~ Amenazar de muerte ~

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La actitud del romano no mejoro ni un poco después de esa terrible noche, más bien parecía que el romano se había vuelto más violento e inestable, la única vez que parecía encontrar algo parecido a la paz era cuando este lo dejaba solo con los soldados como compañía.

Había temido que ellos fueran igual al romano, los había visto mirar sus alas cada vez que las había sacado, había casi esperado que ellos también vinieran a arrancarle las plumas que les quedaban a sus pobres alas.

Pero no fue así.

Ellos vinieron a él con vendas, medicinas y palabras de aliento.

Estaría mintiendo si dijera que la repentina amabilidad y consuelo tras quien sabe cuánto tiempo de temor e incertidumbre no le habían hecho llorar, los soldados trataron de ayudarlo tanto como podían sin levantar sospechas de su Imperio.

Siempre que Roma se iba, al menos uno de ellos entraría para ayudarlo con las cada vez más comunes heridas que el romano le causaba, a veces las salidas de este no duraban lo suficiente para eso y solo se las limpiaban, sabiendo que no se suponía que Egipto tuviera acceso a las cremas que le ayudarían a curarse más rápido en tan poco tiempo.

Y la vida... no era buena, hace mucho que su vida dejo de ser buena, pero, al menos tenía el consuelo de saber que no todos sus carceleros eran unos desalmados.

En este punto de su vida, tomaría cualquier consuelo que se le ofreciera.


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Por supuesto, como cada cosa buena en los últimos años de su existencia, no duro.

Por supuesto que Roma se terminaría enterado.

Fue casi una tontería lo que los delato, habían logrado mantener la ayuda de los soldados en secreto por meses, habían bajado la guardia a la par que los actos violentos de Roma dejaban de ser tan brutales.

(Ahora en vez de arrancar sus plumas las cortaba).

Los soldados se habían convertido en lo más cercano que tenía a amigos en ese infierno, le ofrecieron ayuda incluso cuando todavía cumplía sus órdenes de no dejarlo salir (mucho) de la casa.

¿Y qué es lo que él hace siempre con quien considera amigos? Les regala plumas.

Ni siquiera se había dado cuenta de cuándo lo hizo, se había convertido en una segunda naturaleza solo... dar una pluma a la gente en quien creía podía confiar.

(Sus compañeros africanos habían conseguido una en un momento u otro a lo largo de los años, si la habían conservado o no era otro asunto que nunca se molestó en averiguar).

(Grecia tenía más de una).

(Nunca le dio una a Roma antes de que empezara a mostrar sus verdaderos colores y eso debió ser una advertencia en si misma...)

Y todos los soldados que lo vigilaban habían recibido una en un momento u otro.

—¿Qué es esto? —.

Había sido cuestión de tiempo que Roma notara una, un momento en que alguno de los soldados cometiera el error de esconderla bien o a tiempo.

—...— Alair solo pudo mirar con horror apenas disimulado la pluma que su Representación estaba sosteniendo, había estado sobresaliendo de su cinturón, no había notado que no estaba bien escondida, y por el rabillo del ojo podía ver a sus demás compañeros tensarse, algunos probablemente hasta revisando si sus propias plumas estaban bien escondidas.

Violentometro - Egipto/Imperio Romano [CountryHumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora