^___^ ## ★ MANUAL OF THE FORBiDDEN

Capítulo 14

Cuando llegamos, Mingyu tardó en salir, estaba peleando con la máquina de impresión de nuevo.

— ¡Espera solo un momento, Seungkwan! –gritaba desde atrás, mientras que yo no dejaba de reír. Pobre de él, esa máquina siempre le sacaba canas verdes.

Soonyoung permaneció tranquilo, observando las cosas en el local, hasta que Mingyu apareció por fin detrás del mostrador.

— ¡Listo! –me sonrió con esa sonrisa que se expandía tierna sobre su rostro. Cuando Mingyu desvió la vista de mi, la posó en la única otra persona que estaba conmigo. Soonyoung lo miraba embobado.

— Oh. –musité– Mingyu, te presento a un amigo. Soonyoung, él es Mingyu. –dije al interpelado– De el que tanto te he hablado, Mingyu, él es Soonyoung, mi vecino.

La cara de Soonyoung era de sorpresa, asombro y fascinación y en sus ojos existía un brillo que hace unos minutos no se encontraba allí.

— Hola. –balbuceó.

— Hola. –respondió Soonyoung.

Ambos sonrieron y luego Mingyu me dedicó su atención a mí.

— ¿Fotos nuevas? –me preguntó entusiasmado.

— Ya lo sabes. –reí e hicimos lo de siempre.

Luego de unas horas y de que Soonyoung y Mingyu se conocieron más. Decidimos él y yo que era hora de regresar.

El sol se había puesto cuando Soonyoung y yo caminábamos hacia el edificio.

— Tú amigo es muy bonito. –musitó Soonyoung, ruborizado ligeramente– Muy simpático, además. –me solté a reír.

— Creo que lo pude haber adivinado. –admití y él enrojeció más.

— ¿Por qué dices eso? –preguntó, avergonzado.

— Por tu cara y como lo mirabas.

— ¿Tan obvio era? –hizo un mohín.

— Algo. –ambos reímos– ¡Soonyoung! –dije, de pronto, quizá hasta sacándole un susto por la forma en que me miró– ¡Tú sabes italiano!

— Emm... sí. –musitó sin comprender; y es que había cambiado de tema repentinamente.

— Dime qué significa... –hice memoria para acomodar las palabras en orden y tratar de pronunciar correctamente– "Che bella coppia fanno"

Alo mejor Hansol cría que ya se me había olvidado lo que el muchacho de la heladería nos dijo y que nos me quiso traducir, pero para mala suerte de él, yo tenía muy buena memoria.

— Que bella pareja hacen. –dijo Soonyoung.

— ¿Disculpa? –Soonyoung rió.

— Eso significa... –abrí los ojos ante lo poco evidente y ante la ilógica de que me emparejara a mí con Hansol.

Luego me solté a reír de nuevo; no sabía si avergonzado o de veras divertido.

— ¿Por qué? –inquirió, Soonyoung.

— Porque... Lo vi en la televisión, en una película. Quería saber qué significaba. –inventé.

— Claro.

— Me tengo que ir. Buenas noches, Soonyoung. –dije, fingiendo un bostezo. Lo cierto era que después de mi tarde con Mingyu y Soonyoung, no estaba cansado; pero sí quería escapar de las escenas que Mina y Hansol protagonizaban en la sala. El chasquido de sus labios al juntarse, los suspiros, las caricias que se daban, todo me resultaba ahora insoportable.