Killing Death || Yoonmin [CONCLUÍDA]

Capítulo 28

YoonGi sigue dando pasos hacia atrás de forma inconsciente, no logra terminar de comprender todo lo que sus ojos acaban de presenciar. Jamás sospechó de TaeHyung, tal vez por su perfil bajo, siempre había sido un buen vecino, había estado presente en momentos difíciles y había ayudado a Jimin en más de una ocasión. Era una persona que parecía ser tranquila, serena y cordial. Quizá por tal motivo es que ahora YoonGi  se siente un tonto, y es que llegó a desconfiar hasta de sí mismo y no en quien debía, ¿Cómo es que había estado tan cegado?
Ahora, ¿Debía morir a causa de ello?, ¿De esa forma tenía que pagar por los errores cometidos hasta ese instante?

YoonGi se detiene en cuanto siente su espalda chocar contra la fría pared, está acorralado. Por el contrario, TaeHyung permanece estático, observándolo sin emitir ni una palabra, lo único que se logra escuchar en ese mortecino silencio, es su respiración agitada. Su mirada permanece frenética y gélida, mantiene sus labios curvados emitiendo una muy leve sonrisa, como si aquello por alguna razón le divirtiera, pero no lo suficiente.

— ¿P-por qué? —Pregunta YoonGi con la voz temblorosa, rompiendo el silencio. No se encuentra asustado, más bien todo lo contrario. Siente ira, impotencia, tristeza y sobre todo incertidumbre. ¿Por qué? Es la pregunta que ronda por su mente confundida, ¿Por qué lo hizo?

Ahora, tal vez intuyendo que puede llegar a morir, piensa en todo aquello que lo ha llevado hasta allí, justo a ese instante dónde se enfrenta al asesino del único chico al cual amó.
Se atreve a pensar en que si Jimin no se hubiese mudado con él, ese maldito enfermo no lo hubiese conocido, las cosas sin duda hubieran sido diferentes. ¿Por qué a pesar de estar frente a frente con el asesino, sigue pensando que todo ha sido su culpa?

TaeHyung vuelve a sonreír y da un paso hacia él, uno muy lento, y sin dejar de sostener firmemente el cuchillo entre sus largos dedos.

—Él debía ser mío. —Emite finalmente con un tono de voz grave y ronco, que helaría la sangre de cualquiera. 

—Jimin jamás podría haber estado con alguien como tú, estás enfermo. —YoonGi se está conteniendo, por momentos quiere abalanzarse contra él, pero eso es estúpido, el contrario está armado, así que tiene las de perder. 

El brillo en la mirada de TaeHyung cambia. Ya no sonríe, es como si con aquellas palabras que acaba de escuchar, de pronto se hubiese sentido atacado. Este, en su mente enferma, ve a YoonGi como el único culpable de todo lo sucedido, por su culpa Jimin no lo aceptó, por su culpa lo tuvo que violar y asesinar salvajemente, porque si no era de él, no sería de nadie.

—Jimin era una persona buena, no merecía ello, ¿Por qué?, ¿Por qué lo has hecho? —YoonGi hace una pausa y respira hondo—. Quizá para comprenderlo tendría que ser un monstruo como tú.
TaeHyung camina decidido hasta el contrario, la rabia ahora es evidente en su rostro.
Él se siente una víctima, siempre lo fue, desde que su padre había sido despiadado con él y por ello tuvo que asesinarlo, hasta la llegada de Jimin, quien cruelmente lo había provocado paseándose con su pecaminoso cuerpo desnudo en su habitación, con las ventanas abiertas de par en par, utilizando prendas provocativas, siendo tan amable y dulce con él, pero luego rechazándolo como si no significara nada, diciendo que todo era un mal entendido, que no había sido más que un producto de su imaginación. No. Claro que no. Jimin había jugado con él, y por ello también tuvo que morir.

Ahora, TaeHyung no tiene nada que decir, se limita a acortar por completo la distancia y en un rápido movimiento, toma a YoonGi del cuello para luego apoyar el cuchillo en su garganta. Presiona firmemente el objeto filoso, lo suficiente como para que la carne se torne de color rosa y un hilo de sangre comience a fluir lentamente. 

YoonGi no siente dolor físico, al menos ese dolor no supera el dolor que siente en su corazón, no deja de pensar en que él pudo haber evitado todo lo sucedido, pudo protegerlo, debió darse cuenta, ¡Todo pudo ser diferente!
Lo mira derrotado, porque después de todo, TaeHyung ya ha ganado. Ganó ese día cuando asesinó a Jimin.
¿Lo haría sentir mejor la venganza?, el pasado no se puede remediar, pero ¿Se sentiría mejor si muriese?, ¿Iría a ese bello lugar al que Jimin tanto anhelaba regresar?
YoonGi ya sabe quién es el asesino, está seguro que SeokJin se encargará de todo, y por un escaso segundo, siente paz. La verdad ha salido a la luz, todo está resuelto. Todo ha terminado. Pero esa paz es repentinamente turbada cuando siente a TaeHyung acercándosele al oído y susurrándole unas palabras.