Con temor, doy un paso hacia atrás. Jimin camina hacia mí con dificultad y estira su brazo, sus pequeños deditos y regordetas manos sostienen la evidencia y estoy completamente espantado. No puedo creerlo, mi novio es un monstruo, ya no queda un atisbo de lo que era, es imposible que una parte de Jimin siga allí en ese cuerpo, él jamás hubiese hecho algo así, él amaba a ese estúpido gato.
Aún recuerdo el día en que lo trajo, yo le había dicho que no quería mascotas. Esa tarde, al verme sentado en el sofá, corrió con prisa escaleras arriba y guardó al pequeño gatito en el cajón de zapatos. No tardé en notarlo, era en verdad muy chillón, casi tanto como lo era Jimin, pero me suplicó y terminé accediendo, de todas formas él siempre obtenía lo que quería.Corro hasta el marco de la puerta de entrada y le digo a Jimin que se detenga, él sigue caminando hacia mí con su brazo estirado como queriendo que sostenga al animal muerto. Miro hacia ambos lados procurando que nadie se haya percatado del escándalo, corro hasta donde él se encuentra, sujeto al gato y lo arrojo lejos. Este cae cerca del contenedor de basura, luego corro otra vez hasta la entrada y llamo a Jimin. Por más horrorizado que esté no puedo permitir que nadie lo vea. Este se detiene y me mira fijamente a los ojos, luego se gira y va hasta donde está el cuerpo del gato otra vez. No, no puedo permitir que lo vuelva a sujetar, no sé que quiere ahora, pero no pienso tocar el cuerpo de ese animal ni una vez más. Tomo con fuerza a Jimin por el brazo y lo arrastro hasta la entrada cerrando la puerta con llave tras nosotros, luego lo llevo hasta la habitación y corro a la puerta nuevamente, tomo la llave y la escondo dentro del jarrón que hay sobre el aparador.
Regreso a la habitación y mantengo distancia con Jimin, este está sentado en la silla del escritorio y me mira como si quisiera decirme algo. Tomo la libreta donde él hace sus dibujos, le pongo la pluma en sus manos y le pregunto el por qué hizo algo tan terrible como ello. Él no escribe, tampoco dibuja, solo me observa con una mirada llena de palabras escondidas y sentimientos que no logro comprender.Son las seis de la mañana y me es imposible cerrar los ojos, aún tengo las luces de la habitación encendidas y no quito mi vista de Jimin, no puedo compartir habitación con él, siento miedo, él ya no es mi dulce Jiminie. Me encuentro muy nervioso y mis músculos se tensan ante cada movimiento que él hace sobre esa silla.
Trago con dificultad cuando este se gira y comienza a dibujar, me siento sobre la cama y lo observo. Muy lentamente me acerco por su espalda e intento echar un vistazo a su dibujo, el monstruito de Jimin está dibujando a nuestro gato, ¿Cómo se atreve luego de haberlo decapitado?, no logro comprender que pasa por su cabeza en estos momentos. Lo peor es que inevitablemente no dejo de admirarme por lo bien que dibuja. Una vez terminado lo observo detenidamente y veo con horror el siniestro dibujo. Es nuestro gatito con alas negras sobre una calavera, sin duda parece más un dibujo creado por Tim Burton que por Jiminie.Las horas pasan y la tormenta cesa, el despertador suena y lo apago molesto, hoy no asistiré a clases, no solo por el hecho de que no he dormido en toda la noche, sino porque no pienso sacar de nuevo a Jimin, puede que sea peligroso.
Me estiro intentando desentumecer mis músculos agarrotados y camino hasta la cocina en busca de algo para beber, busco en mi heladera casi vacía como de costumbre y bebo un poco de jugo de manzanas mientras miro por la pequeña ventana de la cocina, allí curiosamente veo a TaeHyung merodeando cerca de mi cesto de basura y mira insistentemente hacia mi casa. Seguramente se ha encontrado con el cuerpo del gato. Dejo el jugo sobre la mesa, tomo la llave del jarrón y abro la puerta. TaeHyung escucha el sonido y camina hasta mí.
—Buenos días Min. —Musita amablemente sin dejar de caminar a mi encuentro.
—Buenos días.
—Siento estar entrometiéndome. —Dice mientras señala hasta donde el cesto se encuentra.
— ¿Qué hacías ahí? —Pregunto curioso.
—Es que vi el cuerpo sin vida de tu gatito fuera del cesto y me estaba preguntando cómo es que se había salido.
— ¿Se había salido?
—Si, disculpa, debí decírtelo anoche. Cuando regresé de hacer las compras, vi a un auto arrollarlo. Fue horrible presenciar algo así, quise ir a decirte pero era tarde así que me limité a meterlo en el cesto, lo lamento mucho.
Sin responder, me doy la vuelta y cierro la puerta tras de mí. Corro hasta la habitación y sujeto fuertemente a Jimin. No dejo de decirle que me perdone una y otra vez. Lamento tanto haber pensado tan mal de mi pequeño, anoche solo intentaba decirme lo ocurrido y yo lo ignoré.
Luego del abrazo, Jimin camina arrastrando sus pies hasta el escritorio y toma el dibujo que ha hecho por la noche.—Lo sé Jiminie, ya lo he visto.
Pero este le da la vuelta y deja a la vista otro dibujo. Allí puedo ver al pequeño gatito pero este no se encuentra muerto, más bien se encuentra correteando feliz sobre el césped, persiguiendo una bella mariposa.
—Aquello es muy bonito, Jimin, así era cuando aún vivía y así lo recordaremos.
Jimin niega con la cabeza y vuelve a señalar su dibujo, pero no logro comprender a lo que se refiere, me mira por un instante y toma un pequeño broche del cajón, quiere que también cuelgue ese dibujo en la soga contra la pared.
Luego de unos minutos, siento que alguien llama a la puerta. Camino hasta la entrada deseando que sea TaeHyung, he sido un tanto descortés y quiero agradecerle, pero, al abrir la puerta, me encuentro con la última persona en esta tierra que hubiese querido ver. HoSeok.—Necesito hablar contigo. —Me dice.
— ¿Qué quieres hablar?
— ¿Puedo pasar?, es importante. —Musita. Luego de esto me hago a un lado permitiéndole la entrada, aunque me encuentro un tanto dudoso, me intriga lo que este maldito está a punto de decirme.
—
¡Muchas gracias por leer, os amo!
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Killing Death || Yoonmin [CONCLUÍDA]
FanfictionSi pudieras revivir a alguien de la muerte, ¿lo harías? Min YoonGi lo hizo sin siquiera pensar en lo que se estaba metiendo, porque nunca se imaginó que había despojado al amor de su vida del paraíso y lo había arrastrado hasta el mismo infierno. ℹP...