séptimo día tercer semana (domingo)

646 73 9
                                    

En algún lugar, en alguna casa de alguna calle durante la noche un pequeño alien con peluca y pupilentes miraba feliz a su amado, tenía un plan entre manos, tomo uno de sus característicos dulces de un color violeta con el centro anaranjado y se lo metió en la boca sin querer hacer que el dulce colapsara y se abriera en su boca, con cuidado se acercó al azabache y lo besó pasándole aquel dulce y disfrutando de paso aquel beso, una vez se separó espero unos cuantos minutos y saco una cuerda, ato al amante de lo paranormal de las muñecas y tobillos no sin antes ponerle su característica gabardina, se sentía emocionado, pero sabía que tenía que apresurarse, con cuidado cargo a su amado y entre los techos corrió hasta su base una vez llegó subió hasta el cuarto que había preparado y ato con fuerza a dib en una silla, bajo una pantalla fuera de la ventana para que pudiera proyectar un día soleado, el cuarto estaba pintando en colores pastel, era un lindo lugar si lo mirabas a detalle, se acercó a una máquina de niebla y la ajusto para que solo hubiera un poco en el suelo.
-computadora- habló el pequeño alien.
-¿si amo?-
-proyecta un cielo estrellado en el techo y el día en la ventana-
-a la orden-
-perfecto, ahora solo hay que esperar- se acercó tranquilo a dib, adoraba tenerlo ahí, acarició su mejilla con suavidad y poco a poco dib se comenzó a despertar.
-¿Hu?... ¿Que?... ¿DONDE ESTOY?-
Y zim lo besó, el azabache se sorprendió por aquel acto sin embargo al poco rato se dejó llevar por la sensación y poco a poco el beso se volvía más profundo y apacionado, tuvieron que separarse por falta de aire.
-z.zim ¿Por qué? ¿Como?-
-te amo mi dib-cosa, haría cualquier cosa por ti- se sentó en sus piernas.
-¡z.zim! E.espera ¿ésto es alguna especie de sueño? ¿Me has secuestrado? Espera... ¿Me amas?- lo veía con asombro y felicidad.
-asi es mi dib-cosa te amo mucho, amo la sensación de tu piel, amo tu cabello oscuro y suave, amo tus ojos avellana, amo tu inteligencia, amo que seas amable a pesar de que todos los demás son estúpidos y me encanta que me cortejes por medió de tu agresividad-
-... Si, estoy en un sueño-
Zim besó la mejilla de dib con delicadeza, quería tratar ese día a su amado con ternura y delicadeza, beso todas las partes de su rostro y sus manos, se sentó sobré dib y lo miró directamente con sus ojos alienígenas brillando como si dentro de éstos estuviera una galaxia entera.
Dib lo miraba fácinado y completamente alagado, el corazón de ambos palpitaba con fuerza y poco a poco acercaron sus labios en un profundo besó, zim enredó sus brazos en el cuello de dib para mantenerse más tiempo juntos, esos momentos eran mágicos para ambos, una vez se separaron de nuevo se veían con ternura, zim se levantó se fue a espaldas de su amado y ahí se metió otra supernova a la boca, abrazo a dib por la espalda y movió su cabeza para que pudieran besarse de nuevo, lo cual paso, el pequeño alien le pasó aquel dulce a su amado y al poco rato se separó, dib se había quedado dormido de nuevo.
-computadora, toma nota, el primer día de prueba fue un éxito, mi dib-cosa no deveria de tener idea de que fue real, ahora arregla todo esto, tengo que llevarlo de nuevo a casa-
-amo, pienso que esto es una mala idea ¿si se da cuenta? ¿Que pasará si se despierta a mitad del camino? ¿Que pasará si comete un error?-
-descuida, tengo todo totalmente planeado, todo sea por mi dib-cosa- desató al azabache de la silla y salió corriendo de nuevo en dirección a la casa membrana, le quitó la gabardina y lo metió en la cama acomodandolo con delicadeza, antes de irse le dió un último beso y salió corriendo de aquel lugar, al poco rato dib despertó exaltado.
-ZIM- se tocó los labios teniendo aún aquella sensación, su rostro se sonrojo hasta más no poder y su corazón latía como loco -¿fue un sueño?...¡¿FUE-UN-SUEÑO?! NOOO- se cubrió la cara y se dejó caer en su cama -¿por que no fue real? ¿Por qué un maldito sueño? Aquella imagen adorable y hermosa de zim... Por qué mi mente me hace esa mala jugada, quiero decir, es una hermosa imagen que intentaré recordar siempre, pero ¿por qué no es real? Todas sus palabras, todas sus caricias aquel adorable alien confesandose... Ha~ zim- miro un rato el techo y poco a poco se volvió a quedar dormido -espero volver a soñar con él- se acomodo y se quedó dormido.
