenía en su lista.
Mi mesada quedaría intacta, no sacaría un peso por el momento, usaría el dinero que le ofrecí a Lucy para cumprar la cuna y el resto de las cosas.
Al salir y bajar a la sala me encontré con... ¿Larcade? ¿Qué hacía él por aquí?
- Mi padre me dijo que te quedarás aquí - Me escondí detrás de la pared para oír lo que decían - Me alegra que no se hayan ido tú y bueno... mi primita.
- Yo también me siento feliz porque podré seguir hablando contigo - Lucy se oía feliz - Ahora mismo pensaba comprar las cosas que necesitará Catalina.
- ¿Quieres que te acompañe?
- Natsu irá con nosotras.
- No importa, yo voy, así conozco los gustos de esa bebé para consentirla.
- Lucy - salí de mi escondite - Es hora de irnos, mientras más antes mejor.
- Larcade irá con nosotros - Sonrió.
- Bueno, si tanto insiste.
- Entonces no perdamos tiempo.
Salimos de la mansión y nos subimos a mi carro, yo conduje mientras ellos charlaban en la parte trasera, ¿Resulta que ahora me convertí en Chofer?
Fuimos al centro comercial, bajamos y fuimos a la sección de niños, mejor dicho a la de bebés.
Lucy primero empezó por buscar la Cuna, ella miraba los diseños asombrada y conmovida.
Me pedía mi opinión de vez en cuando, hasta que le dije que quería comprar un balón de fútbol.
- ¿Qué has dicho?
- Será una gran jugadora porque tiene al mejor entrenador como padre - Sonreí.
- ¡Pero es aún una bebé y no deberías elegir lo que será en el futuro!
- Lucy, ¿Qué te parece si compras un moisés? - Larcade le tocó el hombro.
- Si, eso suena bien - Lucy suspiró - Por lo menos tú no dices tonterías.
- Yo le compraré el balón a Catalina - Ella volvió a cerrar los ojos, le quité a mi hija y sonreí ya que seguía despierta - Ella será una gran futbolista como su papá.
- Te lo repito, ni siquiera puede caminar.
- Lucy - La miré con sonrisa de lado - Aquí quién está sacrificando muchas cosas soy yo y no tengo porqué pedir tu consentimiento para comprarle lo que yo siento que le va a encantar.
- Lucy, déjalo - Larcade la tranquilizó con sus palabras - Él tiene en parte razón, mejor sigamos viendo las cunas.
Lucy asintió y siguieron viendo las cunas.
Yo comencé a mecer a Catalina en mis brazos, ella tenía una obsesión con quitarse los guantes que Lucy le ponía.
- ¿Verdad que serás una jugadora profesional? - Ella estornudo de forma tierna - Sabes, cuando tu madre me dijo que venías en camino casi me muero.
Reí.
- Sentí que me arruine la vida - Ella me miró con sus ojitos luminosos - No sé ni siquiera cuidarme yo solo, por algo tú estás aquí.
Era raro, sentía que ella me entendía, o que tal vez solo me miraba preguntándose quién era el hombre extraño que la cargaba.
- Pero cuando te conocí sentí algo muy bonito - Susurre - Sentí que por primera vez hice algo que valga la pena, y me arrepentí de todas las cosas malas que dije cuando seguías en la pancita de tu mamá..
Ella volvió a tener aquella mirada de enfado, como si estuviera haciendo fuerza, se veía muy tierna.
- Si, señorita - Ella no borraba aquella expresión, ¿Acaso se enojó conmigo por todo lo que le confesé? - Pero tranquila, ahora estás conmigo y te llenaré de mimos, serás mi princesa y nadie podrá separarte de mi...
La besé en la mejilla.
- Natsu, ya compramos la cuna, ahora debemos buscar el biberón y los juguetes.
- Sin olvidar la carriola - Larcade tenía en la mano el "Moisés" que compraron - ¿No les parece que algo huele mal?
- ¿Qué? - dije extrañado.
Comencé a oler el aire que me rodeaba y aquel olor del demonio me hizo cruzar miradas con Catalina, ella ya no tenía aquella expresión de enfado.
- De seguro ya se hizo - Lucy sonrió mientras cargaba a nuestra hija y mis ojos se abrieron como platos.
¡¿Mi hija se cagó en mis brazos?!
- ¡¿Natsu, a dónde vas?! - Ella me gritó cuando me dirigí corriendo al baño que estaba en una esquina del centro comercial.
Llegué al baño público sin que me importe haberme equivocado de sección y vomité.
Esto no podía ser peor...
.
.
.Continuará***
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|| Cuando el Peligro está en Casa "II°T" || 《 Fairy_Tail [Fanfic] 》
FanfictionNatsu es un adolescente de casi 19 años. Es un joven que no sabe el significado de "Responsabilidad". Un muchacho que solo piensa en mujeres y en fiestas. Solo le faltaba un año para ingresar a la Universidad cuando se enteró que sería papá. La noti...