10

76 12 23
                                    

Ese día las clases habían sido algo difíciles pero normales en su rutina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ese día las clases habían sido algo difíciles pero normales en su rutina. Tenía Lenguaje con el profesor que cuando se emocionaba hablando de los libros que a él le fascinaba, una ligera lluvia aparecía en ese sector, y con ligera es porque parecía todo un diluvio de líquido bucal. Luego estaba biología en la que pasaban toda la clase en el laboratorio, usando lupas y uno que otro microscopio. Era un punto alejado de las demás salas de clases ya que era un área exclusiva para talleres. Y ese día sí que fue afortunado que le tocara laboratorio.

Como a las seis de la mañana, el señor Harrison como siempre salía de su casa para disponerse a realizar su recorrido. Todos los días salía muy bien vestido y con la misma actitud de siempre, tan alegre que todos los que se subían a su micro llegaban igual que él. Su alegría era contagiosa y ese día no era la excepción hasta ese momento. El señor regordete de sesenta y tantos hacia su recorrido como siempre y ya a la altura de esos momentos del día llevaba varios.

Pero nadie es infalible y ese día la alegría no surtió efecto para todos.

Un chico que se subió le contagio la energía negativa ¿Cómo? Los de atrás no lo sabían porque no es que haya habido un alboroto o una pelea en un comienzo. Tan solo pasó. Una diferencia de opinión que comenzó en bromas y termino en lo que eran dimes y diretes para pasar a palabrazos. Y quien iba a pensar que tal cosa y tal salida de rutina desembocaría muchos sucesos que nadie pensó que ocurriría.

En ese día Tyler tuvo cita con el médico, por lo que no entro a las primeras clases del día. No espero mucho, además que solo fue por una revisión anual.
Cuando ya terminó, se fue con su madre en dirección al colegio a que ella le pudiera justificar su inasistencia y justo cuando vieron la locomoción pasar divisaron a través del vidrio de aquella micro que era el señor Harrison.

Se suben contentos, porque aquel conductor les tiene mucho cariño y debido a eso no les cobra pasaje. Ellos atestiguan lo que ocurrió con el chico que por ideologías distintas, le critico al chofer su postura. Nunca habían visto a Harrison tan inmiscuido en un debate y tanto para quedar ofuscado y sin su sonrisa habitual. Ya estando cada vez más cerca de la escuela el chofer viro hacia la avenida que pasa directamente hacia ella y que va cuesta abajo.

Pero lo repentino y fuera de lugar para todos los que conocen al hombre y los rutinarios días, este comienza a tener problemas cardiacos, tomándose su brazo y haciendo movimientos erráticos con uno de ellos.

Tyler y su madre conversan animadamente y no se dan cuenta de lo que le ocurre al chofer, pero otros sí. El ambiente se comienza a alterar por la inesperada inconciencia del chofer y más aún porque van directo en bajada para que dentro de unos cuantos metros más colisionaran con el colegio.

Ya todos al pasarse la voz y ver el descontrol del transporte publico, trataron de hacer algo con el señor Harrison, pero era imposible. Su peso y la forma en la que estaba, le impedía a los demás sacarlo del asiento de chofer y más aún sacar sus extremidades de los pedales, dejando el bus irse más rápido y no logrando nada con el freno de mano.
De hecho, lo único que lograron al accionar esta palanca fue desequilibrar el vehículo y de pasada, asustar más a los pasajeros por la tendencia del medio de transporte a voltearse.

Starboy #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora