Segundo día (martes)

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La mañana siguiente zim había salido más temprano de lo usual de su casa (de nuevo) y se dirigió a la casa de dib,  subió al techo con sus patas mecánicas y estaba dispuesto a tomarle fotografías, sin embargo el azabache no estaba.
-demonios, ¿se habrá ido ya?- dijo zim algo bajo, así que bajo del techo y se fue a la eskuela caminando calmado.
Dib si estaba en casa, seguía en casa y tenía un desastre en la mesa de la cocina, durante toda la noche estuvo haciendo planes para atrapar a zim y estaba tan adentrado en ello que se quedó dormido ahí.
Su hermana de cabellos violeta había bajado, tomo una caja de leche de la nevera y cereal de la alacena, fue por un plato y una cuchara para servirse pero vio el desastre que tenía dib.
-gh~- gruño, dejo las cosas sobre el mostrador de la cocina, tomo la leche y le vacío un poco a dib en la cabeza, pero no mucho.
Dib al momento de sentir la leche fría se despertó -gha~ ¡¿q.que estás haciendo?!-
-por si no lo notaste ya es temprano, no falta mucho para ir a la eskuela, tienes un desastre en la mesa y quiero desayunar así que quita todo esto o te las verás con mi puño- hacia un puño con su mano.
-vale vale- el chico de lentes tomaba todos sus papeles y todas sus cosas para llevarlos arriba.
-de todas formas, ¿por qué en la mesa de la cocina? ¿Que no se supone que tienes tu propio escritorio?- pregunto la pelivioleta.
-si, bueno verás has...- fue interrumpido.
-olvidalo, no me importa- una vez el área fue despejada coloco las cosas en la mesa y se preparó su desayuno.
Dib miro la hora -bien, tengo tiempo para bañarme- subió a su habitación, dejo sus cosas sobre su escritorio, preparo todo y entro al baño.
Mientras en la eskuela zim de nuevo había llegado temprano y como en el día anterior se puso a dibujar en lo que esperaba a que llegase alguien, de nuevo dibujo cosas aleatorias en su cuaderno sin embargo de la nada se comenzó a concentrar en un dibujo, el tiempo paso tan rápido que no noto que ya todos habían llegado y dib se hacercaba cautelosamente a zim.
-te tengo- dib había hecho una llave a zim por la espalda.
Zim se sorprendió y cuando vio el dibujo que había hecho se puso pálido, era un dibujo de dib bueno, no solo uno, eran un montón de dibujos de dib por toda la página.
Zim comenzó a gritar -¡¡¡NOOOOOOOO SUELTA ME HUMANO APESTOSO!!!- pataleaba intentando zafarse.
-NO, ESTA VEZ VERÉ TU PLAN ALIENÍGENA ESTÚPIDO- intentaba mirar el cuaderno.
-!NOOOOOO!- con la fuerza que tenía se zafo de la llave y tiro a dib contra el suelo, tomo inmediatamente el cuaderno, lo guardo en su Pak y salió corriendo al baño sin importar nada.
Dib se levantó adolorido y se fue a sentar, la profesora había llegado.
Zim se había encerrado de nuevo en el baño, saco el cuaderno y miro la hoja -¡por un demonio, lo que me faltaba!- grito y lanzo otro puñetaso a la puerta, abrazo el cuaderno con cariño y su cara mostraba algo de sufrimiento, era difícil esconder su obsesión pero tenía que hacerlo, necesitaba hacerlo si no sería su fin.
Después de abrazar su cuaderno lo volvió a guardar y salió del baño, se dirigió al salón y tocó la puerta.
-¿puedo pasar?-
-¿por que llegas tarde?-
-¿que le importa?- se dirigió a su asiento.
-bueno como estaba diciendo bla bla bla esto bla bla bla bla aquello bla bla bla bla- la mujer seguía con su clase.
Esta vez dib era el que veía a zim, cada movimiento, cada detalle que hacía, estaba decidido a atrapar a zim y exponer los "planes que tenía en su cuaderno" de nuevo como el día anterior lo fulminaba con la mirada.
Zim no podía resistir no mirar a dib, esos minutos parecían eternos, su anciedad aumentaba y el impulso igual, decidió de nuevo sacar su cuaderno y dibujar en otra página un montón de dibujos de dib buscando que disminuyera el impulso, lo cual por suerte logro, todos y cada uno de sus dibujos por el resto de la clase eran dibujos de dib tanto siendo golpeado o siendo masacrado por algo como dibujos de cada detalle de dib, diciéndole cosas bonitas o ambos juntos aveces en riñas aveces en romance, poco a poco algunos corazones se podían apenas divisar en los ojos falsos de zim, su sonrojo aparecía y su respiración intentaba volverse pesada.
Dib noto el comportamiento de zim y un escalofrío recorrió toda su espalda,  zim daba algo de ternura mostrando sus sentimientos de amor, pero a dib le daba cosa ya que lo veía más loco de lo usual.
Dib volteó a prestar atención, queria mirar cualquier otra cosa que no fuera zim.
Zim por su parte abrazo el cuaderno, pero regreso en si, inmediatamente volteó a todos lados para ver si nadie lo había visto y por suerte eso no ocurrió, vio que dib estaba atento o volteando a algún otro lado así que se quedó mirándolo por un rato, dib sentía la mirada de zim y volteó a verlo, inmediatamente zim dirigió su atención a la profeso y su rostro mostraba aburrimiento, dib se sintió incómodo.
El azabache pensó "¿por qué hacia esa cara de loco mientras hacía algo en su cuaderno? ¿Será que zim siente algún tipo de afecto hacia alguien? Pero ¿quién? Tal vez podría usar eso en su contra ¡ho! y ¡¿si es alguien cercano a mi?!" Se levantó de su asiento con una gran sonrisa -¡¡¡SI!!!-
-perfecto- decía la profesora -te quedarás a limpiar el salón ¿alguien más?-
Dib se quedó mudo y callo a su asiento molesto.
Zim se estaba riendo, de la situación y señaló al azabache burlándose de su mala suerte sin embargo en el fondo una chica levantó la mano.
-profesora, yo también ayudaré-
Los ojos de zim se abrieron como platós, sus pupilas falsas se hicieron pequeñas y como si de algo malo se hubiese dicho zim miro a la chica con una cara de quererla matar, de la nada zim levantó la mano y las palabras salieron solas -yo también-
-bien- decía la mujer -entonces ustedes 3 limpiarán esta tarde el salón- a los pocos segundos el timbre para el almuerzo sonó -¡ahora largo!-
Todos los alumnos salieron del salón a escepcion de dib y la chica que había levantado la mano, zim se dirigió a la puerta y salió, sin embargo no se fue de ahí si no que observaba a dib y a la chica desde la distancia por una rendija de la puerta.
Dib se hacerca a la chica -oye una pregunta, se que no me incumbe pero ¿por qué levantaste la mano?-
La chica miro a dib y luego miro a otro lado -me diste lástima así que ¿por qué no ayudarte? Solo sería hoy-
Zim estaba que le hervía la sangre y estaba raspando la pared con sus garras.
-mmm... Entiendo... ¿Oye conoces de algo a zim?-
Las palabras del azabache hicieron que zim se calmara y se tomará del pecho, de nuevo esos impulsos aparecian.
-¿a zim? Mmmm... No que yo recuerde, solo se que viene aquí a la eskuela y es compañero de nuestro salón pero nada mas- la chica se había extrañado.
-ho está bien, muchas gracias- dib extendió la mano a la chica y le sonrió -muchas gracias por tu ayuda-
-ha... No hay de que- la chica correspondió al gesto algo sorprendida.
Por su parte zim quería golpearla y alejarla de dib... Espera, !¿en que estaba pensando?! ¡¿Que era lo que estaba haciendo?! Zim se alejo de ahí se cubrió la cara con sus manos y se pego a la pared dejándose caer lentamente, ese no era zim, pero se estaba dejando llevar por las emociones y sus impulsos.
Dib salió del salón y vio a zim en el suelo, lo cual le dio a pensar que zim se sentía triste, y que posiblemente a zim le gustaba la chica a pesar de que no la conociera, dib sonrió, podía planear algo para esa ventaja que tenía y se fue corriendo a la cafetería.
Zim levantó la mirada y vio a dib alejarse, quería seguirlo, pero se sintió frustrado y prefirió ir a casa, durante todo el resto del día se quedó en el armario dónde tenía las cosas relacionadas a dib y ahora agregaba los dibujos que había hecho de dib clavandolos a la pared con tachuelas, quería arrancarlas una vez las había colocado pero a su vez no quería hacerlo, de nuevo, tomo la cuerda y la abrazo como si de algo precioso se tratase y se quedó ahí acostado abrazando la cuerda.
Dib se extraño de que zim no fuera a la cafetería o que ni siquiera haya asistido a la segunda parte de las clases, una vez salió de la eskuela iba a ir a la casa de zim, saber que zim estaba decaído y que tal vez por su culpa zim había faltado a lo que quedaba de las clases le producía una cierta culpa, quería ir a la casa de zim, pero prefirió no hacerlo, son enemigos de todas formas ¿no es así? Aún que dib sentía que si le intentaba quitar a la chica seria incluso para el algo muy bajo, así que solo decidió hacerse amigo de la chica.
Al final de las clases dib y la chica se quedaron a limpiar el salón y dib intento hacerse amigo de la chica, una vez terminaron sus labores cada uno se fue a su casa, sin embargo dib se seguía sintiendo culpable, para despejarse volvió a hacer sus planes durante toda la noche.

Yandere zimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora