primer día (lunes)

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Zim había guardado la cuerda en un armario de la parte de arriba de la casa, había limpiado todo bien y la había colocado con cuidado en una madera. Luego bajo a dónde estaba gir.
-¡gir! Ejem... Tengo un problema-
-¿que pasa amito?-
-me he obsesionado por dib-cosa-
-¡bien por usted!- decía contento mientras comía nachos.
-No gir, es malo ¡¿sabes lo que intentará hacerme si lo descubre?!-
-¡ho, ho, si, si lo se!... Ha... Nop-
-¡me cortará gir! ¡intentará mostrar al mundo que los extraterrestres existen y será mi perdición!-
-ho...- seguía comiendo.
-... Y te quitarán tus nachos...-
-¡¿que?! NOOOOO esto es malo- lloraba desconsolado, se tiró al suelo y comenzó a rodar por el suelo -hu~ ¡taquitos!- se levantó y se fue a la cocina.
-...- zim se sentía perdido se resigno a recibir algún tipo de ayuda del robot y se puso su disfraz para ir a la eskuela a pesar de que no quería el impulso obsesivo lo obligaba a hacerlo, en el camino se puso a pensar que sería lo que haría, no quería que dib descubriera lo que pasó con él y el que zim sucumbiera ante dib lo hacía sentirse indefenso y tonto así que decidió que intentaría suprimir esos impulsos lo mejor que pudiera hasta que la cura estuviera lista.
No tomo en cuenta el tiempo, nadie estaba en el salón y aún faltaba tiempo para que llegara alguien, se fue a su pupitre y se aburrió a más no poder esperando, decidió ponerse a dibujar, no es como si fuera algo tan diferente a lo que hacía cuando todos ya estaban ahí así que se puso a dibujar cosas aleatorias y sin sentido.
-ZIM- el grito del azabache se hizo presente por todo el salón.
Zim al instante guardo el cuaderno donde había dibujado.
-¡¡¡que quieres vestía apestosa!!!-
No se había percatado del tiempo, casi todos ya habían llegado.
Dib señaló a zim de manera retadora y haciendo un puño con la otra mano -aun no hemos terminado-
Zim se sonrojo un poco, de nuevo los impulsos lo querían dominar pero se resistía -atrevete dib... Peste, aquí te estaré esperando- sonreía retadoramente al azabache sin embargo por dentro solo quería uir del momento.
Después de algunos alumnos llegó la profesora.
-¡Bien!- decía la mujer -¡siéntense ahora!-
Todos los alumnos que aún estaban de pie se fueron a sentar a sus respectivos lugares.
-bla bla bla esto, bla bla bla aquello- la profesora había comenzado a dar la clase.
Zim de nueva cuenta se había puesto a dibujar sin embargo de un momento para otro un fuerte impulso lo quería dominar, quería ver a dib, no se resistió y volteó rápidamente a verlo y luego regresó la mirada a su dibujo.
Parecía que el impulso se había calmado hasta que después de unos minutos de nuevo el fuerte impulso lo quería dominar, volvió a hacer lo mismo pero está vez con la diferencia de que el impulso no había disminuido mucho, zim se sintió frustrado pero se dio cuenta que el impulso se iba si era satisfecho, así que decidió mirar por un poco más de tiempo a dib y luego volvió a su dibujo.
Dib por el momento estaba completamente aburrido se recargo a mirar la ventana, mientras tomaba notas de la clase.
Zim al ver esa oportunidad se quedó viendo a dib de arriba a bajo, luego cada detalle, sus zapatos, sus pantalones entubados, su gabardina la cual era más grande, su playera azúl, sus manos grandes, su cabello negro con su guadaña más grande, su mentón varonil, su nariz refinada, sus labios finos pero carnosos y sus ojos avellana mirándolo a él... Espera.
Dib había sentido la mirada del pequeño alien, lo cual hizo que volteara a verlo y lo fulminara con la mirada, zim al notar esto decidió hacer lo mismo y fulminar a dib con la mirada.
Era una gran ventaja para zim, podría ver a dib todo lo que quisiera sin que se viera extraño ya que de vez en cuando lo hacían y justamente ayer había pasado la pelea donde zim había perdido.
Nada ha cambiado aún que zim ya tenga un tiempo viviendo en la tierra.
La clase transcurrió con normalidad y zim se sentía mejor, aquellos impulsos al perecer habían sido satisfechos por completo, y por suerte ya habían tocado la campana para el almuerzo.
Zim camino a la cafetería como si nada pero dib lo acorraló contra una pared.
-¡dime tu secreto timmy Turner!-
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Espera... caricatura equivocada.
🎬Toma dos🎬
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-¡¿dime que pretendes hacer!?-
Zim se sonrojo y sonrío.
-nada de tu importancia cosa apestosa- sonrió de nuevo, sin embargo quitó rápido esa sonrisa, sabía que lo había estado haciendo mucho ese día, los impulsos lo obligaban.
De pronto zim le dio un cabezazo a dib, dándole en el estómago y haciendo que dib se hiciera hacia atrás y zim ullera por los pasillos.
Zim logro esconderse en el baño, de todas maneras el no come nada durante esa hora, pero quería ir a la cafetería, sabía que dib estaría ahí.
-agh~ ¡maldita sea!- golpeo la puerta del baño -esto es más complicado de lo que creí- vio la puerta que acababa de abollar -bien, juntemos lo que tengo hasta ahora, dib es... Dib, al parecer no ha notado nada aún, así que voy por buen camino, estos impulsos extraños se calman una vez han sido satisfechos, sin embargo van aumentando con el transcurso del tiempo- un escalofrío recorrió su espalda -no quiero ni imaginar si dejo esto por más tiempo- recordó a dib con una cámara fotográfica -¡eso es! podría tomarle fotos y así podría satisfacer ese impulso mundano de querer observarlo todo el día puag~-
Salió del baño, más tranquilo, camino un rato por los pasillos y cuando se encontró con el monitor de los pasillos la chicharra sonó.
Zim se sentía completamente victorioso, ya estaban por terminar las clases y en todas las situaciones en las que parecía que podría estar en peligro de ser regañado salió librado, se encamino al salón y se fue a sentar a su lugar, poco a poco los alumnos llegaban al salón y se iban a sentar, al final llegó dib y momentos después llegó la profesora.
-

bien, continuemos que ya me quiero largar de aqui, ahora lo que van a hacer va a ser un trabajo en parejas y como se que van a buscar a su pareja lo cual no será divertido traje esta máquina para que decida las parejas- saco una especie de máquina gris gastada y con algunos toques rosas descoloridos, luego la mujer coloco varios papelitos con los nombres de todos los alumnos dentro de uno de los orificios de la máquina y al poco rato salió una pequeña bocina.
Todos los alumnos estaban susurrando se cosas entre si y esos susurros aumentaban poco a poco.
-SILENCIO Y PONGAN ATENCIÓN- grito la mujer.
Todo se volvió silencio en el salón.
La máquina comenzó a nombrar las parejas y zim estaba tranquilo, que posibilidad había de que...
-zim y dib- decía la máquina por la Pequeña bocina.
-¡¿QUE?! DEMANDO UN RECUENTO- grito el de gabardina.
-CALLATE LA MAQUINA HA HABLADO-
-¿QUE CLASE DE HUMANO ESTÚPIDO LE CONFÍA ALGO TAN IMPORTANTE A UNA MAQUINA?- está vez grito zim.
-SILENCIO, AMBOS A DIRECCIÓN- gritó la profesora.
-PERO...- intento replicar el chico de ojos avellana.
-¡A DIRECCIÓN!- señaló la puerta.
Dib salió del salón, sin embargo zim no quería, pero a la vez si, así que salió lo más lento posible para no intentar hacercarse mucho a dib.
Sin embargo...de nuevo aquel impulso lo estaba atacando y haciendo que saliera casi corriendo buscando a dib, lo cual al salir lo vio recargado con un hombro recargado en la pared y cruzándose de brazos.
-¿A quien buscas?- decía el chico molestó.
Zim pensó una respuesta rápida -a nadie larva apestosa, me voy a casa, de todas maneras no sabrá que no fui con la autoridad de esta apestosa eskuela- se encamino a la puerta, pero lento, como si esperara que dib lo siguiera.
Sinceramente dib tampoco quería que su historial quedé manchado por una repentina tontería, quería saber que planeaba zim, pero no quería que fuese algo tan obvio, aparte zim tenía razón a nadie le importaria si iba a dirección o no.
Zim ya casi llegaba a la puerta y dib lo tomo del hombro, lo lanzo contra la pared y lo acorraló -¡primero respóndeme! ¿Por qué me estabas viendo durante clase? ¡¿Pensaste que no me daría cuenta?!-
-da~ era una pelea de miradas baboso-
-en ese momento no, ¡¿por qué hacías cosas en tu cuaderno y me mirabas?!-
-yo...- se había sorprendido pero intento arreglarlo, de todas maneras tenía un plan para conquistar a la tierra ¿no? -no te contaré nada de el fabuloso plan de zim-
-¡dime que plan!-
-¡nunca!- le dio a dib un puñetaso en el estómago que lo tiro y salió corriendo de la eskuela.
Zim corría nervioso hasta más no poder, saco sus patas mecánicas y subió a los tejados para ir más rápido, se dirigió a la ciudad, aún que aborrecía esa idea estaba decidido a conseguir una cámara fotográfica, termino llegando a un parque, se escondió entre algunos árboles y espero, al parecer habían algunas personas que parecía no eran de ahí y la mayoría sacaba fotos a todo lo que veían, zim vio perfecta está situación y cuando pasaron cerca del árbol donde estaba saco una de sus patas mecánicas y tomo una cámara lo más rápido posible, luego tomo otra por si esa fallaba y se fue rápido de ahí, por suerte recordó como había llegado ahí así que regreso por el mismo camino y una vez reconociera los lugares se dirigió a su casa.
Dib llegó a su hogar algo adolorido, había recibido dos golpes en el estómago dos veces el mismo día y con lo que quedaba del día tenía planeado hacer estrategias para que zim hablara sobre sus planes y hacer su tarea, por su parte zim al llegar a su basé planeaba que alimento delicioso darle a los humanos para que consumieran su fórmula y a su vez planeaba como apaciguar el impulso obsesivo que sentía, así que hacía sus planes dentro del armario dónde estaba la cuerda y ahí durante todo lo que quedaba del día estaba zim abrazando la cuerda mientras escribía sobre sus planes.
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Bueno, quise aplicar algo de comedia (( ._.) no sé si sea buena comedia) y también ha... No sé si se noté pero dib ya es más grande, aún no defino cuántos años debería tener dib pero ya es más grande y... Pues nada.

Yandere zimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora