Sí, me gustas, ¿Y qué?

Capítulo 16.

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MEGAN DAWSON.

Me levanté y vi a Christian acostado a un lado de mí, cómodamente dormido. Un pedazo de hoja con un #20 escrito en el pegado a su frente. Yo debo tener uno igual sólo que con un #18.

Esto debe ser obra de mami, no joda. 

Alcé la vista hacia mi escritorio y vi una torta redonda de chocolate reponsando ahí. No le paré bolas y me rodé en la cama hasta quedar acostada encima de Chris. Lo miré y comencé a cantarle la canción de cumpleaños en voz baja para que no despertara de mal humor. Poco después sus brazos me rodearon, abrazándome.

Mi día estaba comenzando de lo mejor. Y por sí se lo preguntaban, no, no tuve sexo con mi mejor amigo. Simplemente cada vez que vamos a cumplir años yo me quedo en su casa o él en la mía. 

-Feliz cumpleaños, cariño. -Dejó un beso en mi frente. 

-Feliz cumpleaños, chamito. -Sonreí. 

Era un momento muy íntimo para nosotros, aunque siempre hacíamos esto. Claro, eso hasta que Chris vio la torta en el escritorio. Me empujó haciendo que cayera de la cama, dándome el coñazo de mi vida. 

Lo escuché reírse de mí mientras se comía su mitad de la torta. Qué bonito. Ni siquiera se lavó los dientes, qué asco. 

Maldije por lo bajo, me levanté del piso, y, nawebona e' dolor, mano. Agarré camino para el baño, porque yo sí me iba a bañar, y cuando pasé por un lado de Christian le metí sendo lepe. 

-Pa' que aprendas, nojoda. 

Entré a lo rayo McQueen para que no me fuera a coñacear él también y cerré la puerta detrás de mí. 

Escuché cómo trancó la puerta al salir y suspiré. No moriría hoy. 

Les cuento que tengo un morado triarrecho en las costillas por una patada voladora que me dio Luka cuando tuvimos nuestra coñaza de reconciliación. Se ve mal, pero no está mal, ¿Ok? Ya fui al médico. 

Me bañé, y me puse un short negro de corte alto, un top blanco, una camisa transparente negra y unas converse negras. Arrecha que me veía.

Al bajar me encontré con todos mis amigos, padres y hermanos. Sí, hasta el Jake, échenle bolas. Iba a pasar de largo para la cocina porque sabía qué iba a pasar, pero el grito de Luka los alertó a todos de mi presencia. Lo voy a matar, yo sé que lo hizo por chocancia. 

-¡MIREN, LLEGÓ LA CUMPLEAÑERA! -Su sonrisa divertida me hizo confirmar mi sospecha. Él lo hizo a propósito. Lo miré mal y me dejé abrazar por la gente. 

-¡Feliz cumpleaños, mejor amiga! -Sarah andaba en mood: Ella es mía, perras. Me entregó una caja y me dijo que la abriera cuándo estuviera sola. Vete tú a saber qué había en esa caja. Conociéndola habían un montón de opciones.

Y así pasaron todos. Mamá, papá, Jack, Jason, Luka y ahora era el turno de Chris. 

Estaban todos menos la persona que más me estaba importando en estos momentos. Connor.

-Compañera de cumpleaños. -Me miró sonriendo, viniendo a abrazarme por segunda vez hoy. -Te amo muchísimo, ¿Sabías? Eres por mucho uno de las personas que más amo en este mundo. -Besó mi frente y me apretó más contra él. Coño, me iba a sacar los pulmones. -Joder, nunca voy a olvidar el día en que te conocí. Es uno de mis días favoritos porque ése día mi vida cambió por completo y dejó de ser tan monótona y aburrida. -digo lo mismo. Pienso, pero no lo digo. Estaba preocupada por reprimir las ganas de llorar que tenía. -Llevo 4 años conociéndote y pareciera que lo hiciera de toda la vida, en serio. Y, Dios, gracias por haber llegado a mi vida, Megan Josephine Dawson Martínez. Gracias por haber estado ahí siempre. Gracias por nunca dejarme solo. Gracias por coñacearme y aconsejarme cuándo la estaba cagando. Gracias por llegar a darle color a mi vida. Gracias por ser tú. Gracias por absolutamente todo, mejor amiga. -Y se largó a llorar junto a mí. -¡Maldición, cómo te amo!