En la oscuridad de la noche, un joven camina por el medio de la calle arrastrando sus pies. Pareciese que estuviese a punto de perder el equilibrio, pero vuelve a enderezarse y continúa avanzando muy lentamente.
Unos muchachos pasan cerca de aquel extraño y lo observan con curiosidad, se ríen burlonamente sin prestar demasiada atención y continúan su camino, creyendo que solo se trata de un ebrio.
Paralelamente a ello, Yoongi abre sus ojos y cae en la cuenta de que se ha quedado dormido en el sillón de la cocina. Con movimientos muy lentos y algo torpes, se incorpora y camina hasta la habitación, en dónde chequea su reloj de pulsera el cual marca las tres de la mañana. Da un sonoro bostezo y se rasca la cabeza antes de dirigirse a la cama. Allí, enciende la luz y detiene sus movimientos en seco al darse cuenta de que Jimin no está.—No otra vez. —Musita para sí.
Retrocede sus pasos hasta la cocina pero no hay rastro de su novio, luego recuerda que debido a que estuvo Seokjin en la tarde, no ha cerrado la puerta con llave, y maldice enfadado consigo mismo mientras sale en busca de Jimin.
Tiembla al darse cuenta que el jovencito no está en su campo de visión, corre hasta la esquina y poco le importa estar descalzo. Al no verlo, vuelve con prisa y camina en el sentido contrario.
A lo lejos escucha un perro ladrar, entonces dirige la mirada hacia donde el perro se encuentra y ve que hay a algo escondido entre las sombras. Camina un poco más y finalmente lo ve, parado en medio de la calle, con la mirada perdida. El ambiente no es del todo agradable, cualquiera que pueda ver con atención al joven de semblante blancuzco y restos de sangre en el cuello a mitad de la noche caminando como zombi, podría llevarse un gran susto, sin embargo para Yoongi no es así, por el contrario corre a él y se aferra a aquel frío cuerpo como si fuese lo más cálido y reconfortante del mundo.
Una nube despeja la brillante luna llena y su tenue luz ilumina levemente el rostro de Jimin, el cual Yoongi contempla con admiración. Y es que para él, es lo más bonito del mundo y nada se le compara.
Lo toma de la mano y camina pacientemente a su lado de regreso a la casa. El perro no deja de ladrarle a su acompañante de pasos lentos, lo sigue y olfatea, al parecer algo en él le resulta digno de curiosear.《Jimin tiene una nueva percepción respecto a la muerte, yo que tú, perrito, me alejaría de él》Le susurra Yoongi.
Cuando van pasando por la casa del vecino, el perro corre hasta el patio y sigue un rastro con su nariz contra el césped y luego se detiene frente a un pequeño comedero para pájaros. Al parecer no hace mucho lo han puesto allí, ya que hay restos de tierra que no hace mucho ha sido removida.
[Narra Yoongi]
Jimin suelta mi mano y quiere ir en la misma dirección que ese maldito perro. Fastidioso, lo retengo y empujo para que siga caminando, pero está empecinado en ir hasta allí.
Por supuesto que tengo más fuerza que él, pero se me dificulta hacerlo avanzar si no copera en lo más mínimo. Está tan interesado, que por un segundo la curiosidad me invade también y lo suelto, para ver qué hace.
Jimin camina y se posiciona junto al perro, ambos ven en la misma dirección.—¿En serio?, ¿Sólo para observar un comedero de pájaros?
Ambos miran absortos la pequeña casita de pájaros, pero al fijar la vista, siquiera hay pájaros allí.
De mal humor, camino hasta donde Jimin se encuentra y ya dándome cuenta como son las cosas, lo cargo con dificultad en mis brazos y camino con prisa, trastabillando hasta el interior de la casa.
Allí lo posiciono con cuidado sobre el sofá y me regreso a cerrar la puerta, esta vez con llave.
Jimin; antes de su muerte, tenía admiración por los pájaros, más bien todo aquello que pudiese volar. Imagino que era debido a aquel tonto sueño que siempre tenía, del de poder tener alas y volar como un ave o una mariposa, él decía que volar significaba libertad en su máximo esplendor.
Me dirijo hasta la cama con Jimin, lo ayudo a acostarse y le doy un corto beso. Extraño tanto el rosado de sus labios, el como se intensificaba el color ante el más mínimo contacto. Suspiro y me aferro a su cuerpo. Antes de dormirme, chequeo por última vez el reloj y marca las cinco de la mañana. Maldigo por lo poco que me queda para dormir y cierro los ojos cayendo en un sueño profundo.Voy caminando por los pasillos de la universidad con la idea fija en solo una cosa. Intentar tener acceso al casillero que pertenecía a Jimin. Hasta ahora no se ha abierto, muy probablemente debido a que lo convirtieron en santuario. Sí, aquel casillero rojo es un pequeño ícono conmemorativo de la tragedia.
Tengo curiosidad por ver el contenido, ver sus pertenencias, quiero llevarlas conmigo, y también abrigo la esperanza de encontrar alguna pista, algo que me indique en qué andaba Jimin durante esos días. Me extraña que la policía inepta no haya pensado en ello antes.
Corro los papelitos de colores y las flores pegadas cerca de la cerradura y pongo la contraseña correspondiente, la sé porque he sido yo quien se la ha escogido. Jimin siempre la olvidaba, era muy malo para recordar números, asi que en los últimos años, yo era su esclavo. Me la pasaba yendo y viniendo a desbloquear su casillero cada vez que él necesitaba algo.<<6661>>
Hubiese sido genial que se pudiese bloquear el pequeño candado con solo tres números, pero necesitábamos escoger cuatro y el 1 fue lo primero que se me ocurrió luego del 666.
Me sorprendo al ver que no abre, intento una vez más y comienzo a forcejear pero no sucede nada. ¿Han cambiado la contraseña?, doy varios golpes para intentar abrirla pero lo único que gano es que el chico raro, presidente del consejo estudiantil, me toque el hombre y me de malditos consejos de cómo sobrellevar una perdida.
¿No ve que solo intento abrir el jodido casillero?
Resoplo y camino con prisa hasta la parada de autobús, no me puedo demorar porque he dejado encerrado a Jimin en la habitación, y sabrá Dios con lo que me pueda llegar a encontrar cuando regrese.—
Nada es relleno, ningún detalle es al azar, lean con atención.
¿O quieren dejarle todo el trabajo a Seokjin? Jaja¡Os amo!
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Killing Death || Yoonmin [CONCLUÍDA]
FanficSi pudieras revivir a alguien de la muerte, ¿lo harías? Min YoonGi lo hizo sin siquiera pensar en lo que se estaba metiendo, porque nunca se imaginó que había despojado al amor de su vida del paraíso y lo había arrastrado hasta el mismo infierno. ℹP...