La pequeña Winchester

Cap 1 "Sam, soy tu hija"

Ambos hermanos se encontraban hacía un par de días en Montana, se trataba de un caso sobre demonios.
En su última noche, tras terminar el trabajo, regresaron mas que exhaustos al motel en el que se estaban quedando. Dean aparcó el coche y al bajar , se llevaron la sorpresa de encontrar en la puerta de su habitación a una pequeña niña acurrucada parecía dormir pero, ellos no estaba seguros sus cabellos impedían verle con comodidad el rostro pero, si pudieron observar que traía el pelo largo de color castaño claro con algunas ondulaciones y la poca piel a la vista era pálida.

-Dean, ¿Por qué hay una niña en nuestra puerta?-preguntó un desconcertado Sam

-no tengo ni idea-musitó el mayor sorprendido-¿Deberíamos despertarla?

-yo creo -el menor se agachó para estar a la altura de la pequeña y con mucho cuidado apoyó una de sus enormes manos en el hombro de la castaña y la movió despacio, la pequeña levantó la cabeza abriendo los ojos y en el proceso desvelando un lindo color verde azulado en sus iris, miró con curiosidad a ambos hermanos más a Sam que a Dean.-no te asustes, no te haremos daño-se apresuró a decir el menor.

-¡Lo sé!-asintió la niña con una sonrisa que dejó a la vista unos profundos hoyuelos en sus mejillas, se levantó por lo que Sam igual.

-¿Quién eres?-preguntó Dean a la defensiva, llevando una mano a su cinturón justo donde se encontraba su arma.

-Soy Alice-respondió mirando sus pies

-Alice, ¿Qué es lo que haces aquí a estas horas?-esta vez fue Sam, quién intentó sonar amable.

-busco a mi padre-lo miró sin poder evitar que sus ojos se iluminaran.

-¿Necesitas que te ayudemos?-Dean aún desconfiaba de Alice.

-no-negó con la cabeza provocando que sus cabellos se movieran con rebeldía.

-entonces, ¿Por qué estabas en nuestra puerta?-Sam que era el mas inteligente de ambos, tuvo la descabellada idea de pensar que uno de ellos podría ser el padre de la niña, aunque le pareció absurdo no quiso dejarlo pasar.

-no lo entienden, ¿Cierto?-mostró una sonrisa divertida

-uno de nosotros es tu padre, ¿Verdad?-el menor decidió arriesgarse.

-¡si!-chilló con alegría

-no, eso es...-Dean no pudo evitar ponerse nervioso y soltar una pequeña risa de incredulidad.

-será mejor que entremos-Sam decidió que lo mejor sería seguir la plática en la habitación en caso de que alguien estuviera espiandolos, se puede decir que tienen muchos enemigos que buscarían dañarlos con lo que fuese y no quería arriesgar a la pobre Alice.
Dean con un poco de torpeza sacó las llaves del pantalón y abrió dejando que la castaña junto a Sam entraran primero.

-esto es imposible-dijo Dean como por tercera vez en diez minutos que habían pasado pensando que estaba soñando, ninguno de ellos podrían haber ayudado a procrear a un bebé para traerlo a este mundo tan corrupto y peligroso.

-Dean, tal y como lo veo yo creo que si-Sam lo aceptó mucho más rápido que él.

-pero Sam, esto es una locura...-se tomó la cabeza con las manos.-meter a una niña en esto siendo inocente es cruel ¡y lo sabes!

-claro que lo sé -Sam intentó no alterarse-pero ya esta hecho -el menor observó con mas cautela, la niña estaba sentada en la cama frente a ellos, su cabello a la luz se veía mucho mas claro de lo que parecía ,su piel no era tan blanca mas bien estaba levemente bronceada y sus ojos, no quería admitirlo, pero se parecían mucho a los suyos, el color era indescifrable pues el azul, verde y castaño se mezclaban en su iris, dando la sensación de ser un par de Apatitas.

-¿Quién es?-se atrevió Dean apoyándose en una de las paredes con los brazos cruzados, acentuando sus músculos.-¿Quién es tu padre?-hizo la pregunta mas temida por los hermanos.

-Sam-la niña miró al menor-soy tu hija.

-¡Hijo de perra!-maldijo el mayor golpeando el muro con fuerza, asustando a la niña.

-Dean...-advirtió el menor

-¿Cómo pudiste, Sam?-pasó la mano por su cabello en un gesto de frustración.-dijimos que...-tapó su boca cerrando los ojos con fuerza.

-lo sé-Sam estaba tan sorprendido como Dean, se levantó de la silla y se agachó para estar a su altura.-Alice, ¿Quién es tu madre?

-su nombre es...Amelia-respondió jugando con sus manos. A Sam la noticia le cayó como un balde de agua helada en la cabeza, ella no podía volver a aparecer en su vida así como así, él decidió dejarla con Don y que siguieran con su vida de casados ,aunque eso le doliera hasta el alma sabía que lo mejor que podía hacer era alejarla de esta mala vida en la que estaba metido pero, resulta que sin quererlo en su lugar estaba Alice.

-¿Cómo llegaste aquí?-la pregunta de Dean lo sacó del ensimismamiento en el que se vio sometido por sus recuerdos

-ella me trajo, me dijo que estaba en peligro y que mi padre podría ayudarme-explicó.

-Sam, tienes que hablar con ella-su hermano le echó una mirada significativa

-Dean, no puedo-negó con la cabeza

-pero, ¿y si miente?

-en que Dean...-se acercó a su hermano para poder hablar en "privado" o al menos que Alice no escuchara con claridad lo que decían-mirala-ambos pusieron su atención en la niña, otra vez-tiene mi cabello, mis ojos y hoyuelos.

-¿Qué quieres hacer?-miró a Sam esta vez.

-protegerla-dijo mirando a su hija.

-bien tu protegela en lo que yo voy por comida-Dean tomó las llaves del auto y salió de nuevo.

Sam miró a la niña y decidió romper el hielo con ella para conocerla.

-¿Cuántos años tienes?- se sentó a su lado

-diez-la niña lo miró soltando una risa divertida, que intrigó a Sam

-¿Por qué te ríes?-no pudo evitar sonreír

-¡Es que eres como un gigante!-exclamó.

-eso temo-le siguió el juego

-¿Seré así de alta cuando sea mas grande?

-puede, aunque no tanto como yo.-se encogió de hombros.

Un rato después Dean llegó con la comida para los tres, dos hamburguesas y una ensalada, tras terminar Sam decidió concederle su cama a Alice

-Alice, puedes dormir en mi cama, si lo prefieres-dijo Sam, preparando el sillón, que había que decirlo era ridículamente pequeño para él y se metió en el baño para ponerse el piyama, su hermano como ya era costumbre se encontraba roncando en la cama contigua a la de Alice.
Cuando regresó la pequeña también dormía, por lo que decidió imitarlos.

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Portada hecha por LuPriotto EWProjectsp