En las calles, en las revistas.
En los bares, en la Internet.
En novelas, entre poemas.
En las grandes casualidades,
En primaveras, en novelas.
En las diversas inflexiones.
En los lugares más públicos,
En las pinturas, en canciones,
En el carro, en periódicos.
Algunos llevan osadía.
Gordos, mancos, negros, bajitos.
Viven asfaltos de paciencia.
Veo mis reflejos, los furtivos,
Otros claros, de casta blanca,
También son mulatos esclavos.
Son quienes llevan mi presente.
Unos están para evocar,
De a poco la lejana muerte.
La propagación arrincona
Intoxicando el recuerdo,
Se atrinchera en mi pierna.
Veo mi reflejo el que deseo,
Con el gran futuro en frente,
Mis ojos saltan del cráneo.
Ominosos, claros reflejos,
Que al suelo se les deslizan,
Desde su corona los sueños.
Mientras los pocos elegantes,
Se limpian esas pulcras caras
Con pañuelos resplandecientes.
La impotencia a espaldas
Grita, calla, son solo otros.
Que tienen poca travesía.
No me invoques en apuros,
Pues los ojos se caerán
Como los flácidos parpados.
D. Alexander M. G.
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Fugaz instante (timón del momento)
PoésiePoemas que han nacido pequeños y delgados, entre frías y cruzadas banquetas, de un parque de hojas secas, en presencia de las huellas de la lluvia, el paso tranquilo de la noche, entre cuchillas y garganta. Otros por cargar a sus hombros la prisa, d...