La adolescencia es la mejor epoca de todas, en la que vives y sientes a mil por hora, pero la vida puede dar mas de una sorpresa.
A Justin un evento astronomico le cambiará la vida para siempre, no tan solo a nivel personal, sino que se dará cuenta...
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A muchos les aburriría escuchar un sonido de manera seguida sobre todo si es demasiado monótono, agudo y no estas acostumbrarlo a oírlo. Pero lo único que ellos querían era que ese sonido no parara.
Timothy y Arisa estaban pendientes cada día de esa semana y rezaban que aquel sonido no parara, porque ese sonido significaba vida, en específico la vida de su hijo que pendía de un hilo. Los días se hacían largos y por más que hubiera sol, para ellos solo había días nublados.
Justin estaba así desde que fueron a ver las perseidas, aquel evento astronómico se convirtió en un desastre mayúsculo: en una lluvia de meteoritos. La maravilla cósmica solo causó daños en el pueblo y a él personalmente después de ver aquellos destellos. Sus padres aún estaban consternados al recordar la cantidad de sangre que tenía su hijo sobre su cuerpo al darse cuenta que un pedazo de esta roca había impactado en el pecho de este.
No podían creer lo que había ocurrido. Era algo que a nadie se le hubiera ocurrido la posibilidad de que pasara pero que pasó y justo tenía que pasarle a él. Cuando los servicios de adopción se enteraron, estuvieron a punto de meter a ambos padres tras las rejas, pero al comprobar lo que había ocurrido y el estado en el que estaba el chico, no pudieron más que quedar estupefactos ante aquella posibilidad cinematográfica.
Wendy solo estaba inconsciente al igual que Tyler aunque este último tenía pequeños trozos de roca espacial que no lograron hacer heridas de mayor gravedad. Solo Justin estaba grave, pero sus otros dos amigos tampoco despertaban. Y para más el colmo unas personas de traje negro no dejaron que los padres de Justin le vieran por unos días, por jurisdicción de la milicia y algo del espacio que no entendieron. Cuando los estudios dieron por concluido que no tenía nada que ver con infecciones de carácter desconocidos y otras cosas, se retiraron pero siempre había alguien que vigilaba. Pero eso no aminoraba que las heridas de Justin eran de gravedad. Hasta cadenas de oraciones se hicieron a favor de los chicos y aunque hubo destrozos en todo el pueblo y más heridos, ninguno estaba tan grave como ellos.
El evento llego a todas partes del mundo y es que en una era tecnológica en minutos la prensa y en los portales de internet se hablaba no tan solo de la catastrófica lluvia de meteoritos sino que también de Justin y sus amigos. El impacto que tuvo fue tanto que hasta la ciudad fue conocida como la capital de la lluvia de meteoritos, cual Smallville, pero sin nave con kriptonianos hasta ahora o por lo menos eso se pensaba. Los investigadores no encontraron nada que se pareciera a extraterrestres o cosas como esas, pero los conspiradores ya hablaban de ellos y de una invasión inminente a la tierra.
Después de la primera semana, la primera en despertar fue Wendy, que lo primero que hizo fue gritar como si estuviera reviviendo el último momento que recordó. Las enfermeras se asustaron con la reacción de la menor, la que fue difícil de calmar. Bueno todos se asustaron menos su madre que ni la fue a ver durante su estadía en el hospital. Por eso que los padres de Justin estuvieron al tanto de la chica por todo ese tiempo. Después de sedarla y tranquilizarla, cuando volvió a despertar, Arisa le explico lo sucedido y la chica de pelo ondulado quiso ver a su querido amigo a toda costa, pero no se podía. La descripción era terrible y el estado en el que estaba era de extrema delicadeza. Tuvieron que amarrarla para que no pudiera llegar allí, además que esa actitud ponía más en riesgo su salud.
