Capítulo 18.

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Megan.

Sí me hubiesen dicho que estaría besando a Connor justo ahora hace unos meses, probablemente me hubiera reído en tu cara y te habría mandado a comer mierda.

Sí me hubiesen dicho que estaría besando a Connor hace unos días, probablemente te daría la razón.

Todo, absolutamente todo había cambiado para mí hace unos meses. No me quejo, esto es increíble. Perreo pa' los nenes, perreo pa' las nenas. Amo.

Pero ajá. Volviendo al momento.

Connor no había tardado mucho en corresponder el beso, bueno, no tardó nada en responder el beso. Me cambió de posición rápidamente, haciéndome quedar sentada a horcajadas sobre sus piernas. Dios mío, qué rico. Sus manos fueron a dar a mi cintura. Admito que se me escapó un pequeño suspiro y el chico aka el Connor, se aprovechó de eso e introdujo su lengua en mi boca.

COÑOELAMADRE, QUÉ RICO ES ESTO VALE.

¿Por qué no lo había hecho antes?

 Porque estabas, según tú, cachapeando, gafa. –Respondió la voz en mi cabeza.

Alaverga, estoy loca.

Pasé mis manos por su pecho hasta su cuello y hundí mis manos en su cabello. Seguimos besándonos así bien sabroson unos segundos más y luego nos separamos por falta de aire. Ustedes saben, tampoco los que se mueren en medio de un beso. No.

Él pegó su frente a la mía y suspiró. -¿Qué me estás haciendo, Megan Dawson?

-Eso debería preguntártelo yo a ti, me estás volviendo loca, Connor. –Susurré.

Al parecer, él no esperaba esa respuesta de mi parte, porque se quedó viéndome como pajuo como cinco minutos.

-¿Estáis bien, carajito? –Lo miré preocupada.

-Sí, sí, sí, maldita sea, ¡Sí! –Exclamó con euforia.

Alave, me encantó.

NOJODA, QUÉ ME ENCANTÓ.

Pensé que solo me abrazaría para así darme tiempo de confesarle que me gusta. Pero eso fue lo que menos hizo. Connor volvió a besarme.

 ******

Connor aparcó el auto fuera de mi casa, y oh, sorpresa, había senda rumba armada ahí. ¿De qué me perdí?

-Vasie', ahora estos hacen fiesta y no me invitan, ¿Tú has visto? –Le dije a Connor sumamente indignada.

-Nena, -me llamó, puesto que no lo andaba viendo. –esa fiesta es tuya.

-¿Neta me lo juras? –Miré boquiabierta la casa.

Habían personas tiradas en el patio hablando, otros casi que estaban tirando con la ropa puesta, y otros estaban vomitando en los arbustos. Hice una mueca.

-Espero que no haya gente que yo no conozca, porque los saco a escobazos –Advertí de una vez.

-No, tranquila. Nos aseguramos de que nadie extraño llegara, sabemos cuánto odias a los entrometidos.Sonreí. Esta gente sí me conoce, vale.

-Ah bueno, así sí. –Asentí y abrí la puerta para bajarme.

-Sólo espero que no me vayan a matar. –Murmuró cuando llegó nuevamente a mi lado.

-¿Por qué? –Pregunté y traté de reprimir un chillido de emoción cuando Connor tomó mi mano.

OMAIGAAAAAAAT.

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