|Hinata|
En verdad me sentía tan agradecida con mis amigos por estar conmigo en este momento tan difícil y gracias a Naruto me siento mejor, no del todo pero mejor.
Había tenido el impulso de abrazarlo y nunca soltarlo, me sentía segura entre sus brazos y dios que agradecida me sentía por tener un amigo como el, por haberlo conocido.
Escuchó un carraspeó de garganta y volteó hacia la puerta, viendo a mi padre con la señora Kushina y el señor Minato e inmediatamente me separó de Naruto, me remuevo incómoda por la mirada de los tres adultos hacia mi o bueno hacia Naruto y yo.
-Hinata- mi padre llama mi atención y lo veo a los ojos nerviosa. -Hana dejo esto para ti- me extiende una carta y tomo aire lentamente, mientras me levantaba de la cama y me acercaba lentamente hacia el, tomó la carta entre mis manos y la miro con todo el dolor. Volteó mi cabeza a un cuadro que tenía en la pared mediano dónde salimos mi padre, mi madre, mi hermana Hanabi, mi primo Neji y yo, todos salíamos sonriendo, hasta mi padre, éramos tan felices, mi madre se veía tan sana, tan feliz y plena, las ganas de llorar volvieron a mi, pero me las aguante, sorbi de mi nariz, quite las lágrimas que estaba retenidas en mis ojos y mire a mi padre.
-Gracias- murmuré temblando levemente.
Mi padre solo hizo un asentimiento de cabeza.
-Pa-padre- lo llamó, cuando note sus intenciones al querer salir de la habitación, el voltea a verme con total seriedad, sin sentimientos, como si nada importará, como si no hubiera muerto su esposa. -¿Dónde está mamá?- preguntó con la voz rota.
-Esta en la habitación del fondo, vamos a prepararla para el velorio-
-¿Puedo verla?- pregunto esperando que la respuesta sea positiva.
-Si- murmura para luego salir de la habitación.
-Chicos, los veo en un momento ¿Si?- hablé viendo a Naruto, Sasuke y Sakura y ellos asintieron.
-Estaremos aquí- habla Sakura con una leve sonrisa.
-Kushina-san, Minato-san, muchas gracias por haber venido a apoyar a mi familia, lo agradecemos mucho- me dirijo a ellos con una leve sonrisa, Kushina-san me abraza y Minato-san igual.
-No solo lo hacemos por ti, si no por nuestra querida amiga Hana, siempre hemos sentido un verdadero cariño por ella y que se haya ido tan joven de este mundo nos duele mucho a Minato y a mi, sabes que aquí estaremos apoyándote- su voz me tranquilizaba, era tan amable.
-Eres bienvenida en nuestra casa cuando quieras, Hinata-chan- sigue Minato-san.
-Muchas gracias en verdad- vuelvo a agradecer, para separarme de ellos y sonreírles y salgo de la habitación, lista para dirigirme dónde se encuentra mi madre, leeré allí la carta.
Al llegar abro la puerta lentamente y me adentro en la habitación para luego cerrar la puerta tras de mi, me quedo paralizada viendo el cuerpo de mi madre en la cama, pareciera que estuviera dormida y no.
Ella ya no estaba en este mundo.
Mi mano se va a mi boca y mis ojos empiezan a derramar lágrimas nuevamente, quiero abrazarla una última vez, decirle cuánto la amo.
-Mamá- suelto en un sollozo acercándome a ella. -Mamá- vuelvo a sollozar sin poder creermelo. -Como...como quisiera que no te hubieras ido- no paraba de llorar, era tan patética, no quería que mi madre me viera tan rota. -Te voy a extrañar mucho, ya te extraño, será tan raro llegar del colegio y no tenerte allí, preguntándome mi día, subiéndome el ánimo cuando tengo un mal día, haciéndome mi comida favorita o esas conversaciones de horas y horas contigo- vuelvo a sollozar. -Eras mi felicidad más grande, la única que me sacaba una sonrisa, mami, ¿Por qué te fuiste tan de pronto?, Sin despedirte siquiera, solo dejando está carta que no tengo el valor de leer- observo la carta entre mis manos. -Perdoname pero no puedo leerla- abrazo el cuerpo sin vida de mi madre fuertemente. -Te amo, mamá, te amo y...nunca voy a olvidarte, te llevaré girasoles, mantendré tu lugar de descansó limpió y lleno de vida, prometo que cuando conozca a esa persona especial la llevaré para que la conozcas y me digas si te gusta para mi- rio levemente -Te hubiera encantado decirle cientos de cosas vergonzosas sobre mi a ese futuro chico, lo se- suspiró limpiando mis lágrimas -Adios, Mamá- suelto en un pequeño sollozó, dirigiendome hacia la puerta, viéndola por una última vez, salgo de la habitación.
Vuelvo a fijar mi vista en la carta y suspiró, no tengo el valor de leerla, su olor estaba impregnado en la carta.
Camino a mi habitación y abro la puerta adentrándome en ella, encontrándome a los chicos. Dejo la carta sobre la mesa, luego la guardaré en un lugar seguro, cuando me sienta lista, leeré aquella carta.-Hina-chan- Sakura se levantó de la cama y me abrazó fuertemente, yo le correspondi el abrazó y lloré, Naruto y Sasuke volvieron a unirse al abrazó.
-Aquí estamos apoyándote- habla Naruto, acariciando mi cabello.
-Gracias chicos- murmuró separándome de ellos y secando las lágrimas que bajaban por mis mejillas.
-Hina-chan, ¿No tienes calor?- pregunta Naruto y yo solo niego con la cabeza confundida ¿A qué venía aquello?. -Solo lo digo porque tienes todo el día sin quitarte el suéter, las medias están muy altas, hoy también estuviste así, yo ya me hubiera muerto de calor- ríe avergonzado y yo solo niego con una leve sonrisa.
-No te preocupes, estoy bien- tenía mis propios motivos para estar extremadamente tapada de aquella forma y no era algo que quisiera hablar y menos en estos momentos.
tomo asiento en la silla de mi escritorio, viendo fijamente el cuadro donde se encontraba una foto de mi familia sonriente, mi madre se veía tan llena de vida, nos veíamos tan felices, éramos tan felices, ¿Que había pasado con toda esa felicidad?.
-Haré lo que sea para no decepcionar a mi madre- digo con seguridad, acariciando su rostro suavemente en aquella imágen.
Los chicos que se habían puesto detrás de mi, me dieron unas palmadas en los hombros y me sonrieron -Estoy segura que ya tu madre está orgullosa de ti y lo que menos haces es decepcionarla- asegura Sakura dejando un beso en mi cabeza. Sonreí ante lo dicho por mi mejor amiga y suspiró.
-¿Chicos?- los llamé nerviosa.
-¿Mjm?- murmuran los tres al unísono, asustandome por su sincronización.
-¿Vendrían al funeral de mi madre? En verdad, no quiero estar sola y no soportar sola aquellas miradas de lastima que me darán muchos de mi familia y amigos de papá que seguramente irán- suelto un suspiró, cansada.
-Eso nisiquiera tenías que habernos dicho nada que nosotros íbamos aunque quisieras o no- Sakura me guiña un ojo.
-Gracias- les agradezco con una ligera sonrisa, no sabía hasta cuándo tendría este vacío tan terrible en mi pecho.
-Naruto, Sakura, Sasuke ya es hora de que cada uno se vaya a casa- Kushina-san entra a la habitación mirando a los tres nombrados -aquí la familia Hyuga deben descansar de este día tan largo, y ustedes tienen clases mañana- los señala a estos tres y ellos solo suspiran.
-¿Cuándo irás a clases Hina-chan?- pregunta Naruto mirándome.
-El viernes, quiero tomarme unos días para procesarlo mejor, por el funeral de mi madre y porque no tengo ganas de estar allá- suspiró rascando mi nuca.
Todos asintieron entendiendo mi situación y yo bajé para acompañarlos a la puerta y despedirme de ellos.
-Nos vemos chicos, gracias por venir, en verdad que no tengo como agradecerles por su apoyó- les doy un abrazo a los tres y ellos lo corresponden.
-Aquí estamos para ti pulga- sonríe ligeramente Sasuke, siendo el primero en separarse de mi.
-Nos veremos en el funeral entonces Hinata, ¿O quieres que venga mañana? No tengo problema- habla Sakura tomando mis manos fuertemente y yo solo negué con la cabeza.
-Estare bien- murmuró.
Ella me mira con duda y yo suspiro -Lo prometo- susurró y ella sonríe asintiendo.
-voy a creerte-
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Almas Gemelas || NaruHina
Fanfic¿Es normal ver a una persona por primera vez en tu vida y sentir que es tu alma gemela? Naruto y Hinata se conocen por pura casualidad, ellos no sabían que después de ese encuentro no podrían dejar de sentir mariposas en el estómago. Sienten que ya...