Zim regreso saltando a su base, al llegar tomo las pequeñas manos de su robot y salto con el dando vueltas en el lugar, la escena se veía muy alegre, todo era felicidad, zim soltó al pequeño robot y abrazo a su pequeño alce -muchas gracias por ese consejo, ahora puedo estar cada noche con dib-
-nya-
-no es necesario, solo tengo que hacer que crea que todo lo que le hago es un sueño-
-nya-
-JAMAS, mi dib-cosa puede ir a dónde quiera, mi amor es fuerte, pero no quiero encerrarlo de por vida aquí conmigo... Y que a causa de ello me odié-
-nya-el pequeño alcé se separó de aquel abrazo y se fue a la cocina.
-me da miedo- hablo gir.
-lo se- respondió zim.
Al llegar el día dib se despertó, se sentía cansado a pesar de que había dormido un poco -al final no pude volver a soñar con zim... Solo con una especie de... ¿Masa bailando?- bostezó -al menos lo veré hoy en la escuela-
Vaya sorpresa se dieron tanto zim cómo dib al llegar a la eskuela, keef estaba sentado justamente en el lugar donde ahora se sentaba dib, la chica se seguía sentado en su mismo lugar pero ahora los únicos lugares disponibles eran el de zim y el que estaba a un lado de la chica.
-ha~- dib suspiro con pesadez, no quería sentarse a un lado de aquella chica y se acercó a keef -ese es mi lugar-
-¿Acaso no te sentabas enfrente?-
-queria cambiar de rutina, ahora este es mi lugar-
-interesante... A un lado de zim-
Dib se sonrojo, el reloj que traía dió una pequeña risa y solo se pudo ver cómo la chica se agachaba y luego volteaba a ver la ventana.
-esta bien dib, solo no se vayan a pelear o a partir de mañana te quito ése lugar-
-Entendido-
Keef se levantó de aquel lugar y se fue a sentar al que estaba enfrente, dib se sentó y volteó a ver a zim de reojo, el pequeño alien lo miraba, recordó aquel sueño que había tenido y se sonrojo al instante.
Durante toda la clase todo iba con calma, hasta que llegó la hora del almuerzo, dib ya estaba por irse, sin embargo lo tomaron de una orilla de una de sus mangas, el azabache volteó y vió que era la chica que lo estaba deteniendo.
-¿podemos hablar?- pregunto la chica.
-ha... Esta bien- dib se recargo en la orilla de la puerta -te escuchó-
-ha... Bueno...-
Zim salió del salón y busco un lugar cercano donde poder ver qué planeaba la chica.
-queria volver a ser tu amiga-
-¿por que?-
-incluso si... Pasó lo que pasó, no me gustaría perder tu amistad, eres un gran chico y eres muy interesante, no quisiera perder la amistad de una gran persona como tu-
-... Bien, sin embargo las cosas no serán igual que siempre, podemos seguir hablando, sin embargo solo y aveces durante la clase, nada más, no quiero tu compañía durante el almuerzo ¿Ok?-
-Esta bien-
-bien, si me disculpas, voy a comer- y se fue.
La chica se quedó mirando como dib se alejaba y volvió a ir a su lugar.
Zim seguía a dib por los pasillos, escondiéndose donde pudiese, sin embargo keef lo encontró.
-¡Zim! Hola-
-¡HAAAAAAAAA! humano keef ¿Que haces aquí?-
-ho, iba en dirección al baño ¿Tu que estás haciendo?-
-nada-
El pelinaranja volteó hacia todos lados buscando algo hasta que encontró cómo dib se alejaba -ho, está bien, entonces seguiré mi camino- y se fue.
Zim algo molesto siguió persiguiendo a dib, hasta que llegó a la cafetería, como si nada extraño estuviera pasando entro, se fue a su mesa de siempre y se sentó con la asquerosa comida servida en la bandeja, el pequeño alien miraba de vez en cuando a dib, se dio cuenta de que la chica ya no se sentó con el y eso lo aliviaba, al poco rato keef llegó y se sentó al lado de zim.
-hola amigo, dime ¿está buena la comida de hoy?-
-no se me antoja en lo absoluto-
-si, lo se, no saben cocinar en la cafetería, pero algún día podría cocinar algo para ti-
-¿sabes cocinar?-
-por supuesto- sonrió.
Zim y keef se la pasaron platicando toda la hora del almuerzo y desde la distancia un dib celoso los miraba, quería alejar a keef de zim, quería que dejarán de platicar y que todas esas risas fueran solo por su causa.
Llegó la hora de volver a clases, zim y keef seguían platicando en el camino y dib los seguía observando, por suerte al llegar al salón dejaron de hablar y se pusieron a hacer cada quien sus cosas.
Dib se sentía aliviado -por júpiter-
Lo que quedó del día fue tranquilo, cada quien se fue a su hogar y zim arregló de nuevo aquel cuarto, para lo que planeaba hacer con dib esa noche, una vez termino, esperó paciente a qué llegara su aliada, la noche y salió en búsqueda de su amado.

Yandere zimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora