En problemas.
Luka.
Entré furioso a la casa de Megan, bueno, la de su padre.
¿Por qué? Bueno, les cuento.
Cuando Connor llegó a casa con una sonrisa enorme creí que nada más había tenido una buena noche como la mayoría de los fines de semana. Pero vaya sorpresa que me llevé al enterarme de que se había acostado con Megan, ¡Megan! ¡Mi mejor amiga!
No la creí capaz de eso. Pero cuando Connor me dijo que ella no lo había golpeado o insultado de esa manera que sólo ella tiene, supe que algo andaba mal. Ella no era así.
–¡MEGAN JOSEPHINE DAWSON MARTÍNEZ! –Grité su nombre. Seguido de eso, escuché como algo se caía desde el piso de arriba. Oh sí, te descubrí, pequeña traidora. –¡Será mejor que bajes en este momento si no quieres que vaya por ti!
–¿Que habrá hecho la pajua esa ahora? –Escuché murmurar a su padre. Él la conocía tan bien como yo.
¿Y cuál fue la respuesta que recibí? Por supuesto no la que yo esperaba.
–¡A mí no me estés amenazando, mmaguevo! –Me gritó bajando las escaleras.
–¡Y tú a mí no me estés mintiendo!
–¿Qué? ¿De qué hablas? –Frunció el ceño, confundida.
–¡Y tienes las pelotas de volverme a mentir en la cara! ¡Para ya, joder!
–¿De qué habláis, loco?
–¡De que te acostaste con mi hermano, Megan! –Al decir eso, su cara se desfiguró. Escuché por ahí el grito ahogado de su padre seguido de un "¿A ella no le gustaban las chicas pues?" de su hermanito menor, me preguntaba exactamente lo mismo. –Sí, me enteré, ¿Acaso creías que mi hermano no me iba a contar? –Reí con ironía. Estaba demasiado molesto. Ella no debió traicionarme así. –¿Cómo pudiste hacerme eso? Creí que acordamos no involucrarnos con la familia del otro, pero me traicionaste. –Cada palabra salía con el odio que no había sentido a lo largo de mis 18 años.
–Mira, yo tampoco sabía que pasaba cuando me desperté a su lado en una cama, ¿Sabes? ¡Me gustan las chicas! O eso creo. –Susurró lo último, pero alcancé a escuchar. –Es absurdo que de un día a otro mis gustos cambien, pajuo.
La miré con rabia. –¿Y entonces por qué lo hiciste?
–Bueno, gafo, ¿No viste que andaba vuelta mierda igual que el 90% de esa gente? –Rueda los ojos. –Además, según sé, me gustan las chicas, deja la maricura.
Ok, eso tenía algo de sentido. Megan había bebido demasiado, era lógico que iba a cometer alguna estupidez.
–Vamos, hazlo, sé que quieres hacerlo.
Sabía a que se refería. Cuando alguno de los dos estaba arrecho, como ella le dice, tendiamos a luchar en el patio para sacar la ira y el estrés. Era una cosa bastante relajante.
–No.
–¿Por qué no? ¿Tienes miedo de que te parta la cara como la otra vez? –Se burló.
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Sí, me gustas, ¿Y qué?
TeenfikceElla es Megan Dawson. A Megan le atraen las chicas, o eso creía ella. A Megan le gustan las fiestas. Pero específicamente una va a ser su perdición, básicamente cambiará todo lo que ella creía ser y de lo que ahora ya no está tan segura. De...