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Ruego que Jin no me haga hacer esto, pero se lo ve tan convencido. ¿Y si tiene razón?, ¿Cuánto tiempo tardará JungKook en descubrir a Jimin?, quizá que lo vea ahora sea la mejor opción.
Algo dudoso, camino a pasos extremadamente lentos hacia la habitación. Abro la puerta con suma lentitud, no quiero hacer ruido, no quiero que el bebé se despierte, aún es muy temprano.
Jimin está sentado sobre la cama observando un punto fijo en el suelo. Camino hacia él y lo tomo del brazo para que se incorpore y comience a caminar junto a mí. Ambos nos dirigimos lentamente de regreso a la sala. A medida que nos vamos acercando, puedo oír el susurro de Jin, al parecer quiere preparar a JungKook, pero eso es absurdo, nada de lo que le diga puede prepararlo para algo como esto.
Y las cosas suceden tal cómo las preví. En el mismísimo instante en el que JungKook ve a Jimin caminando junto a mí por el pasillo, pega un grito de horror y prontamente se desmaya.
Detengo mis pasos, me asusta pensar en que el menor pudo haberse muerto del susto. Pero Jin me indica a que continúe avanzando.—Suele desmayarse, no es la primera ni la última vez que lo hace. Créeme que me lo esperaba, es muy impresionable, aunque no lo parezca. —Musita Jin mientras lo acuesta con delicadeza sobre el sillón.
Quiero llevar a Jimin hasta dónde JungKook se encuentra pero Jin me detiene.
—Será mejor que lo lleves hasta la silla que está allí junto al televisor. Cuando entre en sí, es mejor si no lo ve tan cerca. —Indica Jin.
Hago lo que me ha dicho y luego de sentar a Jimin sobre la silla, camino hacia dónde JungKook se encuentra y me siento en el sillón frente a él.
Este no tarda en abrir sus ojos y asustado se intenta sentar, mientras busca desesperadamente con la mirada todo a su alrededor.—Tranquilo, mi vida. Sé que esto te parece una locura, pero es la realidad, a mí también me costó aceptar que Jimin estuviese vivo, pero lo hice, y tú también debes hacerlo.
—E-esa cosa n-no está viva. —Balbucea JungKook temblando mientras observa a Jimin, sentado con la mirada perdida.
—Lo está, tranquilízate y verás que…
— ¡No puedo tranquilizarme!
JungKook corre hasta la otra punta de la sala y se deja caer al suelo mientras observa al que fue su hermano, sentado cómo si nada le hubiese sucedido. Observa la sangre, los moretones, los rasguños, todos los indicios de que ha sido asesinado brutal y dolorosamente. Aquella imagen deplorable es desgarradora. JungKook no puede evitar echarse a llorar.
—Es-está muerto, Ji-jimin murió, fui a su funeral.
—Lo hizo. —Musito con tranquilidad para no empeorar su ataque de pánico—. Murió, pero ahora no está muerto.
JungKook me observa sin emitir palabra, es obvio que no logra comprender nada de lo que le digo. Y si, está viviendo una historia de terror en carne propia.
—Cuando Jimin murió, sentí que me moría yo también. —Comienzo a hablarle para que se concentre en mi relato y logre tranquilizarse un poco—. No lo pude aceptar, estaba loco de tristeza. Lo habían enterrado demasiado de prisa luego de una autopsia que fue llevada a cavo ese mismo día, lo enterraron con el cajón cerrado debido al estado en el que Jimin se encontraba. Si quiera lo pude ver una última vez, imagínate mi situación. <<
Esa misma noche, fui al cementerio, no podía pensar con claridad. Sentía que necesitaba verlo una vez más. Es una locura, pero fui con una pala, dispuesto a ponerme a cavar y eso hice.
Cuando estaba llegando al cajón, alguien habló a mis espaldas.
Me quedé en una pieza del susto, no sabía como reaccionar. Sabía que lo que estaba haciendo era una locura, incluso podía ir a la cárcel por ello. Lejos de reprenderme, el extraño hombre, me ofreció su ayuda, ¿Puedes creerlo? Pensé que estaba loco, tanto como yo lo estaba. Juntos sacamos el cuerpo de Jimin de aquel ataúd.
En cuanto lo vi, ¡Dios mío! quise morir yo también. Ese cuerpo inerte, destrozado, herido, mal oliente no era mi Jimin.
Lloré por varios minutos sobre su cuerpo, temblaba y maldecía porque él no merecía un final así. Me encontraba completamente sucio con tierra y también con su sangre, pero no me importaba.
Fue entonces cuando aquel espeluznante sujeto, puso su mano sobre mi hombro y me sonrió.
No entendía el por qué sonreía, como si no entendiera la gravedad de lo sucedido.
Entonces me lo dijo, me dijo que podía volver a ver a Jimin con vida. Al principio no le entendí, creí que me estaba incitando al suicidio, algo que lamentablemente consideré. Pero no, el hombre me preguntó que qué estaría dispuesto a hacer yo para volver a ver a Jimin con vida de nuevo. Sin duda le dije que lo que fuese necesario, aunque claro que creí que era un caso hipotético.
No me dejó siquiera emitir una palabra, me apartó y tomó a Jimin sobre sus hombros, llevándolo como si fuese un costal de papas.
Me puse en alerta, quise seguirlo, pero sin voltear, el hombre me ordenó que cubriera nuevamente el cajón y que luego lo siguiera.
Eso hice. A toda prisa cubrí el cajón y corrí hasta la entrada del cementerio, rogando que el sujeto no se haya ido con el cuerpo de mi novio. No voy a mentir, por un momento consideré la idea de que aquél hombre era un viejo necrofilico o algo así. Corrí desesperadamente hasta que finalmente lo vi. Estaba en un auto y me hacía señas desde adentro. Ya estaba con ambas manos en el volante, dispuesto a marcharse. Me dijo que subiese, yo estaba en estado de shock y la incertidumbre no me dejaba ni pensar ni actuar con coherencia, es por ello que no consideré en que quizá aquello podría ser peligroso. Miré hacia atrás y estaba el cuerpo de mi novio en el asiento trasero. Al estar ahora dentro del automóvil, se podía sentir el mal olor que emitía el cuerpo de Jimin.
Cuando quise acordar, el hombre estaba conduciendo por la carretera.
No pregunté a donde se dirigía, pudo haberme pasado cualquier cosa, pero, ¿Qué me importaba? Ya nada me importaba.
<<Se detuvo en una calle apartada, allí aparcó el automóvil y sacó a Jimin del asiento. No me dijo ni una palabra, yo lo seguía en silencio.
Entonces, entró por un callejón y allí había una pequeña puerta gastada.
El hombre entró y lo seguí sin poder ver absolutamente nada en su interior. Estuve por varios segundos tanteando todo a mi alrededor, cuando la luz fue encendida. Allí me di cuenta en dónde me encontraba. Era una especia de santería. O al menos eso me pareció al principio, no tardé en darme cuenta que estaba muy equivocado. Al fijar la vista en las cosas que tenía a mi alrededor, pude notar que había calaveras y estantes repletos de objetos extraños, figuras espeluznantes, adornos grotescos, animales disecados, plumas, y en medio de esa luz roja que me producía dolor de cabeza, había un humo de extraño aroma, el cual venía de un incienso encendido sobre un escritorio.—Siempre he sentido curiosidad de saber el cómo es que diste con aquella persona, pero temía preguntar. Hay cosas que desconocemos y que creemos que son ficción y al saber que pueden suceder en la vida real, nos hace replantearnos de muchas cosas. —Musita Jin pensativo.
Mientras, JungKook, está temblando mientras observa a Jimin atónito.— ¿Qu-e era e-ese lugar? —Pregunta el menor entre balbuceos.
—Pues nunca lo sabré a ciencia cierta. Porque justo cuando estaba mirando todo detalladamente, me dijo algo que hizo que se me helara la sangre.
—
Esto no quedará así, mañana subiré dos capítulos más.
¡Gracias!
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Killing Death || Yoonmin [CONCLUÍDA]
FanfictionSi pudieras revivir a alguien de la muerte, ¿lo harías? Min YoonGi lo hizo sin siquiera pensar en lo que se estaba metiendo, porque nunca se imaginó que había despojado al amor de su vida del paraíso y lo había arrastrado hasta el mismo infierno. ℹP...