Cap 17 "Demonios"

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Tras la pequeña reunión con Crowley, los hermanos decidieron volver al búnker.
Cabe destacar que el Impala iba en un silencio sepulcral, ambos estaban sumidos en sus pensamientos.

Por un lado Sam intentaba recordar los momentos con Amelia, necesitaba sacarse las dudas. Todos sabemos que los demonios mienten pero también dicen la verdad.

Y Dean, que pensaba en su sobrina, no podía creer que la tierna niña de once años estuviera en una situación tan complicada como lo dijo Crowley.

-Dean, estoy perdido-Sam rompió el silencio-no se que voy a hacer, digo, ¿Y si Crowley dijo la verdad?

-¿Qué pretendes hacer? ¿Ir con Alice y comprobar si es cierto?

Sam, no respondió solo se quedó pensativo lo que quedaba de trayecto.

Fue llegar al búnker para saber que tenían que averiguar si lo que dijo el rey del infierno era cierto, no podían permitirse que Alice corriera semejante peligro.

Sam le prometió que la protegería y eso haría.

Se centró en los libros y en buscar algo que le ayudasen, pero todo lo que leía no aportaba nada y el cansancio le estaba pasando factura.

Dos de sus dedos presionaron el puente de su nariz, mientras intentaba no quedarse dormido.

-¿Qué haré?-murmuró levantándose para ir a dormir

Estuvo dando vueltas en su cama hasta que finalmente decidió ir por Alice y sacarse las dudas.
Se vistió sigilosamente y fue hasta la cochera por el Impala para luego salir de camino a Texas.

Aceleró pasando el cartel que indicaba los kilómetros faltantes para llegar a Texas y fue cuando notó la falta de autos en la carretera, a pesar de la hora.

Tanteó con la mano la guantera y sacó el celular, el cual decía que eran las doce menos diez de la noche del veinticuatro de Diciembre.
Con todo lo acontecido no había notado que ya estaba en vísperas navideñas pero tampoco era como si le importase, nunca tuvo unas fiestas que valiera la pena recordar y francamente era de esperarse teniendo en cuenta el negocio familiar.

Diez minutos mas tarde el silencio de la noche se vió interrumpido por algunos fuegos artificiales, decidió parar en un supermercado veinticuatro horas y comprar unos regalos para Alice.
Se decidió por un libro que pensó que le gustaría y una cámara polaroid instantánea.

Siguió el camino hasta finalmente llegar, miró un buen rato la ventana que daba al living comedor donde claramente claramente podía ver a Alice y Amelia junto a Don, disfrutando de la cena Navideña.

Por un momento deseo estar en el lugar de aquel hombre y tener una vida normal donde los monstruos no existían y él era un exitoso abogado.
Luego se dijo que no se imaginaba un mundo fuera de la caza y lo dejó estar.

-Sam-el susodicho saltó del asiento por la sorpresa, al girar se encontró a Cas junto a él.

-¿Cas? ¿Qué haces aquí?-preguntó como quién no quiere la cosa

-Dean me envió-respondió observando el panorama en el que Sam se había sumergido minutos antes.-que bonita cena familiar.

-si-murmuró mirando al mismo lugar-me hubiese gustado estar con Alice desde el minuto uno-admitió

-quizás el destino era otro ¿No te parece?

-me he dado cuenta-se pasó una mano por el cabello-¿A qué viniste?

-bueno Dean está furioso porque te llevaste al Impala y dice que Alice será tu única descendencia porque te cortará los test...-Sam lo interrumpió

-no, no ¡Ya entendí!-lo paró antes de que terminará la oración

-¿Vas a ir?

-Cas... ¿Es posible que una persona pueda tener "Escencia" de Demonio?-quería sacarse las dudas

-bueno tú tienes sangre de demonio ¿No?-frunció el ceño-¿Esto tiene que ver con Alice?

-¿Entonces es cierto?-el ángel asintió-¿Qué se supone que deba hacer?

-cuidarla, protegerla y mantenerla alejada de los demonios.

-tienes razón, era lógico-suspiró-iré con ella, deseame suerte-tomó los obsequios y salió

-¡Suerte!-dijo Cas sin entender que solo era un decir

Tocó el timbre y espero a que abrieran,unos minutos después la puerta se abre dejando ver a Alice.

-¡Papá!-exclamó abrazandolo, por supuesto el correspondió al instante-¿Qué haces aquí?-preguntó al separarse

-vine a verte-sonrió-y te traje algo que me mandó Santa Claus-le pasó los dos paquetes

-¿Quién era Al?-Amelia apareció en su campo de visión-¿Sam?

-hola-dijo tímidamente

-¡Wow!-dijo Alice llamando la atención de ambos-¡Gracias!

-de nada-sonrió al ver la felicidad de su pequeña

-Alice ve con Don, que tengo que hablar con Sam-ella asintió y se fue

-perdón por aparecer así, pero necesitaba saber que Alice estaba bien-dijo antes que nada

-ella está bien y lo está sin ti, así que lárgate-los ojos de la mujer se pusieron negros por un segundo, alertando a Sam y por lo tanto sacó la daga mata demonios.

No quería dañar a Amelia pero no tenía muchas opciones, porque no podía salir a buscar armas al coche.

-exorcisamus te omnis inmundus esp...-su garganta se cerró impidiendo que pudiera seguir, el demonio le estaba ahorcando con sus poderes psíquicos.

-no Sam, esta vez no será tan fácil.-sonrió

-per... do... na... me a... me... l... i.. a-dijo como pudo antes de apuñalar una pierna de la mujer liberandola del demonio-¡Amelia!

-estoy bien, gracias-se miró la pierna-voy a tener que cocer-se levantó con ayuda del menor y caminó como pudo al baño.

-¡¡¡Ah!!! ¡¡¡Papá!!!-el gritó de Alice hizo que saliera corriendo al living comedor donde Don estaba intentando que ella se quedará quieta para hacer quién sabe que con un jarrón lleno de sangre.
No tardó en ir y apuñalar un brazo del militar.
Pero eso no detuvo al demonio así que no tuvo de otra que exorcizarlo.

-¿Estás bien?-le preguntó a la niña acercándose e inspeccionandola.

-si-lo abrazó asustada.

-¿Qué pasó aquí?-Amelia apareció cojeando ligeramente

-otro demonio-murmuró el menor apenado-Amelia, se que no es el mejor momento pero debo llevarme a Alice.

-si, creo que es lo mejor-aceptó.

La pequeña WinchesterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora