Al día siguiente Gastón la llamó para decirle que Michael y él irían a recogerla para ir a Jacobsville. Ya había hecho la maleta y dejado todo listo en la cama cuando el enorme coche de los Vietto aparcó en la puerta. Era un vehículo último modelo que, al lado de una casa tan pequeña y poco cuidada, parecía pertenecer a otro mundo.
-No se nos había ocurrido que fueras a ayudarnos con el ganado -comentó Gastón cuando vio cómo iba vestida: pantalones vaqueros, camisa de cuadros y botas.
-Tampoco yo me he ofrecido a hacerlo -replico ella-. Pero pensé que tampoco querríais que trabajara vestida de gala.
-Por mí como si trabajas con traje de ejecutivo. Mientras hagas bien las galletas, no hay ningún problema -zanjó la discusión al tiempo que metía su maleta en el coche.
-Buenos días —la saludó Michael asomándose por la ventana del copiloto.
-Buenos días -respondió Male sonriente-. Tienes mucho mejor aspecto.
-Me encuentro mucho mejor, solo me duele un poco la cabeza —se quedó mirándola unos segundos-. Tú sin embargo no pareces estar en muy buena forma. ¿Sigue doliéndote la cara?
-Sí. Su casa va a parecer un hospital.
-A lo mejor deberíamos llevarnos también a una enfermera -farfulló Gastón cuando estaban ya los tres en el coche.
Malena se aclaró la garganta pero, antes de que pudiera hablar, fue Michael el que rebatió a su hermano de manera cortante.
-Yo no necesito ninguna enfermera, muchas gracias.
-¡Ni yo tampoco! -aprovechó a decir ella.
Gastón se volvió a mirarlos con sonrisa sardónica.
-He visto víctimas de accidentes con mejor aspecto que ustedes dos.
-No permitas que te insulte, Malena -le aconsejó Michael—. Ya te iré diciendo cuáles son sus puntos débiles para que puedas contraatacar siempre que quieras.
No se le había ocurrido que Gastón pudiera tener ningún punto flaco, pero desde luego no iba a necesitar ninguna ayuda para relacionarse con aquel tipo tan difícil. Parecía que hasta Michael estaba intrigado por su total falta de amabilidad.
-¿Ustedes nacieron en Jacobsville? –preguntó Malena para cambiar de tema.
-No, en realidad somos de San Antonio -respondió Michael—. El rancho de Jacobsville fue parte de una herencia y, como había que trabajar mucho en él, decidimos convertirlo en nuestra casa y base de operaciones del negocio. Está cerca de Houston y de San Antonio y, al mismo tiempo, está aislado y nos da la intimidad que necesitamos. Ya ves, no nos gustan las ciudades.
-A mí tampoco —dijo recordando el hermoso jardín de su madre en la vieja casa cerca de Fort Worth—. Me hubiera encantado que mi padre no aceptara venir a trabajar a Houston.
-¿A qué se dedica?
-Está retirado —esquivó la pregunta porque le resultaba demasiado doloroso hablar de su familia, y más aún de su padre.
-Por cierto, le han asegurado a Agustin que van a hacer que reciba ayuda profesional —interrumpió Gastón -, y que no saldrá hasta que no esté totalmente desintoxicado —se volvió a mirarla y a ella le pareció que en sus ojos había cierta ternura-. También creen que lo mejor es que no tengas ningún tipo de contado con el durante unas cuantas semanas, hasta que haya pasado lo peor.

YOU ARE READING
Lejos del Matrimonio
Fiksi Penggemar¿Podría su relación sobrevivir a pesar del orgullo de Gastón Vietto y del peligroso pasado de Malena Ratner?