Capítulo 4.

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Y que lo amen a usted también, que bastante segura estoy de que ni esposa tiene.

Megan.

Ya era viernes. Y gracias a papi Yisus ayer no volví a toparme con Becca después de mi pequeño encuentro con lo que parece ser, su novia o amante, yo que sé.

Hoy me desperté con menos ánimo de lo normal, quizá sea porque no tuve el encuentro que creía con Becca o tal vez la comida que tomé a lo rápido de la nevera antes de irme a casa de Luka un rato a joderle la paciencia a Connor, su hermano gemelo.

Llegué cerca de las 12 y a mamá casi le daba un infarto, cree que es como en la patria que por poco te violan si te ven sola a las 12, ilusa.

–¡Megan mueve ese culo que vas a llegar tarde después! –Mami entra golpeando una olla con una paleta. Bonita forma de terminar de despertarme. Y gracias a que andaba medio distraída, también acabar de jeta en el suelo.

–Coño, mami, ¿Qué es? Ya estaba despierta. –Me levanté sobándome la cabeza.

–Sí, muy despierta que estabas mirando como mongólica una chancleta en el piso.

–No puedes culparme, lo hago siempre, –Mentira no era. –es como un ritual de iniciación para el día, lo hago todo el tiempo, deberías intentarlo alguna vez, te relaja.

–Sí, anda acomodarte es lo quej, vas a llegar tarde. –Vuelve a agarrar sus corotos y la escucho bajar las escaleras.

Suspiro pensando por quinta vez si era completamente necesario terminar el último año de la preparatoria.

Cuando mi respuesta es afirmativa me levanto y me dirijo al baño. Hago todas mi rutina diaria y salgo cantando del baño.

Me pongo un leggins negro, una camisa roja y unas converse negras. Me medio peino. Me echo un labial claro y salgo con la mochila colgada en mi hombro y mi teléfono en la mano. Estaba hablando con Luka.

.❤

Entonces... ¿Vendrás a buscarme hoy?

No, Meg, ya te dije que no.
Tengo que pasar buscando a Connor a casa de la chica donde se quedó luego de que le hicieras pasar vergüenza en el parque.

Ah sí, bonito recuerdo el de ayer. Eso le pasa por andar botándome el helado.

Ahh AJKSJAJS.
Eso le pasa al coñoemadre ese por botarme el helado.

Yo le dije que debía tener cuidado contigo, pero no me hizo caso.

Sí, me gustas, ¿Y qué? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora