Arthit salió de debajo de las cobijas y empezó a dar vueltas en su habitación. Quería que el tiempo pasara rápido para poder terminar su noche. Siguió dando vueltas por toda su habitación mientras se mordía las uñas.
Entonces recordó algo. Fue hacia la chamarra que usó ayer y hacia el bolsillo interior en el pecho. Sacó su engranaje. Lo sostuvo en alto y lo estudió. Arthit fue hacia la mesa de noche y abrió el cajón superior. Dentro estaba una pequeña caja negra. Sacó la pequeña caja y la abrió.
Arthit no había visto el engranaje de Kongpob desde hace años. Lo ha dejado guardado en esa caja desde que se graduó de la universidad. Siempre lo tuvo cerca, pero no tenía ninguna razón para sacarlo. A diferencia de Kongpob, él no exhibía su engranaje como un premio. A Kongpob le gustaba colgar su engranaje sobre su mesa de noche para verlo cada noche. Él lo tenía guardado en su mesa de noche, pero ¿acaso no era lo mismo?
Arthit tomó un gran aliento, sosteniendo en su mano los dos engranajes juntos. Se pertenecen el uno al otro. ¿Cierto? Han sido ocho años. Este no puede ser el fin.
—Kongpob regresará por ti —le dijo Arthit a su engranaje.
—¿Estás seguro de eso?
—¡Ahhhhhh! —Arthit saltó por la sorpresa. —¿Por qué mierda tienen que asustarme así? —Arthit frunció el ceño y miró hacia arriba para ver a alguien que se veía como M.
—Hola, ricura. Soy el Espíritu del Presente. Estoy seguro de que ya sabes cómo funciona esto —dijo Presente mientras se sacudía polvo imaginario de su camisa.
—¿M? ¿Por qué escogiste a M? Él es más como el amigo de Kongpob. No me digas que es porque es guapo —preguntó Arthit con el ceño fruncido.
—Bueno, lo es, pero fue en realidad su linda sonrisa la que llamó mi atención. Y sólo mira este cuerpo. Está tan en forma —Presente tocó sus propios bíceps y pectorales.
—¿Por qué son todos unos pervertidos? —Arthit miró furioso a Presente.
—Oye, no tenemos cuerpo propio, así que tengo curiosidad. Como sea, eso no es de tu incumbencia —dijo Presente, cruzándose de brazos y mirando sus propios bíceps mientras asentía con una sonrisa.
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Todo lo que quiero
Hayran KurguEsta es una historia corta de Navidad con Arthit y Kongpob, ligeramente basada en mi historia de Navidad favorita por Charles Dickens, Un cuento de Navidad. Sólo puedo prometer un viaje divertido y un final feliz. Eso es todo, amigos. ¡Felices fiest...