La adolescencia es la mejor epoca de todas, en la que vives y sientes a mil por hora, pero la vida puede dar mas de una sorpresa.
A Justin un evento astronomico le cambiará la vida para siempre, no tan solo a nivel personal, sino que se dará cuenta...
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Se dice que debemos seguir adelante. Que no debemos mirar atrás e incluso que el pasado no existe y que no nos debe definir, pero la cruda realidad es que a veces no es así y este nos termina alcanzando. El pasado si existe, pero no a todos nos llega como a Justin.
Esta es una mañana común y corriente como todas las mañanas comunes y corrientes de cualquier día común y corriente con la excepción que Justin no es alguien común y corriente, así que ese día era común y corriente para todos menos para el.
Se despertaba cada día y se reunía con su mejor amigo, sabiendo que este aun no le había dicho que había vuelto con Serena y se había estado tragando el mal sabor de boca de ese revival de relación. Tampoco podía decirle que lo sabía porque los vio en pleno salvataje y rescate, porque nadie sabía que él era el superhéroe local-nacional-mundial. Pero había otra cosa que el pasado les traería. Porque el viento es tan fuerte que es más poderoso que el espacio-tiempo y puede lograr que, algo que hubiéramos querido que existiera en nuestras vidas u ocurriera, se vuelva un evento canónico.
Justin como siempre desayuna y se va rápido con la hora justa para llegar a clases. Su padre ya se había ido a la oficina al trabajo y la madre que tenía su propio emprendimiento estaba lista para dejar a Tim y ocuparse después de su trabajo independiente y de las labores de casa. Lo bueno era que cada integrante de la familia cooperaba en una tarea hogareña. Costo, pero se logró la meta para que no se le cargara tanto las tareas a la madre.
El día paso prácticamente volando como todos los días últimamente. Arisa saldría a comprar al supermercado mientras Timothy llegaría del trabajo y Justin de clases. Ya tenía la cena lista, así que solo llegaría y calentaría un poco para servir. Salió con el pequeño Tim para aprovechar de dar un paseo con el niño. Y todo iba bien, pero nada haría presagiar que ese día su vida y la de su familia comenzarían a cambiar para siempre.
Mientras iba por el pasillo de las galletas, una silueta, una figura que ella en realidad no conocía en persona se le apareció. Sintió como si estuviera en presencia de una fuerza maligna, como ese escalofrío cuando en las películas de terror está a punto de aparecer el asesino o el monstruo. Ella nunca le había visto, pero su marido le instruyó muy bien cuando se conocieron acerca de este hombre que estaba viendo.
Pero era totalmente imposible. Su esposo le había mostrado la foto de aquel hombre pero ella simplemente no lo podía creer. Y estaba a metros de ella, aunque él no se había fijado de su presencia porque estaba ensimismado con unos chocolates. Arisa tomo a su hijo y con lo que tenía se fue a las cajas para pagar e irse. Se fue prácticamente corriendo, con la paranoia de compañía además de un Tim algo entretenido al principio, pero al ver el semblante de su progenitora, se tornaba esto a un poco de ansiedad y miedo.
Timothy por su parte en casa sabía que esa semana sería algo especial ya que era el aniversario de su matrimonio con su esposa y le había comprado algo muy especial, pero la sorpresa se la dio ella y una que él no esperaba. Llego agitada y tocando sin parar la puerta. Se asustó y fue rápidamente a abrir y la encontró con sus ojos como platos y respiración agitada.
