Capítulo 23

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Me estaba confundiendo horriblemente; estaba entre el sí y el no acerca de descifrar sus sentimientos hacia mí.

Juro que no lo entendía.

Cuando me senté, los miré acomodados en la pista, bailando una canción y no una melodía, aunque era igual de lenta.

Tenía que deshacerme de inmediato de todas mis especulaciones, de todo tipo de pensamiento en el que cavilara a Hansol. Él no debía de estar rondando en mi cabeza, vagando junto a las fantasías implacables que se desataban con cada mirada o tacto suyo.

Volví a prestar atención a ellos. Eran la pareja perfecta, sin duda. Y aunque estaba terriblemente confundido por el actuar de Hansol; sí tenía una cosa en claro... no permitiría que jugara conmigo, ni mucho menos con Mina, y por supuesto, tampoco que le rompiera el corazón.

Vuoi ballare con me? –la voz de un joven de cabello castaño, algo alborotado me hizo mirarlo. Me tendía la mano, como Hansol lo había hecho antes. Pude adivinar entonces que me pedía un baile. Pero no tenía muchas ganas de bailar.

— Lo siento, no hablo italiano. –dije sonriéndole.

Oh, si parla coreano. Si prega di ballare con me. –no sabía que había dicho, pero no quitaba la mano extendida hacia mí.

Miré hacia la pista de baile y Mina seguía allí, moviendose al sonido de la música. Yo no tenía que quedarme aquí sentado, abandonado; además el muchacho que me pedía un baile era apuesto. Sus ojos color miel y sus labios rosados y finos me recordaron en cierta parte a Hansol.

— Qué más da. –farfullé y me levanté de la silla, aceptando la invitación de baile. Él me sonrió y me condujo hasta la pista, en donde al instante atrajimos la atención de la pareja a mi lado. Mina y Hansol.

Ella me sonrió, mientras que él frunció el ceño. ¿Y ahora qué pretendía? ¿Quería tenernos a ambos para él nada más? Pues estaba muy equivocado, aun así doliera en lo más profundo de mi alma, él solo sería de Mina, nada más.

Les di una sonrisa de autosuficiencia, sintiéndome orgulloso no sé de qué. Y volví mi mirada al chico que bailaba conmigo, mientras que la mirada de Hansol no se despegaba de mí.

🌙✨

No podía conseguir pegar los parpados después de esa noche, daba vueltas y vueltas en mi cama, siendo la una de la madrugada; apenas había pasado una hora y media desde que habíamos llegado al departamento.

Exhalé agobiado y me levanté por un vaso de leche, para ver si así conseguía que el sueño se compadeciera de mí. Serví el líquido blanco en un vaso y luego de darle un sorbo, escuché un murmullo en la habitación de Mina. Curioso me acerqué a la puerta, con paso sigiloso, seguro estaría hablando dormida. Cuando estuve detrás de la puerta, alcancé a percibir su voz perfectamente sobria, sin atisbo alguno de somnolencia, hablaba con alguien, pero, ¿A estas horas? ¿Con quién? Agudicé el oído, queriendo encontrarle sonido entendible a su murmullo.

— Es que no sé que pasa, Joshua. Siento que no va muy bien...

¿Joshua? ¿Estaba hablando con Joshua? ¿Qué era lo que no iba bien? ¿No sabía qué cosa? Las preguntas comenzaron a formularse en mi cabeza por sí solas. Pero decidí mejor darle privacidad, a fin de cuentas esperaba a que me lo contara mañana.

🌙✨

Los delicados rayos de sol que apenas se colaban por mi ventana iluminaron lo suficiente mi habitación como para hacer que me despertara. Me revolví entre las sábanas y miré la hora cuando abrí por completo los ojos, iban a ser las once de la mañana.

^___^ ## ★ MANUAL OF THE FORBiDDENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora