Cuento 5

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Detengo el bus lentamente y abro las puertas, los pasajeros bajan.

Se acerca un tipo a mi ventanilla y comienza a dictar: Maestro. A cuatro de la quince, a dos de la veintidós y a nueve de la once.

Le doy un par de monedas y reanudo la marcha.

Nunca le he entendido.

365 Cuentos Cortos De BusesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora