Capítulo 12

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Maratón 3/3

Gaston se quedó mirando a su cocinera como si de repente hubiera empezado a echar fuego por la boca. De pronto se dio cuenta de que no conocía a aquella mujer. Era una enfermera titulada y no una frívola cocinera y, desde luego, no era el tipo de mujer que andaría buscando clientes por la calle.

—Sabía que te sorprenderías -le dijo Malena al ver la expresión de su rostro y enseguida devolvió su atención a los operarios de la ambulancia-. Gracias por venir tan rápido. ¿Creén que se pondrá bien?

—Yo creo que sí -respondió uno de ellos sonriendo-. Tiene el pulso más firme y está volviendo en sí. Buen trabajo.

—Le has salvado la vida a Billy -le dijo Jack cuando se hubo marchado la ambulancia-. Es el mejor amigo que tengo, muchísimas gracias.

—Es mi trabajo —respondió Malena con dulzura-. Ahora no intente ir a la misma velocidad que la ambulancia.

—No se preocupe -dijo él riendo y se alejó de ellos para ir a acompañar a su amigo.

—Vaya –era Michael, que por fin había conseguido reaccionar después de haber estado conteniendo la respiración durante tanto tiempo-, eres increíble en las emergencias.

-No me queda otro remedio -en su rostro se dibujó una triste sonrisa.

Entonces miró a Gaston y vio lo furioso que estaba, debía de estar pensando que lo había tomado por tonto-. Sé lo que estás pensando, pero yo no te mentí en ningún momento. Nunca me preguntaste a qué me dedicaba, más bien lo diste por hecho-añadió con sarcasmo.

El no contestó, solo se quedó mirándola en silencio, pero en sus ojos se podía ver la poca simpatía que sentía por ella en aquel momento.

-Me voy al hospital a ver qué tal está Biliy -dijo por fin.

-Voy contigo-anunció Michael-. ¿Malena?
-Sí, yo también voy. Me gustaría conocer al médico con el que hablé por teléfono.

El médico resultó ser un viejo amigo de los Vietto que además conocía un episodio oscuro de la vida de Gaston:

-¿Te acuerdas como quedó aquel abogado después de la pelea que Gaston tuvo con él? —le preguntó a Michael en tono provocador una vez que los informó de que Billy estaba recuperándose sin problemas.

-¡Cómo no me voy a acordar! -le siguió la broma Michael-. En realidad lo único que Gaston quería al lanzarlo por aquella ventana era facilitarle el camino hasta su coche.

-Ese tipo había intentado violar a Dani, la mujer de mi hermano Lionel–explicó Gaston sin mirar a Male a los ojos.

-El caso es que me pasé más de una hora sacándole cristales del trasero-completó el médico en tono jocoso-. Después de aquello, Gaston no ha podido volver a entrar a aquel bar.

-Pero tampoco me he vuelto a emborrachar -se justificó mientras que su hermano y el médico se dirigían a ver al paciente.

Gaston dio un paso hacia Malena con cara de disgusto; no le hacía ninguna gracia que lo hubieran descrito como un camarista, y eso no hacía más que empeorar el estado de ánimo que le había dejado enterarse de quién era ella realmente.

-¿Por qué no me dijiste nada cuando nos conocimos? -le preguntó en cuanto se quedaron solos-. Puede que yo me apresurara en mis conclusiones cuando te conocí en el hospital, pero tampoco tú hiciste mucho para sacarme del error.

-Supongo que tienes razón -admitió ella frunciendo el ceño—. Pero había solo un paso entre decirte a qué me dedicaba y contarte la razón por la que mi padre había empezado a beber. Y no... no podía —añadió con voz débil-. Los recuerdos todavía... me hacían mucho daño.

Lejos del MatrimonioWhere stories live. Discover now