Capítulo 24

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JungKook maquilla con insistencia los moretones de Jimin, mientras yo, vestido con el único traje elegante que tengo, practico mis líneas frente al espejo. Jin por su parte camina nerviosamente de un lado a otro de la sala.

—Ya, quédate quieto, sé que no lo ves desde hace años, pero no deja de ser tu hermano. —Musita JungKook al escuchar los pasos nerviosos de su novio.

Está oscureciendo y el clima afuera va empeorando, pero debemos ir a donde el hermano de Jin nos citó, esas fueron sus condiciones.

—Bien, esto es lo mejor que pude hacer. —JungKook se hace a un lado para que podamos ver el gran trabajo que ha hecho maquillando a Jimin. Y de hecho, ha quedado increíble, hasta tiene las mejillas sonrosadas. Si no fuese por su herida abierta en el cuello, podría pasar por una persona con vida.  

— ¿Crees que es una buena idea llevar a SeHoon?, podríamos haber contratado una niñera, o dejarlo con el vecino. —Musita Jin interrumpiendo mis halagos hacia el menor. 

—Claro que sí, no lo dejaré con nadie, conmigo estará más seguro que con cualquier otra persona. —Respondo sin siquiera pensármelo dos veces. A parte no lo puedo alejar de mí, sé cuan triste se pone cuando no me ve.

— ¿Estás nervioso? —Me pregunta JungKook a medida que despide una leve sonrisa.

Al parecer, mis intentos por fingir tranquilidad, han fallado. Mis manos no dejan de temblar. Pero, ¿Por qué habría de sorprenderme? Después de todo, es el día de mi boda. Si es que se le puede llamar así. En todo caso, prefiero no responder. Me limito a tomar al pequeño en brazos y caminar hasta el perchero junto a la puerta, para poder tomar un pañuelo de ceda. —Si Jimin utiliza esto torno a su cuello, no se le verá la herida. —Menciono a medida que se lo entrego a JungKook para que se lo coloque.
El menor, toma el pañuelo y envuelve el cuello de Jimin con sumo cuidado, sin apretar para que no se manche la seda con sangre. Sin duda alguna, ahora luce mucho mejor.

—Ya es hora, ¿Están listos? —Pregunta el menor mientras se encamina con prisa a la puerta de salida, casi arrastrando a Jimin con él.

—No. —Respondemos Jin y yo a coro. 

JungKook sonríe y nos hace una seña con la mano para que lo sigamos. Bien, ya no hay marcha atrás.

Nos subimos al automóvil de SeokJin, él y JungKook van al frente y yo voy con Jimin y SeHoon atrás.
Cada tanto miro de reojo a mi novio, este permanece como estatua mirando hacia adelante. ¿Sabrá hacia donde nos dirigimos? o ¿Sabrá que estamos a punto de casarnos?
Se puede evidenciar el nerviosismo de Jin por como conduce, ya se ha pasado dos semáforos en rojo y hace movimientos muy bruscos al doblar. JungKook ya ha intentado calmarlo, pero no ha tenido éxito.
Poco a poco vamos dejando atrás la carretera, para adentrarnos en un pequeño barrio de calles angostas. Está bastante oscuro todo alrededor, sin duda es un lugar de mala muerte. Las personas que caminan por la vereda nos miran fijamente con expresión poco amigable, sin duda saben que no somos del barrio.
Cada tanto se escucha disparos a lo lejos y hay gente revolviendo la basura en las esquinas. Nunca había estado ni cerca de aquél lugar.
El hermano de Jin, nos ha citado a un restaurante chino, el cual no tenemos ni idea de dónde está situado, no sé que haríamos sin el GPS.
De pronto, el silencio del interior del auto, es interrumpido por un móvil sonando.

—Es el mío. —Musita Jin—. Seguro es mi hermano.

— ¿Quieres que atienda yo? —Pregunta JungKook estirando la mano para tomar el teléfono.

—No, deja, yo lo haré.

Jin suspira mientras presiona el botón verde.

— ¿Qué quieres?, ya estamos yendo hacia donde nos has citado.

—…

—Si, nos hemos demorado porque nunca antes hemos estado en este lado de la ciudad, pero ya casi llegamos.

—…

—No, ¡Por favor no te vayas!, tan solo han pasado dos minutos, juro que ya estaremos allí.

Jin corta y le entrega el teléfono a JungKook mientras presiona más el acelerador.

—Dijo que solo nos esperará debido a mi súplica. Le gusta que me humille ante él.

—Tan solo piensa en la razón por la que estamos haciendo esto, concéntrate en la meta, Jinie. Mañana ya todo habrá pasado. —Le consuela JungKook mientras da palmaditas en su hombro.

Observo a SeHoon quien se ha quedado dormido entre mis brazos, duerme tan plácidamente mientras se aferra con su pequeño mano a mi pulgar. Observarlo me trasmite tanta paz.
Lamentablemente, mi leve sonrisa se apaga cuando veo que Jin está aparcando el automóvil. Al levantar la vista, puedo ver el dichoso restaurante chino. Vaya sitio. Las ventanas están cubiertas con maderas clavadas, el cartel luminoso de luz roja con el nombre en chino del restaurante, está titilando, cómo si necesitara un ajuste y hay basura a un lado de la puerta. Si un inspector de salubridad viniese, los clausurarían sin duda alguna. 
El lugar parece abandonado, pero una muy leve lucecita proviene del interior.

—Mi hermano ha dicho que entremos directamente. Nos espera en la terraza del restaurante. Dijo que no hagamos ruido.

Completamente nerviosos, bajamos del automóvil. Como tengo a SeHoon dormido en brazos, es JungKook quien ayuda a Jimin a bajar. Sus movimientos lentos ponen muy nervioso a SeokJin, que sabe que no nos conviene demorarnos.
Este va al frente trastabillando con sus pies y cada tanto nos mira con nerviosismo, indicándonos que nos demos prisa. Pero con Jimin, no podemos ir más rápido. 

Al legar a la puerta, vemos que aquel restaurante está completamente vacío, como era de esperarse. La luz que se veía desde la calle, proviene de la cocina, ahora podemos ver que hay gente allí dentro.
Enseguida y guardando mucho silencio, nos dirigimos escaleras arriba, derecho hacia la azotea. La incertidumbre nos carcome los huesos, no sabemos a ciencia cierta con lo que nos iremos a encontrar allí arriba.
Lo primero que vemos, es una mesa con un mantel blanco, igual al de las mesas del restaurante de abajo. Torno a ella, hay un joven moreno, vestido de negro, rodeado de dos hombres de gran tamaño, ambos están parados firmemente junto a él, vistiendo trajes elegantes, ¿Es que son sus guardaespaldas?, ¿Es necesaria tanta opulencia para alterar dos o tres cosas en un acta matrimonial?

—Jin, me alegra verte al fin. —Musita el joven moreno con una pequeña sonrisilla de satisfacción.

Aquel joven, es sin duda como Jin me lo describió. Con aires de grandeza, observándonos con aquella expresión cínica y su sonrisa falsa.

—Quisiera decir lo mismo, NamJoon. —Responde Jin por lo bajo, caminando demasiado lento hacia su hermano. 

 

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Killing Death || Yoonmin [CONCLUÍDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora