7. Familia

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Son las 15h de la tarde de un sábado y llego a casa tras haber pasado la mañana rodando algunas escenas de la serie.

- ¿Hola? - grito mientras abro la puerta de casa.

Las luces están encendidas, lo que quiere decir que Mario está en casa como ya me imaginaba aunque ahora mismo no esté dentro de mi campo de visión.

Al que sí que veo correr hacia mí en cuanto me ve es a Pistacho.

- ¡Hola Ratón! - digo acariciándole. - ¿me has echado de menos?

- El no sé, pero yo te aseguro que sí. - Mario llama mi atención y cuando levanto la cabeza de estar acariciando a Pistacho, veo como baja por las escaleras.

Cuando por fín llega abajo, me acerco y le saludo con un cariñoso beso en los labios.

- ¿Qué tal la mañana de rodaje? - pregunta.

- Regular. Me temo que estoy empezando a tener unos cuántos síntomas.

Desde que me enteré de que estaba embarazada hace 8 dias estaba perfectamente y no sentia absolutamente nada distinto, pero me da que se ha acabado el chollo.

- ¿No quieres comer nada? Te he preparado un plato diferente al mio, ya sabes, algo más sano y ligero. - rie.

Mario empieza el mes que viene un rodaje para el que tiene que engordar 15 kg y últimamente se está poniendo las botas en todas y cada una de las 5 comidas diarias.

- Ay amor, muchas gracias de verdad, pero no me apetece. Llevo todo el dia un poco mareada y necesito descansar. - me aproximo a él para abrazarle. Estoy necesitada de mimitos.

- Vale, tranquila. No pasa nada. - me separa de él para darme un beso en la frente y otro en los labios.

Cuando él se va a la cocina a por su comida, yo me dirijo a las escaleras para subir a nuestra habitación e intentar dormir un poco. A ver si así se me pasa un poco el mareo.

- Acuérdate que hoy es el cumpleaños de mi hermano Daniel y cenamos en casa de mis padres. - me avisa Mario haciendo que me pare a mitad camino escaleras arriba.

- ¡Ostras, es verdad! Madre mia ¿como se me ha podido olvidar el cumple de mi niño? Tengo una cabeza... - ahora mismo me siento la persona más tonta del mundo.

- Tranquila mujer, que no se acaba el mundo. - añade Mario riéndose desde abajo mientras yo retomo mi camino por las escaleras.

La verdad es que desde que Mario y yo estamos juntos, Daniel y yo tenemos una relación especial. Conectamos muy bien desde el primer momento que me conoció a pesar de lo pequeño que era. Es un niño muy dulce que se hace de querer muy facilmente y verle crecer es un gusto. Hoy ya cumple 9 años y no me lo puedo creer. El peque de los Casas (de momento) ya no es tan peque.




- Blanca, amor, despierta. - noto como me da un fuerte beso en la mejilla. - Venga que ya son las 7 de la tarde. Nos tenemos que ir. - Mario está sentado en la cama acariciándome cuidadosamente.

- ¿He dormido mucho no? - pregunto mientras me estiro y desperezo.

- Pues unas 4 horas aproximadamente sí - rie Mario. - Espero que hayan valido la pena.

- Mucho. Estoy mucho mejor.

- Me alegro. - se inclina para darme un beso en los labios.

- Oye ¿quieres que se lo digamos hoy a mi familia o esperamos un poco más? - pregunta Mario tras acabar el beso.

FOREVER YOUNG ♡ BLARIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora